La camelina se presenta como alternativa en las rotaciones de invierno
Entre las alternativas de innovación en la rotación de cultivos se destaca la camelina, según destacó un informe de la Asociación Argentina de productores en Siembra Directa (Aapresid).
El cultivo es “una de las especies invernales de ciclo más corto del mercado, liberando el lote a los 100-140 días desde la siembra. Es de alta rusticidad, baja demanda hídrica, muy tolerante a heladas y de baja dehiscencia”, explica.
Con un manejo relativamente simple “por el momento no se han manifestado plagas ni enfermedades, y dado su efecto alelopático, compite muy bien con malezas”, señala.
El productor Federico Varela, de Chacra Servicios, señaló: “en este año de intensa sequía, aunque su desempeño no fue igual en todos los ambientes, el balance en fue positivo. Se ha logrado mejorar el manejo del cultivo en la siembra y la cosecha, aumentando sensiblemente la cantidad de plantas logradas post siembra, como así también la calidad del grano recibido a cosecha. Si bien hubieron lotes con rendimientos menores a los esperados, se logró cosechar camelina en lugares donde la sequía eliminó al trigo, la arveja y la cebada.”
El informe de Aapresid sostiene que “es una alternativa complementaria a los cultivos de invierno tradicionales, con valor financiero a la cosecha, siendo una opción para desplazar al barbecho químico. Genera un ecosistema de producción más inocuo, sostenible y secuestrante de carbono”.
por otra parte, puntualiza que “es un excelente predecesor de los cultivos de verano, dada su baja demanda hídrica. Además, su sistema radicular pivotante contribuye a la descompactación del suelo. la corta duración del ciclo y su resistencia al frío, hacen que camelina entre en la rotación en invierno sin que un cultivo de verano pierda potencial”.
Respecto de las características de comercialización del cultivo invernal, explica que se desarrolla bajo la forma de contrato entre el productor y la empresa que lo desarrolla en el cual, el primero se comprete a entregar la totalidad de la cosecha.
“la producción obtenida va en parte para extracción de aceite y el resto se dirige al mercado externo, a otras plantas donde pasa por un tratamiento para la producción de biocombustible”, indica. Este uso, puntualiza el informe de Aapresid, es impulsado por las nuevas normativas de los EE.UU. y la Unión Europea.
“El riesgo de innovar con un cultivo nuevo es algo a lo que se le tiene que prestar atención; lo importante es comenzar de a poco. la capacitación y el trabajo en equipo son dos pilares fuertes a tener en cuenta”, dijo Varela.ß