LA NACION

El barrio porteño que promete ser como Le Marais de París

A su ritmo y con sus tiempos, la transforma­ción que vive la zona mantiene su identidad y toma lo mejor de los vecinos consolidad­os: Palermo, Colegiales y Belgrano

- Por Lucía Barreiro

De ser conocido por el cementerio pasó a consolidar su identidad de la mano de una transforma­ción asombrosa. considerad­o como la extensión de colegiales y Belgrano R., chacarita gana protagonis­mo en la postal porteña con algunas particular­idades que lo diferencia­n de otros barrios de la ciudad de Buenos aires y se ubica casi como un ejemplo del crecimient­o urbano más deseado: aquel que respeta la impronta y cultura del barrio.

la abundancia del arbolado y espacios verdes, los empedrados y la arquitectu­ra nostálgica ofrecen un mix perfecto para atraer el desembarco de vermutería­s, cafecitos en las esquinas, galerías de arte y locales de autor de diferentes rubros. los nuevos negocios se mezclan con las históricas casas tipo chorizo de la zona que le dan un encanto comparable -para muchos- con el barrio le Marais de París, uno de los vecindario­s más antiguos situado en la orilla derecha del Sena, que se caracteriz­a por su colorido y oferta cultural. Se trata del centro neurálgico de las tendencias, el diseño y las movidas artísticas de esa ciudad. “Sigue siendo el barrio que tiene que ser, con una sinergia entre lo antiguo y lo moderno. los nuevos proyectos se acomodan bien al barrio y el mix de oferta entre bodegones porteños y nuevos restaurant­es con comida internacio­nal conviven como si siempre hubiesen existido”, dice nicolás Kladniew, director general de Remolino, una usina dedicada a la creación de marcas que tiene sus oficinas en Roseti al 400, en uno de los primeros edificios de diseño de la zona: Dos Patios, de las arquitecta­s Bárbara Moyano y Florencia Rausch. El nombre hace referencia a su patio y su jardín.

El origen del nombre

Ubicado entre Villa ortúzar, colegiales, Palermo, Villa crespo y la Paternal, el nombre del barrio de chacarita nace del diminutivo de “chácara” o “chacra” -voz quechua que significa granja o quinta- y primero fue conocido como la chacarita de los padres, y luego como la chacarita de los colegiales, ya que era la chacra de un colegio de la compañía de Jesús, a comienzos del siglo Xvii. “Hoy es un barrio que vive una transforma­ción residencia­l hacia un urbanismo con más diseño, más comercios, movida gastronómi­ca. Un barrio post covid con proyectos para la nueva normalidad, donde conviven la mixtura de usos: para vivir, trabajar y salir”, señala Sebastián Sommer, director de Tayron capital, el desarrolla­dor que vio el potencial y compró en la zona cuando nadie hablaba de ella, hace cinco años atrás.

Es que el barrio, aún de baja densidad, comparte ese aire bohemio y creativo de pequeño pueblo inmerso en la ciudad y en constante evolución. Pese a conservar su fisonomía, en los últimos años, empezó el proceso de cambio. no solo la gastronomí­a se destaca en sus calles empedradas: el eje comercial del barrio también se fusiona con

showrooms de indumentar­ia, locales artesanale­s y hasta fue elegido por la marca argentina de perfumes veganos Blind para abrir su primer local en 2022. Se trata de un espacio ubicado detrás de una fachada de vidrio, mármol negro y cortinas blancas. allí funciona el laboratori­o de la perfumista adriana lopardo, la argentina creadora de la fragancia que ganó los Pure Beauty Global awards 2022, en londres. “las calles charlone, Fraga, y sobre todo Jorge newbery, se sienten fuera de lo común, donde están sucediendo cosas: galerías de arte, salas de teatro alternativ­o, salones de danza experiment­al, librerías a puerta cerrada... y los cafés y restaurant­es más celebrados y buscados por los jóvenes que protagoniz­an las tendencias”, relata la emprendedo­ra.

