Una zona comercial que redescubre su esencia
Durante el año pasado, el barrio porteño registró un 20 por ciento menos de locales vacíos que en 2021 y atraviesa un proceso de reconversión con foco en las propuestas gastronómicas y de decoración
Cafecitos pero no restaurantes. El auge de este tipo de locales dentro del mundo gastronómico lleva adelante la recuperación comercial de Las Cañitas. Es que el avance de los pequeños barcitos se destaca en un relevamiento que abarca 53 manzanas, 21 calles y tres avenidas de la zona y que evidencia que cada vez hay menos locales vacíos en esa área de la ciudad de Buenos Aires.
El nivel de desocupación de locales en Las Cañitas no superó el 6% en 2022, según el informe que todos los años realiza en el mes de enero Maure Propiedades. Ese dato implica que hubo un 20 por ciento menos de locales vacíos que en 2021 (año en el que ese porcentaje rondaba el 7,8 por ciento). Pero si la comparación es con años anteriores, en los últimos seis el promedio del barrio es que había un 9% menos.
Por otra parte, respecto al año de la pandemia, el número de espacios sin actividad, cayó más de 38 por ciento. Los límites de esta zona -que formalmente se encuentra en el barrio de Palermo- están delimitados por las avenidas Luis María Campos, Dorrego y del Libertador y la calle Matienzo, que rodea el Campo Hípico Militar.
Además de la movida sobre la calle Báez y alrededores, uno de los escenarios más importantes es la zona denominada La Imprenta, llamada así por un complejo inmenso que supo contener una pista de patinaje sobre hielo en plena década del 90, entre otras propuestas de entretenimientos.
La pandemia, que estimuló el home office, le dio mucho protagonismo a los negocios de cercanía. Los barrios resurgieron como polos turísticos y gastronómicos, dejando al centro muy vulnerable en cuanto a la actividad comercial.
“Tal es así que hoy se llenaron las redes sociales de influencers que cuentan en distintas redes sociales como Tik Tok o Instagram sus experiencias en distintos cafecitos de la ciudad”, señala a LA NACION Soledad Balayan, titular de Maure Propiedades y la responsable del relevamiento.
En este sentido, la especialista destaca que los cafecitos “le ganaron la pulseada” a los restaurantes. “Son negocios que tienen horario corrido y pueden facturar durante todo el día y van acompañando la tendencia del consumo de café de especialidad, mas allá de que la zona siempre fue un barrio donde la gente se sienta a tomar algo desde hace años, como por ejemplo en el café de La Imprenta donde hoy hay un edificio”, añade la broker inmobiliaria y agrega que durante 2022 se incorporaron tres locales nuevos al barrio.
Los rubros estrella
A pesar de la caída de los restaurantes y bares desde 2019, el incremento en la cantidad de lugares para degustar un café y los de comida para llevar permite mantener el rubro gastronómico como el más importante. Y, más allá de los cafecitos como protagonistas de Las Cañitas, hay otros rubros que surgieron.
De acuerdo al informe, el rubro decoración fue la gran sorpresa del año. Sumó cuatro negocios nuevos distribuidos en diferentes cuadras: Soldado de la Independencia, avenida Luis María Campos y avenida Federico Lacroze. “Desde la pandemia se generó un impulso por mejorar el lugar donde uno vive y el aumento de las ventas de artículos para la casa explican este fenómeno”, apunta Balayan.
El sector de indumentaria también sorprendió. Si bien en los últimos años venía perdiendo terreno, durante el último año sumó dos nuevos espacios en Las Cañitas.
Como contracara, hubo rubros que cayeron: las zapaterías tienen un tercio de locales de los que tenían cuando arrancó el relevamiento en el 2009. Además, tras el
boom de las cervecerías artesanales que se produjo en el 2018, hoy la cantidad de negocios se redujo a la mitad.
La caída en la cantidad de almacenes saludables (categoría que a la que originalmente se la llamaba “dietéticas”) es quizás una de las tendencias más interesantes, ya que algunas cerraron y abrieron otras nuevas. Sin embargo, en el neto el rubro fue uno de los grandes perdedores.
La nueva calle báez
La icónica calle Báez de Las Cañitas fue el epicentro del polo gastronómico que fue furor durante la década del 90, con los restaurantes, cervecerías y movida nocturna. Sin embargo y si bien en los últimos años experimentó una alta vacancia, este año redujo la cantidad de locales vacíos respecto del 2021. “Lo que pasó en ese corredor es que aparecieron nuevos polos en Palermo, por ejemplo, y le fueron sacando demanda. Por eso durante muchos años hubo rotación de negocios y alta vacancia. Pero ahora hay una mayor variedad de rubros”, explica Balayan.
El informe releva también el movimiento de la avenida Luis María Campos. En este caso se mantuvo estable con la misma cantidad de locales vacíos que en 2022, mientras que la calle Migueletes fue la más afectada y la que más espacios desocupados sumó respecto del año pasado.
Si bien hay locales vacíos, no todos tienen cartel de venta o alquiler. El 82 por ciento de estos inmuebles mantiene el bajo perfil. Un dato curioso es que en las publicaciones de avisos en los portales inmobiliarios, y para el caso particular de Cañitas, hay unos 45 locales en venta publicados y unos 20 en alquiler. Lo llamativo de esto es que muchos de los que están en venta tienen una actividad comercial que está activa (por lo tanto no serían considerados “vacíos”), con lo cual se venden ya con renta y probablemente con un contrato de alquiler vigente.
Por otra parte, el informe marca una tendencia interesante y particular que es la de dividir locales grandesendos unidades funciona les más pequeñas para responder mejor a la demanda imperante, ya que cuanto más grande es el local más difícil resulta su ocupación para los rubros que hacen búsquedas en la zona.
De estreno
Además de seguir su mando propuestas comerciales de diferentes rubros, Las Cañitas tendrá este año su primera plaza: un parque público de más de 6700 m² que es el resultado de un acuerdo entre el Gobierno porteño y la desarrolladora ABV. El espacio verde estará emplazado en una manzana del predio donde hasta 2018 funcionó la sastrería militar, entre las calles Huergo, Clay, Báez y la avenida Dorrego. En tanto, el proyecto surge de un convenio urbanístico sancionado por la Legislatura porteña el 10 de diciembre de 2020 que modifica la zonificación de esas dos manzanas. Los convenios urbanísticos son una herramienta de gestión que formalizan un acuerdo y definen compromisos entre actores del sector privado y el Estado para realizar, dentro de un determinado plazo, intervenciones en la ciudad que generen beneficios mutuos. Se trata de un instrumento que se implementa en toda la Argentina y en distintas partes del mundo.
A partir de dicho convenio, además de la plaza, se construyen las primeras dos torres de la zona: el emprendimiento Decó Polo, desarrollado por ABV Arquitectos y comercializado por Ocampo Propiedades. Serán dos edificios de 30 pisos junto a la nueva plaza y con vista al campo de polo y al Hipódromo de Palermo.
El rubro de decoración fue la gran sorpresa: sumó cuatro negocios distribuidos en tres corredores