LA NACION

Messi fue uno más en el mal partido de PSG: explotó Galtier

Igualó 1-1 con Reims; “Hay jugadores que no están a la altura”, dijo el entrenador

- Claudio Mauri

Desde que terminó el Mundial, París Saint Germain sigue dando vueltas sin reencontra­rse, como si varios de sus jugadores hubieran tomado caminos distintos. Hace unos días, el entrenador Christophe Galtier había lanzado un exhorto público para recuperar un nivel de juego y rendimient­o que se difuminó tras la cita de Qatar. No quería que la pausa del Mundial siguiera siendo una excusa, más allá de las vacaciones cruzadas entre Lionel Messi y Kylian Mbappé.

El empate 1-1 en el Parque de los Príncipes ante Reims no dejó buenas sensacione­s. PSG obtuvo solo cuatro de los últimos 12 puntos. Sigue conservand­o la punta de la Ligue 1 con tres unidades de diferencia porque el escolta Lens había igualado el sábado. Pero las proyeccion­es no son muy optimistas de cara al gran objetivo de este segundo semestre, la Champions League, cuando faltan 16 días para que reciba a Bayern Munich en la ida de los octavos de final.

Reims se anunciaba como un rival duro, más allá de que está en la segunda mitad de la tabla de posiciones. Defendió su invicto en los últimos 12 encuentros (ocho empates y cuatro victorias) con un gol a los 50 minutos del segundo tiempo, en la última jugada del partido. Hubo una desintelig­encia en un pase de Zaire-Emery a Renato Sanches y se abrió un callejón para la entrada profunda del delantero Falorin Balogun, en préstamo de Arsenal, que anotó su undécimo gol en el torneo tras eludir la salida de Donnarumma.

En la conferenci­a de prensa, Galtier no eludió la preocupant­e actualidad de su equipo: “Nuestro primer tiempo fue soporífero. Sin ritmo, sin intensidad, cortado en dos. Sufrimos. No podemos estar satisfecho­s. Tenemos que volver a la senda de la victoria y estar mucho más unidos en el campo de lo que mostramos ahora. Seguiremos trabajando, pero también hablaremos. Demasiados jugadores no están a la altura. Habrá que tomar decisiones para volver a ser un equipo mucho, mucho más fuerte, y que parezca un equipo de primera”.

Paris Saint Germain depende mucho de sus tres tenores ofensivos, pero necesita de Marco Verratti para vertebrar un equipo que tiende a largos pasajes de dispersión. En los últimos partidos se había sentido la ausencia del italiano, en recuperaci­ón desde que se lesionó el 1° de enero.

Tras 45 minutos en los que PSG había sido una sombra, con movimiento­s perezosos, el entrenador Christophe Galtier mandó a Verratti a la cancha. Un poco por la influencia del italiano y otro tanto porque a Reims se le aflojaron las costuras de su impecable primer tiempo, el partido pasó a ser otro. PSG pareció despertar y, aun sin mucha claridad, fue más agresivo.

Más allá de poseer nombres rutilantes, es cierto que el plantel de PSG es corto, sin tanto recambio, sobre todo para encarar la alta exigencia de la Champions League. Con la salida de Pablo Sarabia, los reemplazos del tridente son juveniles con escasa experienci­a. A este tema se refirió Galtier: “Tenemos que reforzarno­s. Deberíamos traer a un jugador de ataque diferente de lo que tenemos ahora, pero también tenemos limitacion­es económicas con respecto al fair play financiero”.

El líder se puso en ventaja a los seis minutos, con un gol de Neymar, que pescó un rebote tras un remate de Messi y definió con clase ante el arquero Yehvann Diouf. Suma 12 goles y 10 asistencia­s el brasileño en la Ligue 1. Lo que parecía encaminars­e para el líder se torció tres minutos después por el descontrol de Verratti en una entrada abajo sobre el japonés Junya Ito. Planchazo que el árbitro sancionó con una tarjeta amarilla y que tras revisar el VAR cambió por una roja.

El desarrollo ya no tuvo nada que ver con lo que había sido en el primer tiempo. Se hizo más de ida y vuelta. Aun con uno menos, PSG tuvo sus oportunida­des con Mbappé, Messi (remate de derecha desviado) y un cabezazo de Sergio Ramos. PSG puso piernas frescas en el medio con las entradas de Danilo Pereira y Renato Sanches.

El entrenador mantenía al tridente, hasta que a los 39 minutos reemplazó a Neymar, que había estado más activo y fue más determinan­te que Messi y Mbappé. Su reemplazan­te, el juvenil Warren Zaire-Emery (16 años), protagoniz­ó el mal pase atrás del que se originó el empate de Reims.

Reims había sabido cortarles todos los circuitos a PSG, inmerso en un ininterrum­pido apagón en el primer tiempo. Con esas herramient­as, Reims se las ingenió para dejar una mejor impresión ante un rival irresoluto, con volantes que no pesaban en el desarrollo y un tridente desconecta­do. Reims también había sido más en la ofensiva, con nueve remates (dos al arco) y más de un revolcón de Donnarumma. En tiempo de descuento le exigieron uno más, insuficien­te para tapar el empate que dejó muy preocupado a PSG.

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Ap Messi se lamenta; fue una noche con pocas luces para Paris Saint Germain

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