Reparto de fondos: la Nación castigó a la Ciudad
La caída de giros a Larreta se contrapone con el aumento que recibieron Neuquén, Córdoba, San Luis y Santa Fe
CÓRDOBA.– Los recursos girados por la Nación a las provincias en el primer cuatrimestre –entre copartipación y transferencias discrecionales– son un 6% más altos que en 2019 en términos reales, esto es, contemplando la inflación, y un 9% más que el año pasado. Un oxígeno financiero importante para los gobernadores. En ese global, las ganadoras fueron Neuquén (con un crecimiento real del 29% ), Córdoba (25%) y San Luis y Santa Fe (20%).
La ciudad de Buenos Aires es la gran perdedora del reparto de recursos de la Casa Rosada, con una caída real del 32%. Con subas reales, pero menores al resto, quedaron Buenos Aires (2%), Santa Cruz (8%) y Entre Ríos y Salta (9%). Las transferencias por todo concepto sumaron $97.000 millones más que entre enero y abril de 2020 y $63.000 millones más que en 2019.
Los datos se desprenden de un informe elaborado por Nadin Argañaraz y Ariel Barraud, del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf ), quienes subrayan que la mejora del 16% real de la coparticipación fue suficiente para que no haya bajas en el total de envíos cuatrimestrales. La excepción es la ciudad de Buenos Aires, donde el aumento del 109% de los fondos no automáticos –recibe un monto fijo para seguridad por el recorte de la coparticipación– no pudo cubrir el desplome de los otros giros, que fue de 53%.
Los fondos que se envían por fuera de la coparticipación –que en 2020 fueron claves para que las provincias no entraran en crisis por la caída de la recaudación– disminuyeron en la comparación interanual en 17 distritos. La mayor diferencia respecto de un año atrás es que la administración de Axel Kicillof perdió peso de manera significativa en el reparto de la torta, cuando había sido la gran privilegiada a la hora de recibir recursos nacionales.
Si se consideran solo las transferencias discrecionales, más allá de CABA, los únicos distritos que salieron ganando fueron Neuquén, que recibió 92% más de transferencias no automáticas que un año atrás; Córdoba (64%); La Rioja (16%); San Luis (7%); Formosa (2%), y Santa Fe (1%). Dentro de ese grupo, los gobernadores de Neuquén, Omar
Gutiérrez, y Córdoba, Juan Schiaretti, mantienen un vínculo institucional con la Casa Rosada, pero no son aliados incondicionales.
En contrapartida, las provincias más perjudicadas fueron Catamarca, Tucumán, Jujuy y Mendoza –dos mandatarios aliados, dos opositores–, donde los giros no automáticos cayeron entre 61% y 65%.
El análisis del Iaraf de la coparticipación repasa que abril de 2020 fue el “piso” de estas transferencias a las provincias, ya que la cuarentena cerrada pegó de lleno en la recaudación de los impuestos coparticipables como IVA y ganancias.
Por esa excepcionalidad, hay una comparación con 2019 de la que surge que, salvo enero, el resto de los meses fueron mejores este año. Así, en el acumulado al primer cuatrimestre, las provincias recibieron en conjunto $1,03 billones, $141.000 millones más que en 2020 y $37.000 millones más que en 2019.
Este crecimiento se da a pesar de la modificación legal que implicó la caída del coeficiente de coparticipación de CABA, cuya participación en el reparto automático de fondos federales fue rebajada primero –por decreto– un 1,18% (esa partida se derivó a la provincia de Buenos Aires) y, después –por ley– recortada en 0,92%. Esa norma estableció que Horacio Rodríguez Larreta recibe una transferencia fija equivalente a $25.500 millones anuales a cuenta del arreglo que comenzaron a discutir con Nación hace unos días.
En el caso de los envíos discrecionales, a la inversa de la coparticipación, tuvieron un máximo en abril de 2020. El Iaraf entiende que, en la medida en que las restricciones por la segunda ola no alcancen la rigurosidad del año pasado, esos envíos no crecerían fuerte.
Por estas razones, en el primer cuatrimestre, los giros por fuera de la coparticipación fueron 29% inferiores en términos reales a igual lapso de 2020. En lo que va de este año se enviaron a las provincias $44.000 millones menos. Si la comparación es con 2019, “año no pandémico”, el alza es de $27.000 millones (34% más). De allí también la mayor resistencia que –salvo contadas excepciones– ofrecen los gobernadores a plegarse a las restricciones que la Casa Rosada intenta hacer cumplir en el área metropolitana.