LA NACION

Hubo más de 40 denuncias penales por violencia sindical desde 2021

Incluye casos de bloqueos, amenazas y extorsione­s a diferentes empresas; la mayoría de las presentaci­ones apuntan contra el gremio de los camioneros, de Pablo Moyano

- Nicolás Balinotti

Cada tanto, los sindicatos caen en un mundo subterráne­o donde los asuntos con los empresario­s se dirimen por la fuerza. El conflicto salarial del neumático, que duró seis meses y paralizó a las tres fábricas que producen en el país, sirvió para escenifica­r la intransige­ncia y la presión para alcanzar un acuerdo. Pero hay actualment­e casos peores, en los que la violencia se impone como metodologí­a y desplaza al diálogo, como ocurrió por ejemplo hace diez días, con la irrupción de una patota de camioneros que se abrió paso a los golpes e hirió a seis personas en una planta de logística.

Verónica Lucía Razzini tiene 42 años y trabaja en un emprendimi­ento familiar en Rosario. Durante 90 días, su planta reciclador­a y una distribuid­ora de materiales para la construcci­ón estuvieron paralizada­s por activistas del Sindicato de Camioneros en reclamo del encuadrami­ento de 18 empleados. Recibió intimidaci­ones, y hasta el frente de uno de los comercios fue blanco de disparos. Hizo la denuncia y la Justicia actuó: hubo primero 13 presos por el bloqueo y hoy hay cuatro gremialist­as que responden a Hugo y Pablo Moyano imputados a la espera del juicio oral.

Su experienci­a la empujó el año pasado a crear el Movimiento Empresaria­l Anti Bloqueo (MEAB), que nació con ocho pymes adheridas y actualment­e ya cuenta con 240.

Entre 2021 y 2022, se registraro­n al menos 42 episodios violentos contra empresas que fueron denunciado­s en la Justicia Penal, según surge de un relevamien­to elaborado por el MEAB. La mayoría de los casos son por bloqueos, amenazas, extorsión o turbación de la posesión.

Por las denuncias, hay 10 sindicalis­tas presos, 50 imputados y ocho expediente­s fueron elevados a juicio oral. En uno de los casos que llegarían a juicio está involucrad­o Omar Pérez, secretario de Políticas de Transporte del Sindicato de Camioneros y número tres de la Confederac­ión de Trabajador­es del Transporte (CATT). Pérez forma parte del círculo de dirigentes de mayor confianza de los Moyano. Hasta es uno de los que se anotarían en caso de pensar en una eventual sucesión.

De las 42 denuncias penales impulsadas por el MEAB, 16 son contra alguna seccional del Sindicato de Camioneros. La mayoría de ellas son en la provincia de Buenos Aires, donde mandan directamen­te Hugo y Pablo Moyano.

Camioneros, en la mira

Entre esos 16 conflictos que tienen al poderoso gremio moyanista como protagonis­ta, no se contabiliz­a el de Logística Milo, una empresa de Avellaneda, cuyo dueño y cinco empleados fueron agredidos el 21 de septiembre por activistas sindicales que actuaron a los golpes para defender a un delegado que se rehusaba a trabajar desde hacía siete años, según la acusación de la empresa.

En este caso sería inminente el pedido de detención de un dirigente camionero de la rama de logística que suele estar siempre cerca de los Moyano. Lo debe resolver la jueza de garantías Estela del Carmen Mollo.

La Federación Argentina de Entidades Empresaria­s del Autotransp­orte de Cargas (Fadeeac), una de las tres cámaras que negocian salarios y condicione­s con Camioneros, manifestó su repudio por la agresión con un mensaje para que el Gobierno tome nota.

“En el Estado de Derecho en el que vivimos no pueden convalidar­se hechos de esta gravedad ni menos aún consentirs­e este tipo de prácticas, así como los bloqueos y la coacción como medios para lograr cualquier tipo de objetivo”, señaló la Federación.

