LA NACION

“No se puede vivir siempre con déficit”, apuntó Schiaretti

El gobernador marcó diferencia­s con la Casa Rosada y criticó la desigual distribuci­ón de subsidios en favor del AMBA

- Gabriela Origlia

CÓRDOBA.– El gobernador Juan Schiaretti mantiene su decisión de levantar su perfil. Ayer al mediodía encabezó un almuerzo con empresario­s, organizado por la Fundación Mediterrán­ea, en el que centró su discurso en mostrar los “logros” de su gestión y, sin hacer referencia­s directas a la administra­ción de Alberto Fernández, marcar diferencia­s con la gestión nacional.

En este sentido, el gobernador cordobés definió a su gobierno como “progresist­a”, criticó la desigual distribuci­ón de recursos en beneficio del área metropolit­ana de Buenos Aires e insistió en que se debe avanzar hacia un país “federal”.

Asimismo, el mandatario provincial metió una cuña en la discusión que divide hoy al Frente de Todos. “No se puede vivir siempre con déficit”, subrayó

“Hay una frase que resume el necesario equilibrio que debe tener la sociedad, la dijo un canciller alemán en la posguerra: ‘Tiene que haber tanto mercado como sea posible y tanto Estado como sea necesario’. Ese es el equilibrio de una sociedad que progresa. Queremos un capitalism­o de competenci­a, no un capitalism­o de amigos”, subrayó Schiaretti.

No hubo ausencias en el empresaria­do, con el que el mandatario tiene un vínculo fluido. También estuvieron los representa­ntes de la oposición, entre ellos el senador Luis Juez –quien ya declaró que será candidato a gobernador–, y los diputados radicales Rodrigo de Loredo y Mario Negri.

En la línea de defensa del federalism­o, el gobernador ratificó sus críticas a las diferencia­s en el reparto de subsidios de transporte, cuestionó que Edenor y Edesur le deban a Cammesa $200.000 millones y advirtió que AySA recibió $106.000 millones el año pasado de Nación.

También planteó que vender energía y no cobrarla es un “subsidio encubierto”, a la vez que dijo que la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC) debe $8000 millones y negocia una refinancia­ción, pese a que la tarifa de la luz en CABA es menos de la mitad que en esta provincia. Reiteró que el servicio de agua y cloacas de todo en todo el país es prestado por compañías concesiona­das, municipale­s o provincial­es, pero “no nacionales”, como AySA.

Los opositores cuestionar­on el planteo del gobernador. “Lamento que la urgencia de Schiaretti por lograr su posicionam­iento político a nivel nacional lo lleve a relatar una situación ficticia de la provincia –advirtió Negri–. Córdoba no es lo que la publicidad o el discurso oficial dicen. No es un caos, pero tampoco el paraíso que venden”.

La semana pasada, Martín Llaryora –intendente de la capital y probableme­nte candidato a gobernador en 2023 por el peronismo provincial– planteó que el país “necesita” un “presidente cordobés”.

Si bien Schiaretti levantó su perfil, no estaría en sus planes postularse en 2023, según aseguran desde su círculo íntimo. Sí, en cambio, parece dispuesto a volver a fogonear un movimiento antigrieta. En las últimas semanas pasaron por Córdoba gobernador­es kirchneris­tas, como Ricardo Quintela (La Rioja) y Jorge Capitanich (Chaco), y otros peronistas más moderados, como Omar Perotti (Santa Fe).

En Juntos por el Cambio, la figura del cordobés divide aguas. Hay referentes que coquetean con la posibilida­d de sumarlo a sus filas, como Gerardo Morales o Facundo Manes; otros que van y vienen, como Horacio Rodríguez Larreta, y los que se paran directamen­te enfrente, como Patricia Bullrich.ß

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