Terminó el ciclo de Dabove
Otra vez San Lorenzo no tiene técnico: la renuncia llegó tras la derrota 2-0 con Racing
Diego Dabove renunció como entrenador de San Lorenzo. Una nueva frustración en el mundo azulgrana. Seis años, nueve técnicos. Transcurre el tiempo, pasan los entrenadores y la dirigencia no le encuentra la vuelta. La derrota por 2-0 ante Racing en la Copa de la Liga resultó el detonante. “Con los únicos que hablé fue con Beto [Alberto Acosta] y Pipi [Leandro Romagnoli], con los dirigentes presentes. Mañana (por hoy), me voy a despedir de los jugadores. Quiero agradecerle a Marcelo [Tinelli], la posibilidad de dirigir a un club grande y también a los jugadores, que se rompieron el alma, pero hay que ser inteligente y descomprimir la situación”, dijo el DT.
Dabove había arrancado con mucha ilusión el 19 de enero y con los siguientes objetivos: la Copa Libertadores, más la obligación de cumplir en el torneo local y meterse al menos entre los cuatro primeros de su zona. Pero los números en rojo terminaron marcando la salida del técnico. En 22 juegos, cosechó el 45% de los puntos: ocho triunfos, seis empates y ocho caídas. En San Lorenzo ya se anotaban algunos objetivos en el debe: la aventura en la Libertadores duró muy poco, sus chances en la Copa Sudamericana están complicadas y ya había quedado eliminado en la Copa Argentina ante Defensa y Justicia.
“Hay que hacerse cargo. No salieron las cosas como pensábamos. Y había que descomprimir. Más allá de los análisis futbolísticos, estuvimos cerca de pasar a una instancia decisiva en el torneo local, de quedar a tres partidos de pelear un campeonato y no se nos dio”, continuó en el análisis Dabove. Y agregó: “Me parece que es la mejor decisión para San Lorenzo, que podrá buscar otra opción para lo que viene”.
En cuanto a la relación con el plantel, transitó algunas tormentas con los hermanos Ángel y Oscar Romero, como les sucedió a los últimos entrenadores que habían pasado por San Lorenzo, pero también fue de dar muchos volantazos en esquemas y nombres, le costó imponer su idea o darle una identidad nítida de juego al equipo. En un ida y vuelta constante, el de Dabove era un conjunto que transmitía una sensación de déjà vu. Le costaba hilvanar tres o cuatro partidos seguidos con sólidos rendimientos. Y eso, se sabe, tiene un peso específico, tanto en el juego como en lo mental.
Contramarchas dirigenciales
Dabove dejó en claro de que nadie lo presionó para tomar la decisión, que fue algo pensado y evaluado por todo el cuerpo técnico: “A la gente quiero pedirle disculpas. Trabajamos mucho, pero no salió. Esto es fútbol y hay que seguir mirando para adelante. La decisión es mía, hay que ser respetuoso de los momentos. Lo pensamos, no fue una decisión de arrebato, nos parece lo mejor”.
A San Lorenzo llegaron cinco nombres que pidió el DT: Yeison Gordillo, Jalil Elías, Franco Troyansky, Lucas Melano y Diego Braghieri. El primero se lesionó y ninguno de los demás logró destacarse. Ahora bien, ¿la responsabilidad en cuanto a los refuerzos es únicamente de los entrenadores? Los simpatizantes creen que es tiempo, también, de un mea culpa de parte de quienes toman las principales decisiones para el Ciclón, encabelos zados por Marcelo Tinelli.
Además, Dabove tuvo que convivir con un calendario apretado. Y su análisis de la situación, hace unos días, era el siguiente: “No nos gusta vernos donde estamos. Siento bronca”. Apostó por una reacción en juego y resultados ante la Academia, en Avellaneda, pero esto no sucedió. Y, en el acumulado de las razones, resolvió dar un paso al costado.
Así de frenético y abrumado está el mundo San Lorenzo. El próximo miércoles, contra Rosario Central, por la Sudamericana, en el banco estará Leandro Romagnoli como director técnico interino. Las próximas horas serán cruciales. En las entrañas del club se hablan de más cambios: la secretaría técnica podría disolverse y le apuntarían a otro puesto específico: un manager. Y ya comenzaron a circular algunos nombres: Mauro Cetto y Nicolás Burdisso.
Desde hace varios años, San Lorenzo atraviesa un problema coyuntural, más allá de la reciente salida de Dabove. Es cierto, el ahora ex entrenador azulgrana estaba contra las cuerdas, pero el problema es de fondo: desde 2014, el club de Boedo contrató a nueve entrenadores y ninguno convenció a los dirigentes. Cabe recordar un dato para entender este contexto: en el mismo período de tiempo que River sostuvo a Marcelo Gallardo, el Ciclón vio desfilar a Edgardo Bauza (campeón de la Copa Libertadores), Pablo Guede, Diego Aguirre, Claudio Biaggio, Jorge Almirón, Juan Antonio Pizzi, Diego Monarriz, Mariano Soso y Dabove. Una cadena negativa que parece no tener fin.