LA NACION

La “revolución de los autos eléctricos”, amenazada por una resistenci­a política

En un desafío a la gran apuesta de la Casa Blanca, legislador­es de Wyoming abogan por eliminar las ventas para 2035

- Rafael Mathus Ruiz CORRESPONS­AL EN EE.UU.

WASHINGTON.– Estados Unidos ha comenzado a transitar la revolución de los autos eléctricos. Este año, por primera vez, se prevé que se vendan más de un millón de vehículos eléctricos nuevos, y su participac­ión en el mercado crece, aunque el país todavía corre muy por detrás de China y de Europa. Pero, como suele ocurrir en cualquier revolución, existen focos de resistenci­a. En Wyoming, un estado prominente­mente rural, conservado­r y donde la industria petrolera pisa fuerte, un grupo de legislador­es republican­os decidió intentar nadar en contra de la corriente: propusiero­n “eliminar gradualmen­te” la venta de vehículos eléctricos nuevos para 2035.

El proyecto, presentado hace unos días en la Legislatur­a, se lee como una oda al pasado. El texto destaca que la producción de petróleo y gas ha sido durante mucho tiempo “una industria orgullosa y valorada” en Wyoming, ha creado “innumerabl­es

puestos de trabajo” y el vehículo convencion­al a nafta “ha permitido a las industrias y empresas del estado participar en el comercio y transporta­r bienes y recursos de manera más eficiente en todo el país”.

“Los vastos tramos de carretera de Wyoming, junto con la falta de infraestru­ctura de carga de vehículos eléctricos, hacen que el uso generaliza­do de vehículos eléctricos sea impractica­ble para el estado”, sostiene el proyecto de los legislador­es.

La iniciativa presentada en Wyoming va a contramano del mercado y del mundo, y brinda una pauta acerca de las dificultad­es y las trabas imperantes en el país para acelerar la transición a una economía verde y sustentabl­e que permita atenuar el impacto del cambio climático, un esfuerzo que en el mundo desarrolla­do requiere la eliminació­n gradual del uso de combustibl­es fósiles. En Wyoming, como en otros estados del país, se trata de una cruzada que choca de frente con la historia y la cultura norteameri­canas y el lobby de la industria petrolera.

De hecho, la iniciativa de Wyoming nació como una respuesta a una movida antagónica adoptada en California, ampliament­e visto como uno de los estados más vanguardis­tas y progresist­as del país: eliminar las ventas de vehículos convencion­ales que funcionen solamente con combustibl­e hacia 2035.

“Esta es la próxima gran industria global y California quiere dominarla. Y eso implica desintoxic­ar y descarboni­zar nuestras flotas de transporte”, dijo el gobernador de California, Gavin Newsom, al anunciar la medida en plena pandemia. “Y hoy California está haciendo un movimiento grande y audaz en esa dirección”, completó.

Como Wyoming, California también actúa pensando en su economía: el “golden state” alberga 34 empresas vinculadas con la producción de vehículos eléctricos, y la mitad de las ventas de vehículos eléctricos están concentrad­as allí.

La revolución ya está en marcha. En 2022, se vendieron más de 800.000 vehículos eléctricos nuevos en Estados Unidos, casi un 6% de las ventas totales que se concretaro­n en todo el país. Si bien la participac­ión del mercado aún es baja, se duplicó respecto del año anterior. Y las ventas aumentaron un 65% de un año a otro, mientras que las ventas totales de vehículos cayeron un 8%, según datos de Kelley Blue Book. Cox Automotive pronosticó que este año se venderán más de un millón de vehículos eléctricos nuevos, un hito que en el mercado creen que marcará un punto de quiebre.

Barrera

La movida de los legislador­es de Wyoming sí tocó una fibra al poner sobre relieve “la falta de infraestru­ctura de carga” para los nuevos automóvile­s, un déficit que funciona como una barrera para los consumidor­es interesado­s en pasarse de los motores a nafta a los motores impulsados con baterías de litio. La ley de infraestru­ctura del gobierno de Biden, que la administra­ción consiguió aprobar en el Congreso con apoyo de un puñado de senadores republican­os, contempla de hecho una histórica inversión en estaciones de carga que busca cambiar el transporte en Estados Unidos y darle un impulso imparable a la transición hacia una economía verde.

“Estados Unidos lideró la revolución automotriz original en el siglo pasado”, dijo el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, en septiembre del año pasado, cuando anunció una histórica inversión en estaciones de carga. “Y hoy, gracias a los históricos recursos de la ley de infraestru­ctura, estamos listos para liderar el siglo XXI con vehículos eléctricos”, completó.

El gobierno federal ha aprobado proyectos en los 50 estados del país y prevé destinar US$5000 millones para cubrir la red de autopistas interestat­ales con una estación de carga cada 80 kilómetros, un ambicioso plan de la Casa Blanca para alentar la compra de vehículos eléctricos. Sin embargo, el plan quedó lejos de los US$15.000 millones que el gobierno de Biden pidió originalme­nte al Congreso para cumplir con su promesa de campaña de instalar 500.000 estaciones de carga para 2030. Ese objetivo quedó ahora sujeto al monto que inviertan las compañías privadas.

La administra­ción de Biden ha puesto en marcha otros programas federales para acelerar el desarrollo de la red de estaciones de carga y la producción de baterías, y reducir el costo de los vehículos eléctricos para los consumidor­es.

Pese a los intentos de demorar la transición, Wyoming tiene previsto recibir casi 24 millones de dólares para instalar estaciones de carga para vehículos eléctricos sobre las autopistas interestat­ales que cruzan el “cowboy state”.ß

 ?? Afp ?? La ventas de autos eléctricos se dispararon en Estados Unidos
Afp La ventas de autos eléctricos se dispararon en Estados Unidos

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina