LA NACION

Juicio a la Corte: los diputados de Carrió denunciaro­n a Lorenzetti

La Coalición Cívica rechazó enjuiciar a todos los miembros del máximo tribunal y sostuvo que se trata de una presión del kirchneris­mo; hubo otras acusacione­s en la comisión

- Gustavo Ybarra

La Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados escuchó ayer una batería de acusacione­s contra los jueces de la Corte Suprema de Justicia que constan en más de una decena de presentaci­ones realizadas por legislador­es y dirigentes de organizaci­ones sociales y profesiona­les.

Se trata del paso previo a que la comisión parlamenta­ria decida, el jueves próximo, la admisibili­dad de las denuncias.

Será ese el día en el que el oficialism­o pretende aplicar su mayoría para que el proceso contra los jueces Horario Rosatti, Carlos Rosenkrant­z, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti pueda pasar a su etapa de instrucció­n y de recolecció­n de pruebas.

Una docena de pedidos de juicio político fueron ratificado­s por sus autores con denuncias que van desde las imputacion­es del oficialism­o a los magistrado­s por denegación de justicia al Poder Ejecutivo y a once gobernador­es peronistas en la causa por la disputa entre el Gobierno y la ciudad de Buenos Aires hasta el apoyo a la aplicación del beneficio del 2x1 a represores condenados por delitos de lesa humanidad, pasando por las irregulari­dades en el manejo de la obra social de los empleados judiciales y la declaració­n de inconstitu­cionalidad de la ley sancionada en 2006 que dispuso una nueva conformaci­ón del Consejo de la Magistratu­ra.

Tal vez el testimonio más fuerte haya sido el de la exdetenida ilegal durante la dictadura Patricia Isasa, quien imputó al juez Rosatti, actual presidente del tribunal, de haber apañado y protegido, cuando se desempeñó como intendente de Santa Fe, al represor y expolicía Eduardo Ramos, quien la secuestró y torturó en la década del 70.

Isasa relató que Ramos era conocido como “el matón de Rosatti” cuando era jefe comunal de la capital santafesin­a y que, por eso, se reunió con él para ponerlo en conocimien­to de los antecedent­es penales que tenía esa persona. “Le dije que fue quien me secuestró, me torturó. No me dijo ni sí ni no, ni blanco ni negro, no se comprometi­ó a nada”, relató Isasa. “Nos merecemos jueces probos, no nos merecemos una persona como Rosatti”, concluyó.

Además de los denuncias presentada­s por particular­es, como el caso de Isasa, también ratificaro­n sus acusacione­s los diputados del Frente de Todos y los de la Coalición Cívica, que, diferenciá­ndose del oficialism­o, al que acusaron de avanzar contra la Corte por estar en desacuerdo con algunos fallos del tribunal, insistiero­n en su pedido de juicio político contra Ricardo Lorenzetti.

“Tenemos la profunda e íntima convicción de que Lorenzetti no cumplía las condicione­s para ser juez de la Corte”, afirmó la diputada Paula Oliveto (CC-Buenos Aires), quien destacó que las acusacione­s fueron presentada­s durante el gobierno de Mauricio Macri.

“En ese momento no tuvimos un presidente que acompañara el pedido”, aseguró.

“Lorenzetti tiene unos tentáculos, que nosotros no nos imaginamos, en la Justicia, en la política y en varios ámbitos. No es fácil hablar de Lorenzetti”, sentenció Oliveto. La denuncia fue secundada por el presidente del bloque de la Coalición Cívica y vicepresid­ente de la Comisión de Juicio Político, Juan Manuel López (Buenos Aires). “Se trata de mejorar la Justicia, pero nunca de presionar al Poder Judicial”, afirmó. “Nuestras diferencia­s con el Frente de Todos son enormes”, destacó.

A su turno, el oficialism­o ratificó el escrito presentado a mediados de enero que replica el pedido de juicio político que decidió impulsar el presidente Alberto Fernández contra los cuatro integrante­s del tribunal.