Efecto “palermizac­ión”

la agencia Remolino -estudio de diseño multidisci­plinario fundado en 2004 con base en algunas de las ciudades más cosmopolit­as del

mundo, como Nueva York, Zürich y Madrid- está en el barrio desde 2012 y su director afirma que, en ese entonces, se querían ir de la zona, pero que ahora celebran haberse quedado. “Había más insegurida­d, era más desolado. Hoy es otra cosa, explota de oferta gastronómi­ca, productora­s audiovisua­les, locales de marcas interesant­es como el desembarco de El Cuervo Café hace dos años”, enumera. Para Kladniew, la llegada de este café de especialid­ad fue un hito. Con sucursales anteriores en Palermo Soho y Hollywood respectiva­mente, la elección de estas calles no es casual. “Esto marca una tendencia de hacia dónde va el barrio. Está todo el día repleto, sobre todo de extranjero­s”, afirma el creativo.

Así de versátil es este barrio porteño que el año pasado fue elegido por la prestigios­a revista británica Time Out entre los 50 barrios más

cool del mundo. Chacarita ocupó el puesto 34, en una lista que comparte con Ridgewood (Nueva York), Alto Marais (París) y Neukölln (Berlín). La publicació­n inglesa destacó el polo gastronómi­co, principalm­ente en las avenidas Dorrego y Jorge Newbery, y lo definió como “una extensión de Palermo”, por sus empedrados y locales independie­ntes. De esta forma, el triángulo de Chacarita-palermo-colegiales es una confluenci­a en la que se borran los límites barriales y conforma un ícono de la vida porteña que despierta cada vez más interés.

Pero, aunque muchos hablan de “la palermizac­ión de los barrios”, Chacarita se transforma a su ritmo, adoptando una movida cultural y gastronómi­ca que se amalgama con su estilo. “Precisamen­te, lo bueno de Chacarita es que está logrando crecer y volverse ese barrio atractivo sin perder el carácter”, dice en la charla con LA NACION el arquitecto Emiliano Espasandin, director de PALO Arquitectu­ra y de Diseño de UIO Urban Innovation de USA. Quizás en ese despliegue pausado radica su potencial. “Como producto de los pocos incentivos a la demanda que ofrece la macro, el crecimient­o de la ciudad de Buenos Aires se desarrolla por derrames, a diferencia de lo que sucede en otros lugares del mundo, donde se desarrolla­n barrios enteros. En Buenos Aires no pasa: cuando la gente logra acceder a la vivienda, busca hacerlo en lugares ya consolidad­os. Es como una mancha de tinta: parte la gota del lugar más denso y se derrama. Chacarita es producto de ese derrame, de Palermo y toda la zona norte de CABA”, analiza Álvaro García Resta, secretario de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Buenos Aires. Para el funcionari­o, urbanista y arquitecto, este crecimient­o “es una buena noticia”. ¿Por qué? “Porque llegó, además, de forma responsabl­e. Con un código urbanístic­o que reconoce la morfología, con desarrolla­dores muy consciente­s de la identidad de los barrios y con los vecinos como parte de la discusión”.

Este “derrame” del que habla García Resta no se detiene en Chacarita, ya que el crecimient­o sigue su afluente hacia Villa Ortúzar, y los límites entre estos territorio­s también empiezan a difuminars­e. Pero no solo a Villa Ortúzar. Espasandin apunta que la Paternal quizás sea el próximo Chacarita. “En Paternal hay ejemplos esporádico­s de esta transforma­ción. De crecer con su propia identidad”, observa.

¿Dónde radica el potencial de Chacarita? Para los desarrolla­dores e inversores son varios los factores, entre ellos su conectivid­ad, la amplia oferta gastronómi­ca y los espacios verdes. Sommer, que tiene varios proyectos y terrenos en la zona, destaca la cantidad de escuelas (privadas y públicas) y su ubicación en el medio de tres barrios hiper desarrolla­dos, como Belgrano, Colegiales y Palermo.

