Dan más poder a las escuelas para convocar estudiantes
La Provincia comunicó precisiones para la nueva etapa de actividades presenciales.
A una semana de que la Subsecretaría de Educación bonaerense autorizó que las escuelas en zonas de alarma epidemiológica convoquen a alumnos que deben reforzar contenidos, una comunicación enviada ayer a esas instituciones las habilita a establecer la periodicidad y la duración de los encuentros.
Sucedió luego de cierta tensión entre directivos de colegios e inspectores, cuando estos últimos definieron en cada distrito cómo deberían ser las actividades de vinculación para aquellos estudiantes con discapacidad, con problemas de conectividad o que no lograron los objetivos de aprendizaje previstos en el ciclo lectivo 2020.
La comunicación original no fijaba horarios; planteaba que los equipos directivos tienen que planificar actividades con dotaciones mínimas para trabajar de forma rotativa en encuentros individuales o con “grupos muy reducidos” de alumnos. Luego, los inspectores de cada región interpretaron la norma y definieron horarios y capacidades que variaban de un lugar a otro, para confusión de las escuelas.
“Nos autorizaron que vengan por media hora, ¿qué diferencia haría si pudieran ser dos horas, si son cuatro alumnos en un aula enorme?”, se preguntó un directivo de un colegio de la zona norte del conurbano que prefirió el anonimato.
Según la nueva comunicación de la Dirección General de Cultura y Educación, el objetivo es que las citas entre docentes y alumnos se usen para repartir actividades impresas, esclarecer consignas de trabajos, entregar correcciones y realizar orientaciones pedagógicas para que los estudiantes puedan continuar las tareas en sus hogares. También se podrán entregar libros de texto y juegos didácticos que contribuyan al quehacer escolar.
Según informó en su comunicado la Subsecretaría de Educación, otorga en comodato a docentes y estudiantes el equipamiento informático que poseen las escuelas.
Consultados por la nacion, distintos directivos de colegios del conurbano compartieron su intención de ampliar el esquema de presencialidad acotada que sus escuelas habían organizado a partir de la comunicación del lunes de la semana pasada. Pero para ello, señalan, primero deberán llegar a acuerdos con los inspectores, tal como aclara el nuevo documento.
“La idea de los colegios es poder llegar a la mayor cantidad de chicos posible, dentro de los que permiten los comunicados”, señaló Gerardo Tumini, director general del Colegio Los Molinos, de Munro. Y agregó: “La semana pasada, los inspectores interpretaron el comunicado de una manera muy restrictiva: nos dijeron que podían venir grupos de cinco alumnos por un máximo de media hora. Ahora que salió una nueva normativa, queremos volver a hablar con los inspectores para ver si podemos ampliar esto”.
Entre anteayer y ayer, ese colegio recibió cuatro grupos de cuatro alumnos de primer grado. La institución considera que los alumnos del primer ciclo de primaria son la prioridad porque no tienen incorporados los hábitos para estudiar.
Para Teresa De Stefano, directora de Relaciones con la Comunidad del colegio Northlands, “ahora somos los colegios y los inspectores los que tenemos que definir los horarios y los grupos para hacer los encuentros presenciales. Es muy importante. Los inspectores conocen bien de cerca la realidad de los colegios que tienen a cargo”.
Las salas de 2 y 3 años no están incluidas en las nuevas medidas. Para Silvina Mambrin, directora del jardín de infantes Mi Casita, en Lanús, “los comunicados nos parecen muy acotados. Los que más necesitan la presencialidad son los chicos de 2 y 3. Solo la mitad de ellos participan de los Zoom y muchos están teniendo regresiones”, cuenta la directiva.
Lo mismo destacan desde la Asociación de Colegios Privados de la Provincia de Buenos Aires (Aiepba). “En los niveles maternal e inicial se necesita un contacto que permitan la estimulación, el diagnóstico precoz de situaciones, y el acercamiento de niños que sostenga la vinculación con la institución –afirma Martín Zurita, director ejecutivo de esa entidad–. Las vulnerabilidades se manifiestan en los aprendizajes, y en las consecuencias psicosociales del distanciamiento que las medidas sanitarias generan”.