Siembra. Recomendaciones para los granos gruesos en otro ciclo lleno de desafíos
La falta de humedad en varias regiones obliga a llevar adelante esquemas de implantación en el maíz y la soja que requieren mucha atención; estrategias para la fertilización y la comercialización de la producción
La sequía que afecta desde hace tres años amplios sectores del territorio nacional tiene mayor gravitación en el NOA, NEA, Córdoba, La Pampa, San Luis y norte y oeste de Buenos Aires. Otras zonas han sufrido inconvenientes en menor medida, como el sudeste bonaerense, tanto en la región costera como en la serrana, y el este de Entre Ríos.
Para hacer frente a estas deficiencias de humedad, valen las siguientes recomendaciones de técnicos de la consultora Az-group. Para los productores de granos gruesos, la primera sugerencia es mantener los suelos limpios con barbechos flexibles, que permitan migrar de un cultivo a otro según las lluvias de las próximas semanas.
“Quienes tenían programada la siembra de maíz temprano deberán correrla hacia adelante, algo que también podrá aplicarse a quienes cuenten con semilla de girasol, que podría implantarse hasta mediados de noviembre, una práctica no habitual en años de lluvias normales” aconseja Sebastián Salvaro, director de la consultora.
Por otro lado, en un año donde los rindes proyectados de maíz serán menores a los de tendencia, es razonable revisar las dosis de nitrógeno y de fósforo por aplicar, al tiempo de adaptar la densidad de siembra. Salvaro también aconseja evaluar los nuevos híbridos que ofrecen los semilleros, con más plasticidad y adaptación a un clima adverso como el que se pronostica para la campaña 2022/23. También habría que considerar las nuevas variedades de soja tolerantes a varios herbicidas, no solo al glifosato, para el control de malezas resistentes.
Por su parte, Matías Amorosi, gerente general de la consultora, observa que casi todos los agricultores se preguntan qué hacer con el plan de siembras proyectado, ante el clima hostil actual y con perspectivas de pocos cambios en las próximas semanas. “Los perfiles secos obligaron a replantearse las siembras tempranas de maíz para desplazarlas a un momento con mejores condiciones para la germinación. Se necesita recargar el perfil para animarse a arrancar la campaña teniendo en cuenta que los veranos normalmente son duros en materia de precipitaciones”, recuerda.
Así, muchos productores reprogramaron los maíces tempranos para pasarlos a tardíos o a algún cultivo alternativo que demande menor consumo de agua.
Amorosi también tiene muchas dudas con los cultivos de segunda. “Los trigos y las cebadas están consumiendo toda la humedad del suelo y la soja o el maíz siguientes quedarían muy condicionados en su desarrollo. Entonces, será muy difícil que los productores se arriesguen a un cultivo de estas características si no cambian las condiciones climáticas, algo que repercutirá en la producción nacional de la oleaginosa”, adelanta.
Producción
Según Salvaro “será muy difícil acoplar el volumen de maíz disponible con el inicio de la campaña 2022/23, que empezará efectivamente en junio-junio, con el maíz tardío, en vez de marzo-abril”. En ese escenario previsto, los productores deberán estar muy atentos al presupuesto financiero. Posiblemente, el maíz tardío se cosechará en medio de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias de 2023, cuando puede haber bastante volatilidad en los precios. Entonces, podría pensarse en ir tomando coberturas con precios de 219-220US$/T para esa época. A los pocos que hayan podido sembrar temprano por disponer de humedad y ofrecerán maíz en marzo-abril le convendría esperar, porque se prevé un mercado tirante para esa época.
Con relación a la soja, Sebastián dice que las empresas están tratando de ver cómo llevar sus necesidades financieras hasta el resultado de las elecciones de 2022/233, salvo que haya una devaluación en el medio, con la cual se gatillarán ventas como ocurrió con la aparición del dólar-soja.
Amorosi aconseja que “en un contexto enrarecido por la sequía será conveniente hacer un uso fluido de los mercados de futuro, para cubrirse comercialmente sin comprometer producto físico; más que nunca, las coberturas deben ser elásticas, con posibilidades de recuperación”.
“Se sabe que el ingreso de la empresa es consecuencia del rinde por el precio obtenido. Si se reducen los kilos producidos debería subir el precio. Entonces, habría que tomar coberturas con posibilidad de corrección al alza, como un put o una venta futura más compra de call”, recomienda.
También habrá que vigilar los costos de producción para no excederse innecesariamente y se produzca una combinación negativa de gastos altos con rindes bajos.
Jeremías Battistoni, otro integrante de la consultora, aconseja tener cuidado con la comercialización del maíz tardío. “Es previsible que haya una gran presión de entregas en junio-julio de 2023 y eso juegue en contra del productor. Hoy se vislumbra esa tendencia, al constatar que por el maíz Abril se ofrecen 245US$/T vs 220 del correspondiente a la posición Julio.
La situación contraria podría darse con el girasol. “En Charata (provincia del Chaco) y en Quimilí (Santiago del Estero) se pudo implantar muy poca superficie con la oleaginosa”, observa Battistoni, quien vio en muy mal estado los pocos lotes nacidos. Esa realidad, más las dificultades para implantar el cultivo en otras zonas y para comprar semilla (solo se consiguen algunas bolsas devueltas por los productores de Chaco y de Santiago) tornan muy difíciles de cumplir las estimaciones preliminares de una siembra nacional de dos millones de hectáreas.
También anticipa la probabilidad que se mantengan las primas de precios en los puertos del sur de la provincia de Buenos Aires como consecuencia de las perspectivas de pocas lluvias en los afluentes del Paraná.
Al analizar la estrategia de provisión de insumos, Diego Curat, otro director de la consultora, afirma que “quien no los compró anticipadamente, puede ir adquiriéndolos sin apuro, en la medida que el clima permita avanzar con las labores”. La recomendación es particularmente aplicable a los fertilizantes.
Diego coincide con Salvaro en la necesidad de prestar mucha atención al presupuesto financiero.ß