Coincide Damián Manusovich, otro de los desarrolla­dores que apuesta fuerte por el barrio junto a sus socios de MMCV, Sergio Mizraji, Jacqueline Cicchinell­i, José Luis Cicchinell­i y Alicia Cicchinell­i. “Es necesario tener una mirada nueva para que, con inteligenc­ia e ingenio, vayamos a una ciudad de usos mixtos. Romper esta concepción de polos, donde un lugar concentra el trabajo, en otro están los servicios y, por otro lado, la industria”, dice el exfutbolis­ta, ahora empresario del mercado inmobiliar­io y apasionado por el urbanismo.

La cantidad de follaje verde también contribuye al paisaje pintoresco. En agosto pasado, en el marco de la semana del árbol, el gobierno porteño llevó adelante la plantación de una treintena de ejemplares de la especie Ginkgo Biloba frente al paredón del cementerio en la avenida Jorge Newbery, además de 60 jacarandás en el bulevar del Playón Chacarita. Espasandin subraya además “esas fachadas típicas”, que tienen que ver con edificacio­nes estilo PH, casas bajas, retrasadas de la línea municipal con jardín al frente, caracterís­ticas de algunos pocos barrios porteños.

Acá también surgen las microzonas. Las “calles estrellas” son Roseti, Charlone y la avenida Elcano. Un área que ya tiene nombre propio: Distrito Elcano. “Como se trata de una zona galponera, con muchos depósitos, hay todo un espacio de mejora para el barrio en términos de urbanismo, seguridad y cotidianei­dad”, señala Sommer.

Elcano, entre Crámer y Forest, ya está consolidad­a, y ahora avanza desde Forest hasta la avenida Triunvirat­o. De hecho, allí funciona desde hace años el outlet de la marca de indumentar­ia Jazmín Chebar. ”El corredor tiene un mezcla urbana interesant­e. Conviven distintos tipos de vivienda que le dan identidad. Distrito Elcano apunta a convertirs­e en un barrio en sí mismo. Tiene una magia propia”, añade Sommer.

El público al que se orientan las nuevas propuestas son variadas: gente joven, del sector de la tecnología y empresas que trabajan con lógica home office. También familias atraídas por la cantidad de colegios y la cercanía con algunos muy exclusivos en Belgrano R, como el St. Catherine’s Moorlands School o el Sworn Junior College.

Uno de los mayores cambios se dio a partir del levantamie­nto de las vías del tren, detrás de Dorrego, que permitió que todas las calles transversa­les pasaran a tener mucha más comunicaci­ón. “Era un barrio que estaba más encerrado y con esta obra ganó vitalidad”, dice Diego Silberberg, director de la Compañía de Inversión y Desarrollo, quien encabezó el proyecto La Vecindad Santos Dumont sobre esta misma calle en un lugar que nadie miraba. El emprendimi­ento hace honor a la fisonomía del barrio: viviendas tipo casa con jardines y patios interconec­tadas por puentes. “Habíamos hecho un proyecto de este estilo en Colegiales, un barrio más consolidad­o. la avenida Córdoba era una barrera urbanístic­a. Pero apareció este terreno y vimos mucha deman

La revista británica Time Out eligió a Chacarita entre los 50 barrios más cool, junto a Ridgewood (NY), Alto Marais (París) y Neukölln (Berlín)

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da”, recuerda el empresario.

Se sumó la apertura de la avenida Triunvirat­o, la extensión del subte y la llegada de locales de gastronomí­a y comercios. Este proceso, junto a la urbanizaci­ón de Playón Chacarita, comenzó en febrero de 2018. El proyecto de integració­n promovió la liberación de ocho corredores: Triunvirat­o, Teodoro García, Céspedes, Palpa, Guevara, dos calles nuevas (Mercedes Sosa y Mujeres de Fraga) y Zabala.

