Tener computadora, un baño y comida. Los derechos más desiguales entre los niños
Según un informe del Barómetro de la UCA, estas son las brechas más profundas en la Argentina entre los que más y menos tienen
Mucho antes de la pandemia, la pobreza infantil en el país ya era una tragedia. Los números gritaban que más de la mitad de los chicos tenían sus derechos básicos vulnerados, pero nadie parecía escucharlos. Pero en 2020 llegó el tsunami del Covid, que arrasó con aquellos hogares que ya venían sufriendo hambre, frío y falta de acceso al agua, entre otras privaciones. Una vez pasadas las grandes olas, debajo quedaron los cimientos destruidos de un país que duele.
la nacion recorrió algunas de las zonas más vulnerables de Formosa, Jujuy y Córdoba para el proyecto Hambre de Futuro y se encontró con chicos a los que la urgencia golpea por todos lados.
Lo que sostiene Ianina Tuñón, investigadora responsable del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia de la UCA, es que hubo un retroceso en muchas áreas y que 2020 muestra un nuevo pico en la medición de la pobreza multidimensional infantil, que hoy está en un 64%.
“En 2021 algunos de los indicadores mejoran pero otros tantos no, como, por ejemplo, en aspectos vinculados con la inseguridad alimentaria y la estimulación de niños pequeños. También crecieron los indicadores de maltrato infantil”, señala Tuñón.
Para Gabriel Lerner, Secretario Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, los millones de niños y niños en la pobreza y la indigencia son el principal desafío en materia de niñez y adolescenciaen el país .“probablemente en la Argentina sean pocos los niños o niñas que no acceden al plato de comida, pero está claro que la calidad alimentaria es baja. En los sectores de pobreza más extrema el acceso al agua potable y a las cloacas es un tema de singular trascendencia y con alto impacto en la salud”, reconoce el funcionario.
Cristian (13) y Josué (11) Oña viven en el barrio El Milagro, en Santa Clara, Jujuy. Todas las tardes se acercan al merendero de Cáritas para retirar la comida para ellos y para sus hermanos. “Desde hace añísimos que vamos al merendero. Empezó el primero de bebé y ahora van los cuatro”, dice Valeria Subelza, su mamá.
Las áreas más críticas
Pero ¿qué pasa cuando miramos estos datos en clave de desigualdad? Los números indican que en términos de brechas entre los que más y menos tienen las áreas más críticas en el país son en el espacio de la información (26 veces), la alimentación (10 veces), el saneamiento (6 veces) y la vivienda (4 veces). Esto quiere decir que los chicos de los hogares más pobres tienen muchas menos posibilidades de tener internet, de cubrir todas las comidas y de tener inodoro que aquellos de hogares con mejores ingresos.
A la hora de interpretar estos números, Tuñón aporta tres datos claves. El primero es que las brechas de desigualdad social suelen ser estables en la mayoría de los indicadores. El segundo, que en aquellos indicadores en los que hay una disminución de las desigualdades se debe a una mayor privación en los estratos más altos y no a una mejora en los más pobres. “Esto se observa mucho en indicadores de educación y estimulación, y en estas áreas podemos decir que todas las infancias son más pobres”, señala la especialista.
Y tercero, que en los casos en los que las diferencias son muy grandes es porque en los estratos más altos no existe déficit. Esto es lo que sucede, por ejemplo, con el acceso a computadoras y conectividad.
En términos geográficos, las infancias de las regiones del AMBA, NOA y NEA son las más afectadas. Aurelina Quiroga se pone a llorar cuando habla de cómo vive con sus cuatro hijos en la comunidad kilómetro 14, enlazo na de Las Lomitas, en Formosa. “Tengo que elegir entre la comida de mis hijos y los materiales para mi casa”, cuenta.
La desigualdad está presente en todas las regiones, pero en algunas pisa con más fuerza. Este es el caso de la ciudad de córdoba, en donde hasta hace unas semanas No eliaAgu ir re vivía amontonada con su marido y sus tres hijos en una casilla. “Mis hijas siempre se enfermaban”, dice Noelia.ß