Rusia acusa a Occidente de declarar la “guerra híbrida total”
Mientras se intensifican los combates en el este ucraniano, el Kremlin advirtió que el desafío de EE.UU. y otras potencias “tendrá consecuencias para todos”; Putin calificó como un “error” el posible ingreso de Finlandia a la OTAN
KIEV.– El Kremlin reaccionó ayer airadamente a un compromiso de Estados Unidos y otras potencias de incrementar la ayuda a Ucrania y las sanciones a Rusia, denunciando que Occidente le declaró una “guerra híbrida total” a su país, lo cual “tendrá consecuencias para todos”.
“Es difícil predecir cuánto durará la guerra híbrida total que declaró Occidente colectivamente contra nosotros, pero está claro que las consecuencias las sentirán todos, sin excepción”, afirmó el canciller ruso, Sergei Lavrov, desde el Consejo de Política de Defensa.
“Hicimos todo lo posible para evitar una confrontación directa, pero se lanzó un desafío y nosotros, evidentemente, lo aceptamos. No nos resultan ajenas las sanciones. Siempre estuvieron de una forma u otra”, agregó el diplomático.
Además, se dijo sorprendido por el “brote rusófobo absolutamente cavernoso” y denunció que Rusia está siendo víctima de un “auténtico robo” por estas sanciones.
Sus comentarios se dieron después de una reunión de los ministros de Relaciones Exteriores del G-7, donde suscribieron una declaración en la que afirmaron que seguirán ejerciendo presión económica sobre Rusia.
El grupo formado por Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Francia e Italia también respaldó la concesión de más ayuda y armas a Ucrania, y la aceleración de sus esfuerzos para “poner fin a la dependencia del suministro energético ruso”.
“Reafirmamos nuestra determinación de seguir incrementando la presión económica y política sobre Rusia, continuando con la actuación en unidad”, dijeron los ministros. La declaración de la diplomacia occidental se sumó a una situación militar compleja. Los combates arrecian en las regiones de Lugansk y Donetsk, ambas en la cuenca minera del Donbass, controlada parcialmente desde 2014 por separatistas prorrusos y objetivo central del Kremlin. El Estado Mayor ucraniano aseguró ayer haber repelido diez ataques en esas regiones en 24 horas.
Según un responsable estadounidense, las tropas rusas no logran “conquistas significativas”. “La artillería ucraniana contrarresta los esfuerzos rusos para ganar terreno”, agregó.
El jefe de la inteligencia militar ucraniana, Kyrylo Budanov, dijo entrever incluso una derrota de las tropas rusas. La victoria ucraniana “no será fácil” pero habrá “un punto de inflexión en agosto” y estará “concluida antes de fin de año”, dijo Budanov a la cadena Sky News.
Escasas victorias
Las victorias rusas desde el inicio de la invasión se limitan a la ciudad meridional de Kherson y a la conquista casi total de Mariupol (sureste). En el noreste, las tropas ucranianas aseguran que están recuperando terreno alrededor de Kharkiv, la segunda ciudad del país.
El gobernador de la región del mismo nombre, Oleh Synyehubov, dijo que los rusos estaban retrocediendo y que la gente estaba comenzando a regresar a sus hogares.
“Los rusos bombardeaban Kharkiv constantemente porque permanecían muy cerca de la ciudad”, señaló el gobernador. Y agregó que, debido a los esfuerzos de las tropas ucranianas, las fuerzas enemigas “se retiraron lejos del área de la ciudad en dirección a la frontera rusa”.
La presión a distintos niveles sobre Rusia y sus objetivos militares creció también con la aceleración de los trámites de Suecia y Finlandia para su ingreso a la OTAN, una doble adhesión que Moscú intenta bloquear con amenazas y acciones directas.
Putin ordenó invadir Ucrania para derrocar al gobierno que definió como “neonazi” e impedir una eventual ampliación de la OTAN hacia el este. Pero la operación militar desató temores en otros países y llevó a Finlandia y Suecia a plantearse ingresar en esa alianza militar transatlántica, liderada por Estados Unidos.
Moscú amenazó el jueves con responder con medidas “técnico-militares”, sin precisar cuáles, contra los dos países escandinavos. Y ayer suspendió sus entregas de electricidad a Finlandia, que suponen cerca del 10% del consumo del país nórdico, alegando facturas impagas.
El Kremlin informó además que Putin le dijo ayer a su homólogo finlandés, Sauli Niinisto, durante una conversación telefónica, que el abandono “de su política tradicional de neutralidad militar sería un error, ya que no hay amenazas para la seguridad de Finlandia”.
“Tal cambio en la política exterior del país podría hacer que se vean afectadas negativamente las relaciones ruso-finlandesas, que se construyeron con un espíritu de buena vecindad y asociación durante muchos años y fueron mutuamente beneficiosas”, agregó.
Por otra parte, el gobierno turco se dijo abierto a dialogar sobre la adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN, pese a considerar que los dos países nórdicos son santuarios de “organizaciones terroristas” kurdas.
“Se trata de temas que debemos evidentemente abordar con nuestros aliados en la OTAN y con esos países”, dijo el canciller turco, Mevlut Cavusoglu.
El presidente Recep Tayyip Erdogan había expresado su oposición anteayer a la incorporación de los dos países. La aceptación de nuevos miembros a la OTAN debe ser votada por unanimidad.ß