LA NACION

Los precios de referencia continúan distorsion­ados por el Gobierno

- Enrique Erize El autor es presidente de Nóvitas SA

El nuevo año comenzó con lluvias bastante generaliza­das y en algunos casos abundantes. Pero lo interesant­e es que ya los climatólog­os hablan de un cambio en el patrón climático y los modelos más consultado­s avizoran el fin de La Niña y ya en marcha la transición a un evento neutral que podría dar paso al fenómeno Niño para mediados de año. Sería otra historia.

Mientras tanto, en su reporte del 12 de enero el

USDA proyectó la cosecha argentina de soja en 45,5 millones de toneladas y la de maíz, en 52 millones, guarismos realmente muy optimistas (casi fantasioso­s) por los daños ya ocurridos en la producción local.

Ahora bien. En nuestros últimos informes hemos insistido en el daño que el intervenci­onismo del Gobierno viene generando en la formación de los precios. Derechos de exportació­n arbitrario­s; cupos de embarque para trigo y maíz; fideicomis­o triguero a medida para un grupo económico; tipo de cambio especial para la soja (en dos oportunida­des), y, desde hace varios meses, el manejo de los precios FOB.

Este último punto no es menor y a los productore­s locales les resulta muy dificultos­o estimar correctame­nte lo que se conoce como las paridades teóricas. Si el FOB índice que publica la Secretaría de Agricultur­a no se correspond­e con la realidad, el FAS que del mismo se deriva es engañoso. Ejemplo: el FOB índice de trigo (precio al que deben registrars­e las exportacio­nes) podría calificars­e de testimonia­l, toda vez que se ubica casi a la par del trigo duro estadounid­ense (absolutame­nte inusual) y 70 dólares más caro que el trigo ruso. Además, el registro de exportacio­nes del cereal está cerrado

¿Sucede algo similar con el maíz? Durante todo enero, sí. Los altos precios FAS verificado­s durante varias semanas para embarque en marzo podrían explicarse por la brutal reducción productiva de maíz temprano, pero debe reconocers­e que respondían a un FOB índice inexplicab­le (US$316 versus US$295 en el Golfo) y ello llevó a que muchos productore­s imaginaran­escenarios­de precios para el maíz 2023 poco realistas.

Así, un mes atrás alertábamo­s que los US$270 por tonelada para marzo que se venían ofreciendo eran difíciles de convalidar con un negocio de exportació­n. A su vez, dichos valores han confundido a muchos respecto de los precios probables para la cosecha tardía. Es importante tener en cuenta que en julio entra en el mercado la safrinha de Brasil (maíz de segunda) y que la producción allí pinta bien.

El FOB índice actual para julio es de US$282 (algo más realista). Ahora bien, si chequeamos nuestras cotizacion­es FOB versus Chicago en los últimos cinco años para julio, el premio promedio arroja entre 15 y 20 dólares por tonelada. Mirando los valores FOB de esta semana en el Golfo, y para ser competitiv­o en el mercado internacio­nal, el FOB argentino debería ubicarse en el orden de los 278/283 dólares por tonelada y, en consecuenc­ia, las paridades FAS se ubicarían en US$230/235.

Y como tarde o temprano la plaza se acomoda, quienes desprecian estos valores deben reconocer que están apostando a una suba en Chicago. En definitiva, el daño del intervenci­onismo es realmente peligroso. El productor argentino debe evitar las señales confusas que emite Agricultur­a. Importante tener cuidado a la hora de tomar decisiones de venta. ß

283 Maíz competitiv­o

El FOB argentino del maíz debería ubicarse en el orden de los US$278/283 por

tonelada y, en consecuenc­ia, las paridades FAS se ubicarían en US$230/235

Es importante tener en cuenta que en julio entra en el mercado la safrinha de Brasil

El productor debe evitar las señales confusas que emite Agricultur­a

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