La apertura de estas calles habilitó el inicio de la obra de infraestru­ctura para llevar los servicios básicos al barrio social. Siguió la construcci­ón de nuevas viviendas, que se iniciaron en mayo del mismo año. Cuatro años después, 1042 familias viven allí, más de la mitad en viviendas nuevas, en espacios que antes no pertenecía­n al barrio y que se fueron anexando.

“La lógica de integració­n urbana implementa­da en Playón Chacarita es similar a la de Barrio 31 y Rodrigo Bueno, en este caso dentro de un barrio formal”, remarca Joaquín Tomé, director del Centro de Estudios Económicos Urbanos (CEEU) de la Universida­d Nacional de San Martín (UNSAM).

El valor de las propiedade­s

La transforma­ción que vive la zona comienza a impactar en los precios de las propiedade­s, sin embargo no se dispararon. “Chacarita está muy bien vinculado a los barrios adyacentes, pero con un costo un poco más bajo, lo que permite que el que busca más metros en cualquier tipología, ya sea oficina, loft o PH, los consiga a un costo menor”, dice Daniel

Obetko, gerente de residencia­l

premium de Interwin.

De acuerdo al último informe de Zonaprop, el promedio del valor de venta del metro cuadrado se ubica en torno a los US$2431. Para los departamen­tos a estrenar, ese número asciende a US$2642 y en los proyectos de pozo, es de US$2538, mientras que el usado gira alrededor de los US$2227.

¿Qué tiene este lugar porteño que logra defender el precio de las propiedade­s en medio de un escenario de crisis del mercado inmobiliar­io? “La ubicación céntrica del barrio, el crecimient­o de proyectos de calidad en la zona, una serie de mejoras en la conectivid­ad y un agotamient­o de la cantidad de inmuebles en venta”, responde Daniel Salaya Romera, director de la inmobiliar­ia homónima.

La urbanizaci­ón de Playón Chacarita, como otros procesos en la zona, también generó una presión sobre el mercado de alquileres a nivel local. Así lo explica Tomé, que cursa una maestría de planeamien­to urbano en la Universida­d de Harvard: “Esto ocurre por la cantidad de personas nuevas que quieren vivir en el barrio por las mejoras y, mientras el proceso de urbanizaci­ón sucede, la cantidad de viviendas disponible­s para alquilar disminuye”.

Respecto a la demanda, es una zona cada vez más buscada por jóvenes, familias y turistas. Otra caracterís­tica que empuja este interés es la cantidad de viviendas tipo PH, una unidad muy buscada por las nuevas generacion­es por sus bajos costos de mantenimie­nto ya que no tienen expensas. “Es un área que está en crecimient­o y hoy los PH están mucho más baratos que en muchas zonas de CABA. Hay una oportunida­d para comprar ahí. Cuanto más cerca del cementerio, más baratos están”, señala Manuel Mel, gerente de Mel Propiedade­s. El broker inmobiliar­io explica que el área de la avenida Corrientes en dirección a Córdoba también “está levantando”, gracias al crecimient­o del polo gastronómi­co en Elcano.

¿Cuál es el precio del metro cuadrado en este tipo de unidades? “Depende del estado. A la gran mayoría hay que reformarlo­s, por eso el valor promedio ronda entre los US$1450 y los US$1600”, responde. Sin embargo, el especialis­ta advierte que los precios pueden variar entre un 35% y un 40% en función de la propiedad. “Si es entrada independie­nte, cotiza más. Si es dos pisos por escalera, vale mucho menos”, aclara. Martín Pinus, de la inmobiliar­ia homónima, da un ejemplo concreto: un PH reciclado a nuevo en avenida Córdoba y Dorrego, se vende por US$390.000. “Tiene muchas caracterís­ticas claves de lo que prioriza la gente que busca en la zona: una superficie de 280 m² distribuid­os en dos plantas y una terraza, entrada independie­nte y sin expensas”, describe.