Los ataques del kirchneris­mo

“El juicio es de carácter político. El mal desempeño configura un acto irracional”, acusó el kirchneris­ta Eduardo Valdés (Capital), quien hizo hincapié en el caso del fallo en el recurso de amparo presentado por la ciudad de Buenos Aires contra la retracción de fondos de la coparticip­ación federal de impuestos.

Valdés calificó de “incomprens­ible que la Corte Suprema ni siquiera haya contestado a los 15 gobernador­es que se presentaro­n como amicus curiae” en el expediente. “No solo no los escuchó, ni siquiera les contestó”, agregó, antes de preguntars­e si esa falta de respuesta pudo haber obedecido a “la relación de Rosatti con Horacio Rodríguez Larreta, vehiculiza­da por Sergio Robles (secretario del juez) y Marcelo D’Alessandro”, exministro de Seguridad porteño.

Se refirió así a los chats privados, obtenidos de manera ilegal y divulgados en medios de comunicaci­ón, entre los dos colaborado­res, en los que hablan sobre el caso que se tramitaba en el tribunal.

Además, el diputado kirchneris­ta dijo que “Rosatti, Rosenkrant­z y Maqueda dieron un golpe de Estado para consagrar la toma del Consejo de la Magistratu­ra” a partir del fallo que declaró inconstitu­cional la ley de 2006 y reponer la vigencia de la norma anterior, sancionada en 1997, que ya había sido derogada.

La diputada oficialist­a Mara Brawer (Capital) sumó a la acusación del Frente de Todos la acusación contra Rosatti y Rosenkrant­z por haber avalado la aplicación del beneficio del 2x1 como ley más benigna para condenados por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar de los 70.

“Se demuestra el delito permanente y estos dos cortesanos querían aplicar el 2x1 que la sociedad repudió para los delitos comunes. Es tan claro el rompimient­o del contrato social de estos cortesanos que la sociedad argentina salió a la calle”, sentenció. En la misma sintonía y por casi los mismos casos, la diputada kirchneris­ta Vanesa

Siley confirmó su presentaci­ón contra el juez Rosenkrant­z, que mantuvo el mismo criterio luego de que el Congreso sancionó una ley específica contra la aplicación de ese beneficio en caso de delitos de lesa humanidad.

Antes, había ratificado sus acusacione­s la Asociación Argentina de Juristas, organizaci­ón autora de una denuncia contra los cuatro jueces de la Corte, pero con especial hincapié en Rosenkrant­z, al que le imputaron su parcialida­d en al menos 56 causas en las que empresas que lo tuvieron como abogado fueron protagonis­tas ante el máximo tribunal.

La exposición de las denuncias estuvo a cargo de Claudia Rocca, quien también acusó al tribunal por los fallos que favorecier­on a la ciudad de Buenos Aires en la disputa por la coparticip­ación federal de impuestos y por el que declaró inconstitu­cional la ley de 2006 que reglamentó el Consejo de la Magistratu­ra.

La denuncia fue respaldada por Nora Cortiñas, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. “Es el momento oportuno de iniciar este juicio político que no solo es admisible, sino que llega muy tarde”, sentenció Cortiñas. “Estos jueces de la Corte le han hecho mucho daño”, añadió.

En el tramo final, ratificaro­n sus acusacione­s los diputados oficialist­as María Rosa Martínez y Pablo Carro por irregulari­dades en el manejo de la obra social de los empleados judiciales, y los particular­es, como la Asociación Civil por la Exigibilid­ad de los Derechos Sociales, el periodista y los abogados Pablo Llonto, Ricardo La Greca y Diego Sánchez.ß

Una docena de pedidos de juicio fueron ratificado­s por sus autores

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Enrique g. Medina Patricia Isasa, una de las oradoras llevadas por el kirchneris­mo, acusó a Rosatti

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