La Casa Blanca confirmó la visita de Lula a Biden el 10 de febrero
El líder izquierdista recibirá el “apoyo inquebrantable” del presidente a la democracia brasileña; críticas a Bolsonaro
WASHINGTON.– La Casa Blanca confirmó ayer que el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, se reunirá el viernes de la semana próxima con su homólogo estadounidense, Joe Biden, para discutir el “apoyo inquebrantable” de Washington a la democracia brasileña.
“Los dos presidentes discutirán el apoyo inquebrantable de Estados Unidos a la democracia de Brasil y cómo los dos países pueden continuar trabajando juntos para promover la inclusión y los valores democráticos en la región y en todo el mundo, particularmente en el marco de la próxima Cumbre por la Democracia de marzo”, indicado el gobierno norteamericano en un comunicado.
Asimismo, Biden y Lula discutirán en su encuentro otros “desafíos” comunes, como la lucha contra el cambio climático, la protección de la seguridad alimentaria, el fomento del desarrollo económico, el fortalecimiento de la paz y la seguridad y la gestión de la migración regional.
Fuentes gubernamentales brasileñas confirmaron el 19 de enero pasado la visita de Lula a Estados Unidos después de que en diciembre la Casa Blanca enviara a Brasil una delegación para entregar al presidente una invitación de parte de Biden para que viajase a Washington “en cuanto fuese posible”.
Los dos mandatarios ya habían intercambiado llamadas telefónicas en las últimas semanas, igual que sus correspondientes ministros de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira y Antony Blinken.
En este contexto, al cumplir 31 días en el gobierno, el presidente brasileño se quejó de seguir alojado en un hotel debido a que aún no fue acondicionada la residencia oficial de Alvorada, donde continúan las tareas de refacciones.
Lula acusó nuevamente a su predecesor, Jair Bolsonaro, del mal estado del Palacio de la Alvorada, donde hay goteras, problemas estructurales y otros desperfectos atribuidos a la falta de mantenimiento.
Durante un discurso pronunciado en el Palacio del Planalto, Lula afirmó “estamos a la espera de que sea liberado el uso del Palacio de Alvorada porque el ciudadano [Bolsonaro] que estuvo viviendo allá me parece que no tuvo ninguna intención de cuidarlo, ni siquiera había una cama en el dormitorio presidencial”.
Por su parte, desde Estados Unidos, Bolsonaro transmitió su respaldo al senador Rogerio Marinho como candidato a comandar la Cámara alta representando al bloque opositor a Lula.
Marinho, del Partido Liberal (PL), “representa lo que Brasil quiere” afirmó Bolsonaro a través de una llamada telefónica con los legisladores participantes en una cena realizada anteayer en un restaurante de Brasilia.
La cena fue organizada por el titular del PL, Valdemar da Costa Neto, y contó con la presencia de Michelle Bolsonaro, la esposa del exgobernante, que permanece en Orlando, estado de Florida.
Marinho se presentará hoy como postulante a presidir el Senado frente al candidato de Lula y actual titular de esa Casa, Rodrigo Pacheco, que tiene el apoyo de Lula. Este será el primer enfrentamiento político entre Bolsonaro y Lula, del Partido de los Trabajadores (PT), desde que este asumió la presidencia brasileña de la república el 1º de enero.
Bolsonaro se encuentra desde el 30 de diciembre en Orlando, a donde llegó con visa de presidente en funciones, modo migratorio que expiró este domingo, por lo cual debió iniciar la tramitación para obtener una visa como turista. El senador Flavio Bolsonaro, hijo del exgobernante, dijo ignorar si su padre volverá a Brasil en breve o postergará el retorno indefinidamente.ß