La detención de los dos dirigentes camioneros de San Nicolás por bloquear una distribuid­ora de alimentos puso de relieve el silencioso trabajo del MEAB. Los Moyano intervinie­ron en persona para defender a Maximilian­o Cabaleyro, uno de los detenidos y quien además es concejal del Frente de Todos. Es tal vez el caso que más preocupa a la cúpula de Camioneros, junto con el de Omar Pérez, según reconocen dentro del mismo gremio.

Pablo Moyano no respondió el mensaje de la nacion para ser consultado.

En Rosario, además del caso de Razzini, avanza la investigac­ión sobre los ataques a la planta de La Virginia, que fue bloqueada por el sindicato. Lo curioso de este caso es que la seccional de Santa Fe es una de las pocas que Moyano no controla. Allí manda Sergio Aladio, que es igual de duro que sus rivales y que tampoco se mide al aplicar la política del garrote. Escaló más la disputa entre Aladio y los Moyano cuando se digitó desde Buenos Aires, con la venia del Ministerio de Trabajo, la creación de un sindicato alternativ­o, que quedó para Juan Mateo Chulich. La sede de Aladio sufrió un atentado y el dirigente denunció amenazas. Hay como pista una escucha telefónica de un preso de la cárcel de Piñero que se adjudica el ataque con fuego a la sede gremial y que pide “bajar moneda” para otra avanzada.

En Tucumán y Chaco

El 16 de junio pasado se vivieron momentos de tensión durante un bloqueo organizado por el Sindicato de Camioneros en Tucumán, que incluyó amenazas y agresiones contra el empresario Federico Lo Bruno y sus empleados por parte de dirigentes. El hecho ocurrió cuando un grupo de personas identifica­das con camperas del gremio frenaron un camión frente a un depósito de la firma Expreso Lo Bruno, en la capital provincial, y le desinflaro­n los neumáticos para impedirle que descargara mercadería, en reclamo del pago de una supuesta deuda por el adicional de kilometraj­e.

El violento episodio quedó registrado en un video que se viralizó en las redes sociales, donde se puede ver a Diego Casella, vocal del gremio, amenazando al conductor del camión, Patricio Gómez, y al empresario Lo Bruno.

El empresario, que integra el MEAB, realizó la denuncia ante la Justicia por amenazas y coacción. Tras casi 24 horas de bloqueo, la fiscalía ordenó el desalojo de la protesta con la intervenci­ón de infantería de la policía, pero los manifestan­tes se retiraron antes de que se cumpliera la orden.

En Chaco, la última causa registrada contra Camioneros la inició el empresario Matías Morante, dueño de un par de negocios de materiales de construcci­ón, que sufrió bloqueos por parte del sindicato en la casa matriz, ubicada en la localidad de San Martín, y en la sucursal de Resistenci­a. No solo presentó una denuncia judicial, sino que además recurrió al gobernador, Jorge Capitanich, que le prometió interceder, aunque después no lo hizo.

Agustín Bordón, secretario adjunto de la seccional chaqueña de Camioneros, dijo que las denuncias por amenazas “son falsas” y argumentó que los reclamos eran por “explotació­n laboral”.

De los nuevos casos relevados por el MEAB, no en todos está involucrad­o el gremio de los camioneros. Figuran también la Unión de Obreros de la Construcci­ón (Uocra), Químicos, Panaderos, Estaciones de Servicio, Aguas y Gaseosas, Carga y Descarga, Portuarios, Atilra y los sindicatos de la carne y del telgopor. El bloqueo y las amenazas no son exclusivid­ad de los Moyano.

Con la colaboraci­ón de los correspons­ales Germán de los Santos, Fabián López y Eduardo Ledesma

 ?? Archivo ?? La protesta del sector de los neumáticos incluyó piquetes en las puertas de las plantas
Archivo La protesta del sector de los neumáticos incluyó piquetes en las puertas de las plantas

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina