Lanzan un concurso para reformar la sede del Banco Nación
La convocatoria de “ideas” sorprendió a la Comisión de Monumentos Históricos
El directorio del Banco de la Nación Argentina (BNA) lanzó un “concurso nacional de ideas” para transformar, poner en valor y modernizar la planta baja de la histórica sede situada en la manzana limitada por las calles Rivadavia, Reconquista, Bartolomé Mitre y 25 de Mayo, diseñada por Alejandro Bustillo e inaugurada en 1944 (una segunda etapa en 1955). Pese a que el edificio es Monumento Histórico Nacional (MHN) desde 2002, la Comisión Nacional de Monumentos Históricos no fue consultada acerca de este singular concurso, que distribuirá casi dos millones de pesos en premios.
“Con el desafío de equilibrar la belleza, el valor patrimonial, la modernidad y la tecnología, el BNA lanzó un Concurso de Ideas para realizar un cambio trascendental en la Casa Matriz de la entidad, ubicada en Plaza de Mayo, en la ciudad de Buenos Aires, e iniciar un proceso de transformación de ese Monumento Histórico Nacional diseñado por el arquitecto Alejandro Bustillo –reza el comunicado oficial–. La idea apunta a acompañar las últimas tendencias en materia de arquitectura e imagen corporativa bancaria, surgidas de la nueva forma de relacionarse con los clientes a partir de los avances tecnológicos e impulsada aún más por la situación planteada por la pandemia”. Para el presidente del BNA, Eduardo Hecker, el certamen representa un hito para la institución. La organización del concurso quedó a cargo de la Sociedad Central de Arquitectos y cuenta con el auspicio de Federación Argentina de Entidades de Arquitectos. El jurado integrado por el ingeniero Carlos Grinberg, y los arquitectos Enrique García Espil y María de las Nieves Arias Incollá elegirá, junto con los directivos del banco, las ideas ganadoras. “El concurso fue una iniciativa del directorio –dice Grinberg a la
nacion–. Con los cambios que introdujo la pandemia en el uso del espacio en los bancos, se plantearon cómo reutilizar los diez mil metros cuadrados de la planta baja”. Al tratarse de un concurso de ideas no vinculantes, los organizadores no consideraron necesario recurrir a la Comisión Nacional de Monumentos Históricos. “Pero por supuesto que si se llevan a cabo algunas de esas ideas se deberá contar con su aprobación”, remarcó Grinberg que indicó que en las bases del concurso constan las limitaciones y restricciones que debían tener en cuenta los participantes a la hora de hacer sus propuestas.
La presidenta de la Comisión de MHN, Teresa Anchorena, confirmó que no había sido consultada; tanto ella como el arquitecto Fabio Grementieri se enteraron de la convocatoria por la nacion. “Hay obligación por la ley de monumentos y por la superintendencia sobre todos los bienes declarados que ella ejerce, de que la comisión siempre debe ser informada –explicó Grementieri, vocal de la Comisión, a la nacion–. La última palabra siempre la tiene la comisión, que analiza los proyectos de renovación o de cualquier tipo de intervención o modificación o modernización. En los llamados a concurso de proyectos o incluso de ideas, también debe participar en la elaboración de las bases”.
Es la comisión la que define qué partes de los MHN son intocables y en cuáles se puede hacer algún cambio. En el caso de que los proyectos o, en este caso, las ideas no vinculantes se aprueben, quedaría además a cargo del seguimiento de las obras. “La comisión prefiere trabajar desde un principio con las ideas, los anteproyectos o proyectos”, agregó Grementieri. La secretaria de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación, la historiadora de arte Valeria González, coincidió con Grementieri.