LA NACION

De la recorrida turística a la pista, los 200 km ofrecen un nuevo sello

Con 19 binomios, repartidos en nueve equipos y siete marcas, el autódromo de Buenos Aires será el escenario de la tradiciona­l carrera del TC2000; el protagonis­mo de los pilotos invitados

- Alberto Cantore

Un clásico del calendario del automovili­smo nacional, pero que ofrecerá modificaci­ones en el formato. Una competenci­a singular, con la que el TC2000 innovó en 2004 y que solamente dos veces cambió de escenario, cuando se trasladó a La Plata y a Toay. Los 200 Kilómetros de Buenos Aires son un sello distinguid­o y la décima fecha de la temporada empezará a perfilar a los reales candidatos para la corona. A esa aventura que forjaron los pilotos durante nueve carreras se treparán los invitados, aquellos que completan el binomio y sobre los que recaerá un protagonis­mo particular, en comparació­n de los anteriores años. Seis campeones, diez ganadores, nueve equipos, siete marcas… y el autódromo Oscar y Juan Gálvez como escenario de una fiesta que regalará detalles como la presencia de autos históricos, modelos que engrandeci­eron a la categoría y con las que vibraron los fanáticos.

Un paseo por Buenos Aires, en un bus del Gobierno de la Ciudad, y paradas en espacios que son emblemátic­os para los turistas como para el automovili­smo, la singular presentaci­ón oficial. La sede del Automóvil Club Argentino, donde pilotos como Agustín Canapino y Julián Santero se hicieron cargo de los surtidores y cargaron combustibl­e en los vehículos de la estación de servicio YPF que está sobre la avenida del Libertador y la calle Pereyra Lucena, el primer stop; el Obelisco, la facultad de Derecho y el monumento a la Flor compusiero­n el póquer de visitas, donde los pilotos ensayaron las fotos de promoción. El recorrido se inició y terminó en el Planetario Galileo Galilei, donde quedó formalizad­o el lanzamient­o. Desde ahora todo se desarrolla­rá en la pista con los entrenamie­ntos, la clasificac­ión, la Carrera Sprint y los soñados 200 Kilómetros.

El campeonato lo encabeza Leonel Pernía (Renault Fluence), con 228 puntos; Canapino (Chevrolet Cruze) es el inmediato perseguido­r, a 25 unidades de diferencia. Bernardo Llaver (Chevrolet Cruze) -199- y Julián Santero (Toyota Corolla), 198, completan el cuartero que tiene mayores posibilida­des de ganar el título. El líder del certamen repetirá fórmula y estará acompañado por Antonino García, con el que se impuso en 2021; junto con Canapino, campeón defensor, estará Christian Ledesma, con el que compartió equipo en el pasado. “Es un honor, un privilegio que haya aceptado la invitación. Es un referente del que aprendí muchísimo: le tengo mucha confianza, porque tiene talento, experienci­a y vigencia. Sueño ganar la carrera con él”, comentó Canapino. “Es una gran responsabi­lidad desde que se acepta correr: se están definiendo el calendario y estas carreras son determinan­tes para el campeonato. Y ahora le agregaron el ingredient­e del Sprint. Obviamente que yo hace bastante que no me subo a estos autos y cuando manejaba eran otros reglamento­s, pero esperemos cumplir con las expectativ­as”, agregó Ledesma, el marplatens­e que confesó que nunca había visitado el Planetario porteño y que toma el desafío por una tarea emocional más que deportiva.

“La invitación vino por una charla con Guillermo Cruzzetti –director técnico del equipo oficial Chevrolet–, aunque mis vivencias con Agustín, al que conozco de cuando empezó y con el que compartí muchos años, por la relación que tuve con su padre [Alberto falleció en febrero de 2021], influyeron. En lo personal fue una grata sorpresa, porque él me lo pidió: tiene un valor sentimenta­l y personal muy grande, es muy emotivo. Lo consulté con mi familia y no dudaron un segundo en decirme que debía correr, porque yo tenía dudas por la responsabi­lidad: a los 46 años no tengo muchas ganas de asumir compromiso­s como el que terminé asumiendo. Lo hice por todo lo que fue para la relación con Alberto y Agustín, con Chevrolet…”, le señaló Ledesma a la nacion, durante el paseo.

Una de las carreras más dramáticas y emotivas de los 200 Kilómetros de Buenos Aires lo tuvo a Ledesma como protagonis­ta, que nunca ganó como titular, pero se desquitó como invitado. Cinco años atrás, fue convocado por Emiliano Spataro –en 2022 conformará binomio con Norberto Fontana en un Fiat Crono del FS Motorsport– y en el final del ensayo del viernes protagoniz­ó un despiste que destrozó el Renault Fluence. “Un fin de semana de mucho estrés y emoción. Yo hacía un año que no estaba más en la categoría y Maxi Juárez, Sergio Poltze y Emiliano me insistiero­n tanto que acepté. Como era un auto nuevo me dijeron que hiciera como un desarrollo, porque no habían tenido tiempo para pruebas, y se los terminé destrozand­o. El recuerdo no es bueno, más allá de que ganamos la carrera”, señaló Ledesma, que la última vuelta la vivió en soledad y llorando de emoción en el garaje.

Las restantes espadas de Chevrolet en Buenos Aires serán Llaver y el uruguayo Santiago Urrutia, mientras que Toyota Gazoo Racing Argentina convocó a un multicampe­ón para acompañar a Santero: Matías Rossi, que esta temporada solo compite en Turismo Carretera y en el Stock Car, de Brasil –su idea es continuar en 2022 con las mismas categorías– es el invitado del mendocino. Será la segunda oportunida­d del Misil como invitado, ya que en 2004 se estrenó en la categoría en los 200 Kilómetros de BA junto con Guillermo Ortelli, en un Peugeot 307 del EF Racing. “Lindas sensacione­s, porque hicimos una buena prueba en Córdoba antes de viajar. Con la expectativ­a de ayudar a Julián y al equipo, que están en una posición expectante en el campeonato. La carrera va a dar un quiebre para los que son candidatos, así que esperamos sumar buenos puntos”, comentó Rossi, que marcha tercero en el Stock Car y es parte de la Copa de Oro en el TC.

La actividad para los pilotos invitados será estratégic­a: dos entrenamie­ntos de 40 minutos, donde en el segundo podrán activar en cinco oportunida­des el Push to Pass –potencia extra de 40HP por un tiempo determinad­o en la vuelta– y así familiariz­arse con el sistema; la clasificac­ión se dividirá entre titulares e invitados y se realizará una sumatoria de tiempos, mientras que serán los encargados de manejar en la carrera Sprint, que determinar­á la grilla definitiva de los 200 Kilómetros. “Tenemos una incidencia mayor que en otros años. Para mí, como invitado, es buenísimo, aunque hay pilotos titulares que no están muy de acuerdo”, definió el Misil, cinco veces campeón del TC2000.

El domingo, desde las 12.12, serán 60 vueltas o un máximo de 90 minutos de carrera. El piloto que largue deberá manejar durante un mínimo de 20 y un máximo de 40 giros antes de entregar el auto a su compañero. Los equipos pueden ensayar más de un cambio de piloto, por necesidad o estrategia… Los 200 Kilómetros de Buenos Aires, una carrera con historia y un sello distintivo para el automovili­smo nacional.ß

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Los pilotos del TC2000 posan con el Planetario, un símbolo de la ciudad de Buenos Aires

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