más Riesgo País el riesgo país superó los 1600 puntos (cerró en 1601), por las dudas sobre el pago al Club de París.
En 2021 el número de pasajeros será el mismo que el de hace cuatro décadas; además, en el último tiempo cayó 20% la cantidad de aviones y se fueron aerolíneas
El mercado aerocomercial fue uno de los más afectados por la pandemia en el mundo entero, pero en la Argentina, al igual que sucedió con la economía en general, el golpe fue mayor porque se arrastraban déficits desde mucho antes de la irrupción del coronavirus. Un solo dato vale para ilustrar esta realidad: la plaza local en la actualidad es igual (y en algunos casos, peor) que en 1980.
Según datos del Banco Mundial, en 1980 volaron en el país 5.588.500 pasajeros, mientras que la proyección para este año, si se toma en cuenta que hasta ahora vuelan 450.000 por mes, es de entre cinco y seis millones de pasajeros. Pero hay algo peor, si de comparaciones se trata: hoy la población casi duplica la de hace 41 años.
Eso no es todo. En las décadas del 70 y del 80, ciudades como Concordia (Entre Ríos), Paso de los Libres (Corrientes), General Pico (La Pampa), Villa Gesell (provincia de Buenos Aires) y General Roca (Río Negro) tenían vuelos regulares, mientras que en la actualidad brillan por su ausencia. “La Argentina es de los pocos países donde en los años 70, 80 y 90 había más aeropuertos con vuelos regulares que en 2019”, comenta el abogado especializado en derecho aeronáutico Diego Fargosi, socio del estudio Fargosi y Asociados.
Franco Rinaldi, especialista y asesor en el mercado aerocomercial, aporta otra estimación que estremece: “Me animo a decir que se está volando, sumando lo doméstico con lo internacional, menos que durante la hiperinflación de Alfonsín y la de Menem”.
El país también queda mal parado en la comparación con la caída promedio regional ocasionada por la pandemia. Según la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), la baja de pasajeros en la región en febrero de 2021, respecto de igual mes de 2020, fue de 56%, mientras que esa reducción en la Argentina en igual período fue de 75%, según la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).
Es más: de las cinco líneas aéreas que operaban dentro del país antes de la pandemia –Aerolíneas Argentinas, Jetsmart, Flybondi, Latam y Andes–, hoy solo quedan las tres primeras. Poco antes de la pandemia, Avianca Argentina y Flyest habían dejado de volar, mientras que Latam decidió abandonar el mercado, y Andes, pese a tener autorización, no volvió a operar.
Al mismo tiempo, se perdieron 20 aviones, entre la partida de Latam (14), la incertidumbre de Andes (3) y las reducciones de Flybondi (3), lo que implica un 20% menos. En el informe de la ANAC se puede ver también que en 2019 hubo 182.134 vuelos de cabotaje, cifra que se derrumbó a 55.160 en 2020 y que apenas va por 27.002 este año.
Rinaldi dice que, más allá del innegable impacto del Covid-19, “la devaluación apenas ganó Alberto Fernández en 2019 fue el comienzo de la crisis para la industria en la Argentina. El estado actual del sector se debe en parte a la pandemia, pero su gravedad está aumentada por una política errada e inconsistente para la industria aerocomercial. Falta de competitividad y altos costos estructurales, léase servicios de rampa, tasas aeroportuarias, impuestos y otros”, detalla.
En Aeropuertos Argentina 2000 cuentan que, en lo que respecta estrictamente a pasajeros de cabotaje, en diciembre de 2019 eran 1,1 millones, entre Ezeiza y el Aeroparque, mientras que en diciembre de 2020 fueron solo 186.000.
El aeropuerto de Córdoba, que crecía a gran ritmo antes de la pandemia, refleja parte del retroceso que vive la actividad aerocomercial en el país: el ente provincial Córdoba Turismo indicó que hasta la pandemia desde ahí se volaba a 18 destinos nacionales y 11 internacionales. “De los primeros solo quedan siete y de los segundos, ninguno”, informaron.
En tanto, la Coordinación de Comunicación del Aeropuerto Internacional de Rosario (AIR) cuenta que lejos se está hoy de retomar el ritmo que había hasta el 19 de marzo de 2020, cuando operaban allí Aerolíneas Argentinas (con vuelos a siete destinos), Flybondi (dos frecuencias semanales a Salta y dos a Iguazú), Jetsmart (dos frecuencias semanales a Iguazú, dos a Mendoza y dos a Neuquén), Gol (nueve frecuencias semanales a Río de Janeiro), Latam (siete frecuencias semanales a Lima) y Copa Airlines (siete frecuencias semanales a Panamá). Al retomar su actividad, en noviembre de 2020, el AIR tiene solo dos compañías aéreas: Aerolíneas Argentinas y Jetsmart.
En Jetsmart, que actualmente tiene una flota de cuatro aviones y vuelos desde el Aeroparque hacia distintas provincias, afirman que la incertidumbre que existe a partir de la pandemia, las restricciones a la circulación y la falta de turistas extranjeros genera una crisis en la demanda, sumado a que estacionalmente siempre hubo una baja importante entre abril y junio.
No todo es culpa del Covid. El sector padece desde hace décadas serias deficiencias, por cuestiones propias y por problemas de la economía general. Un dato basta para graficarlo: un estadounidense viaja en avión cinco veces promedio por año (1300 millones de pasajeros por año, en cabotaje), mientras que un argentino lo hace una vez cada cuatro años (13 millones de pasajeros por año, en cabotaje).