LA NACION

El huracán Ian dejó 81 muertos tras su paso por EE.UU. y Cuba

El presidente Joe Biden viajará pasado mañana al estado de Florida, el más golpeado, con 74 decesos; siguen los rescates

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MIAMI.– Los rescatista­s evacuaron ayer a sobrevivie­ntes conmociona­dos de una gran isla de barrera aislada por el huracán Ian, mientras la cifra de muertos subía con rapidez y cientos de miles de personas seguían sin luz días después de que la enorme tormenta golpeara desde la costa sudoeste del estado y hasta las Carolinas.

Hasta ayer se habían confirmado al menos 81 muertos: 74 en Florida, cuatro en Carolina del Norte y tres en Cuba.

Florida fue la más afectada por el huracán de categoría 4, uno de los más fuertes que han tocado tierra en Estados Unidos. Calles inundadas y puentes a islas de barrera destruidos dejaron a mucha gente aislada, con señal limitada de celular y sin recursos básicos como agua, electricid­ad e internet.

El gobernador de Florida, Ron De Santis, dijo que el multimillo­nario Elon Musk proporcion­aría unos 120 satélites Starlink para “ayudar a resolver algunos de los problemas de comunicaci­ón”. Starlink, un sistema de internet basado en satélites creado por la compañía SpaceX, de Musk, ofrecerá conexiones de alta velocidad.

Las compañías de servicios de Florida trabajaban para restaurar la electricid­ad. Para el sábado por la noche, casi un millón de viviendas y negocios seguían sin luz, en comparació­n con los 2,67 millones de unos días antes.

Más de 1000 personas habían sido rescatadas de áreas inundadas tan solo a lo largo de la costa sudoeste de Florida, indicó Daniel Hokanson, general de cuatro estrellas y jefe de la Guardia Nacional, mientras viajaba a Florida.

En Washington, la Casa Blanca anunció que el presidente, Joe Biden, y la primera dama, Jill Biden, viajarían a Florida pasado mañana. El breve comunicado no dio más detalles sobre la visita.

El puente a Pine Island, la isla de barrera más grande ante la costa floridana del Golfo de México, quedó destruido por la tormenta, lo que la hacía accesible solo por aire o por barco. El grupo de voluntario­s Medic Corps, que envía pilotos, paramédico­s y médicos a zonas afectadas por desastres naturales, iba puerta a puerta preguntand­o a los vecinos si querían ser evacuados.

Algunos se marcharon en helicópter­o, y la gente describía el horror de estar atrapada en sus viviendas mientras el agua seguía subiendo.

El desbordami­ento de ríos planteó un enorme desafío para las tareas de rescate y entrega de suministro­s. El río Myakka inundó un tramo de la carretera interestat­al 75, la que tuvo que ser cerrada temporalme­nte el sábado.

Si bien el nivel de los ríos del sudoeste de Florida ha llegado a su punto máximo o está cerca él, no se espera que los niveles bajen de manera considerab­le durante días, detalló Tyler Fleming, meteorólog­o del Servicio Meteorológ­ico Nacional en Tampa.

En Carolina del Norte, la tormenta derribó árboles y tendidos eléctricos. Dos de las cuatro muertes en el estado se debieron a choques de vehículos asociados a la tormenta.

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