Boca toma riesgos en medio de otro foco de tensión
En la antesala de Santos aparecieron diferencias: García-andrada
Boca no se permite vivir en paz. Sus problemas nunca son subterráneos porque elige exponerlos. Carga con un sino autodestructivo. En la antesala del partido de esta noche frente a Santos, en Brasil, trascendental para sus ilusiones coperas de meterse en los octavos de final de la Libertadores, apareció un nuevo foco de conflicto. Las declaraciones realizadas por Javier García tras la derrota ante Patronato,enparaná,desnudaronun rumor que lleva días en el club.
“El mensaje es trabajar todos los días, no sólo 90 minutos. Nosotros trabajamos de lunes a lunes, hay que trabajar con mucha humildad, ser profesional las 24 horas, trabajar, vivir para esto...”, dijo el arquero cuando fue consultado en el campo de juego acerca de “un mensaje para lo que viene y también para Andrada”.
Si bien no lo nombró e incluso habló con Andrada para decirle que su frase se malinterpretó, el tiro por elevación del extigre y Racing a su compañero, aislado desde el lunes de la semana pasada y cumpliendo la cuarentena en Guayaquil, luego de haber dado otra vez positivo de Covid-19, fue evidente. Atando cabos: la amistad entre García y Riquelme hace pensar que eso que dijo el guardavalla es lo que piensa el Consejo de Fútbol sobre el mendocino.
Ya hubo un llamado de atención a finale de enero, cuando Andrada celebrósucumpleañosnúmero30 sin respetar los protocolos vigentes, exponiéndose a un contagio ante los 40 invitados a esa celebración. La divulgación de imágenes de aquella fiesta también molestó en Boca. “Con esas actitudes, les damos de comer a los contras”, le confiaron entonces a La Nacion.
El malestar con Andrada no se detuvo el martes, con el jugador resguardado en una habitación de hotel (en la pieza de al lado lo acompaña Daniel Ponczosznik, médico de la institución). Las fuertes declaraciones en redes sociales, y luego en medios, de Nerina Galasso (esposa del mendocino), alteraron el día siguiente en el club. Y mayor fue el enojo cuando desde el Consejo consideraron que lo mejor era evitar que Andrada hable con los medios, y el futbolista optó por dialogar en F90, que emite ESPN, uno de los programas en los que Boca cree que las críticas son con intencionalidad.
En la videollamada, Andrada fue sobrio. Se mostró preocupado y le llevó tranquilidad a su familia. Pero sus palabras no calmaron las aguas. El daño ya estaba hecho: Boca volvió a ser noticia por un escándalo del cual nadie se hace cargo. La apretada agenda impuesta por la Liga Profesional y la Conmebol hizo que el plantel boquense se subiera al avión rumbo a Guayaquil sin saber el resultado de los PCR. Fue un milagro que solo Andrada diera positivo, luego de compartir horas de vuelo.
En Boca creen que el arquero no extremó los cuidados y contagió a sus compañeros al seguir entrenándose mientras convivía con un caso sospechoso de Covid, y que ese fue el causante del reciente contagio masivo en el plantel.
Seguramente el club tendrá que ajustar sus protocolos con relación a cómo debe desenvolverse la familia de un futbolista ante una situación como la vivida por Andrada. Aunque lo ocurrido no resulta ser un hecho aislado, sino un cúmulo de momentos que debilitaron la relación entre el Consejo y el arquero que se fue alejando de la titularidad.
En medio de este nuevo temporal, Boca buscará este martes, frente a Santos, un resultado que le permita llegar aliviado no solo a la definición del Grupo C de la Libertadores, sino al superclásico del domingo próximo, frente a River, por los cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional.