Recompra de deuda: el FMI eleva la alarma por las reservas del BCRA
Un funcionario dijo que son “escasas” y por primera vez puso reparos al programa de adquisición de bonos anunciado por Massa
WASHINGTON.– El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó la alarma por las reservas del Banco Central (BCRA) y por primera vez puso reparos a la continuidad de la operación de recompra de deuda anunciada por el ministro de Economía, Sergio Massa, una estrategia que fue bienvenida por los inversores, pero también generó dudas y críticas entre economistas y analistas en Buenos Aires y en Estados Unidos.
Nigel Chalk, el funcionario del Fondo que actualmente está al frente del Departamento del Hemisferio Occidental desde que Ilan Goldfajn se fue al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dijo en una entrevista con la agencia Reuters que las reservas eran “escasas”, y los funcionarios del Fondo preferirían que no hubiera acciones que pusieran en riesgo la acumulación de divisas, el objetivo más importante del programa para el organismo multilateral, que tiene una fuerte exposición a la Argentina.
“Las reservas son escasas, y preferiríamos no tener acciones que socaven la acumulación de reservas que estamos asumiendo en el programa”, dijo Chalk a Reuters cuando se le preguntó sobre la recompra de deuda.
Es la primera advertencia pública del Fondo este año por las reservas y la primera vez que un funcionario ofrece reparos sobre la operación de recompra de deuda anunciada por Massa. El Fondo discutió el mecanismo con el equipo de Massa antes del anuncio y había dado el visto bueno para avanzar, pero después fuentes del organismo se habían preocupado por remarcar que querían “asegurar su consistencia con los objetivos del programa”, una primera señal de alerta.
El programa económico prevé que el Banco Central acumule US$4800 millones a su cuenta de reservas netas, una meta que, en el contexto de la sequía, aparece difícil de lograr. El Gobierno logró el año pasado acumular US$5000 millones en las arcas de la entidad monetaria, gracias a maniobras como el dólar soja y con una multiplicidad de “cepos” y trabas para importar insumos, una política que ha causado un fuerte malestar en la industria.
Chalk, quien también trabajó en préstamo de US$57.000 millones que el Fondo le otorgó al gobierno de Mauricio Macri, comentó que el equipo de funcionarios de ese organismo abocado al caso de la Argentina consulta regularmente con el Gobierno sobre las próximas rondas de la operación de recompra de deuda, y se preocupó por aclarar que esas revisiones “miran para adelante”.
“El equipo ha estado trabajando con las autoridades argentinas en este plan con la recompra de deuda (...) primero en la escala, cómo se está operando y luego cómo encaja con el programa”, señaló Chalk. “Pero obviamente esa revisión mira hacia adelante, y queremos tener cierta tranquilidad de que las reservas también se cumplirán a futuro”, remarcó.
Meta crucial
El programa económico de la Argentina con el Fondo tiene dos metas centrales. Una de ellas establece el sendero del ajuste fiscal, y la otra marca una curva de incremento en las reservas internacionales, un objetivo que para el organismo de crédito tiene una importancia saliente porque con esos recursos se paga la deuda que contrajo el gobierno de Macri por US$45.000 millones.
El programa establece que la Argentina debe sumar casi US$10.000 millones a las reservas netas del Banco Central en el bienio 2022-23. La meta ya fue retocada para 2022. Originalmente, el Gobierno debía acumular US$5800 millones el año anterior, pero ante las dificultades para llegar a esa cifra, Massa y su equipo, comandado por el jefe de asesores, Leonardo Madcur, acordaron pasar US$800 millones de la meta de 2022 a la de 2023. Es por eso que este año el Banco Central debe acumular US$4800 millones, un objetivo que, ante la sequía que azota al campo, una de las principales fuentes de divisas del país, economistas creen que será difícil de cumplir.
El programa de recompra de deuda anunciado por Massa fue visto como una señal positiva para los inversores, y al principio la operación generó un fuerte rally en los activos argentinos. Pero la operación también fue recibida con reparos por economistas y analistas en Buenos Aires y en Wall Street. Una de las críticas que se hizo a la operación fue justamente que se utilizaran dólares para comprar deuda cuando la Argentina cuenta con un nivel crítico de reservas y tiene dificultades para importar insumos para la industria.
Un informe elaborado por el banco de inversión J.P. Morgan remarcó que el alivio potencial de la recompra de deuda “parece insuficiente para mejorar las perspectivas de acceso al mercado para la Argentina en el corto plazo”, y apuntó que el financiamiento de la operación “es lo que ha merecido más preguntas”, sobre todo en medio del estrés en las reservas del Banco Central, y el deterioro de las perspectivas para la cosecha del campo este año.