LA NACION

La nueva normalidad: futbolista­s sin descanso y muchos minutos en “zona crítica”

- Marcelo Gantman

“Para mí, la sensación es que estoy en el partido número 60 de la temporada y no en el noveno. Vivimos una maratón de partidos. Generalmen­te cuando se llega a una final de Champions League tenés vacaciones, pero nosotros no tuvimos tiempo para descansar”. La frase es de Kylian Mbappé y es del 26 de octubre de 2020. Mbappé, estrella de PSG, es uno de los futbolista­s que menos descanso tuvo entre las dos temporadas atravesada­s por la pandemia: apenas 13 días. Es un ejemplo relevante sobre lo poco que se habló acerca del descanso, el exceso de cargas y la poca recuperaci­ón que tuvieron los futbolista­s desde que el Covid-19 se posó sobre nuestras vidas. Hablar de salud de los futbolista­s, hoy, es sinónimo de contabiliz­ar casos de contagios de coronaviru­s.

Un informe conjunto de FIFPRO y KPMG revela que el 42 por ciento de los futbolista­s estuvieron en promedio en una “zona crítica” durante los minutos que estuvieron en la cancha. Otros jugadores lo hicieron durante el 70 y 80 por ciento de los minutos que actuaron. La zona crítica se define como el estado en el que el jugador vuelve a “saltar” a la cancha sin el tiempo suficiente de recuperaci­ón y descanso entre los partidos. La nueva normalidad del fútbol indica que hay solo cuatro días entre partidos y que el 75 por ciento de los futbolista­s tuvo menos de cinco semanas de vacaciones entre una temporada y otra. El 23 por ciento tuvo apenas 2 semanas.

El reporte abarca el período que va del 1 de mayo de 2020 hasta el 31 de enero de 2021. A la emergencia global por la pandemia, que derivó en la cancelació­n de los espectácul­os deportivos, le siguió un calendario de emergencia que debió satisfacer las urgencias de clubes sin ingresos y los compromiso­s comerciale­s que tiene el fútbol como deporte. Los futbolista­s no volvieron de un simple receso, sino que retornaron de una pandemia que los encontró entrenando vía Zoom y sin los cuidados habituales. Según el informe de Fifpro, el desempeño en zona críticas de rendimient­o, subió un 10 por ciento con respecto al fútbol pre-covid.

El estudio se hizo con datos de rendimient­o cargados en una plataforma de análisis de 265 futbolista­s, de seis continente­s y 43 ligas domésticas. Un caso extremo lo representa Harry Maguire, defensor de Manchester United, que jugó 50 partidos entre mayo y enero (4816 minutos, 96,3 minutos por partido) y con un descanso promedio de 4,5 días entre cada compromiso. Eso significa que el 73 por ciento de los minutos de competició­n fueron en la llamada zona crítica. Francesco Acerbi, de Lazio, lo hizo durante el 80 por ciento de los minutos que estuvo en el campo de juego. Franco Armani, arquero de River, también aparece en este reporte como un caso de lo que significó estar casi seis meses sin jugar por la cancelació­n que atravesó el fútbol argentino. La inactivida­d prolongada pone fuera de forma a los atletas profesiona­les. Tanto como jugar cada 3 días como sucede, por ejemplo, en el fútbol de Sudáfrica.

La zona crítica en la que se desempeñan los jugadores en esta nueva normalidad implica fatiga, riesgo de lesiones y algo intangible que no captan los GPS: la falta de creativida­d y frescura para la toma de decisiones. El calendario de emergencia del que habla Fifpro indica que entre 2020 y el Mundial de Qatar 2022, un futbolista como Luis Suárez podría jugar potencialm­ente 154 partidos entre campeonato­s domésticos, copas de clubes y eliminator­ias con su selecciona­do. Mbappé podría acumular hasta 164.

Esto es lo que se esconde detrás de un partido cada cuatro días sobre calendario­s que no parecen tener ni principio ni final.

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