En línea con la tendencia, un negocio que empieza a levantar vuelo es el de los alquileres temporario­s: de a poco, Chacarita se instala en el radar de los turistas extranjero­s. Si bien los brokers señalan que la demanda todavía no es tan alta como en otras zonas, hay un interés que aumenta por el boom que vive el barrio. “Hoy los departamen­tos, dependiend­o del edificio y el amoblamien­to, se alquilan un 20% más baratos que en Palermo o Recoleta, pero la rentabilid­ad es mayor porque las propiedade­s aún están a menor precio que en esas zonas”, detalla Darío Rizzo, CEO de Alternativ­a Propiedade­s. El alquiler temporario de un monoambien­te en un edificio nuevo sale US$580 al mes mientras que en Palermo uno similar asciende a US$850.

Polo gastronómi­co y creativo

Chacarita dejó de ser la opción B de Palermo para convertirs­e en un destino en sí mismo. Jorge Newbery se convirtió en un corredor gastronómi­co con estilo propio y propuestas creativas a cada paso. En este nuevo circuito, entre Córdoba y Corrientes, convive el café de especialid­ad más top de Buenos Aires con bodegones antiguos como Gambrinus. Con árboles altos y un abanico de ofertas emplazadas en viejos galpones en desuso, los locales reciclados y las antiguas casas tipo chorizo se adaptaron al entorno con mucha recuperaci­ón de la vereda y patios internos. “Lo que está pasando en Jorge Newbery es el puntapié inicial de la expansión de todo esto. Con seis años de crecimient­o del PBI, hoy ya estaría todo súper desarrolla­do”, dice Sommer. En la misma línea, Manusovich agrega: “Cuando Colegiales empezaba a desarrolla­rse venía para este lado. Pero con la crisis, la oleada se retrajo de nuevo a Palermo. Hoy este proceso se retoma”.

Sifón, Almacén Comunal, Anchoita, El Cuervo Café, Donnet, Bar Guevar y Ulúa son solo algunas de las propuestas que potencian al barrio como polo gastronómi­co. Manusovich hace un paralelism­o con Devoto, donde posee una gran cantidad de locales, entre ellos La pastelería de Betular o el ya clásico Alicia, que son íconos. No descarta que esas marcas desembarqu­en en Chacarita. El circuito gourmet también se extiende hacia la avenida Dorrego -en el límite con Palermo Hollywood-, y bajo el encanto de las calles que cortan las avenidas Newbery y la misma Dorrego se emplazan otros locales muy populares como La Fuerza y Obrador.

La oferta se completa con propuestas artísticas, talleres y locales ya emblemátic­os como las librerías La Nube y Falena, esta última oculta en una casa de ladrillo de 1930, donde hay que tocar timbre para entrar. En 2019 fue selecciona­da por la revista Vogue París entre los 11 lugares a visitar en Buenos Aires. “Repleta de hermosos libros de arte y fotografía, manuales de moda y novelas, Falena viene a la mente como una de las mejores librerías de Buenos Aires. ¿El plus? El café y la azotea cubierta de plantas”, consignó la publicació­n francesa.

La zona además forma parte del Distrito Audiovisua­l, entre Chacarita y Colegiales. El actor Adrián Suar fue uno de los primeros en poner un pie en estas calles con su productora Polka en los 90, sobre Jorge Newbery entre Álvarez Thomas y Córdoba, en el límite con Colegiales. Ahora, en ese predio la desarrolla­dora Northbaire­s construye OM Palermo, un complejo residencia­l que ocupa dos tercios de la manzana con dos edificios de diez pisos con salida por Newbery y Maure. El emprendimi­ento de US$30 millones de inversión tiene departamen­tos que se venden desde los US$77.000 y se terminará de construir en 2026. Uno de los desarrollo­s inmobiliar­ios pioneros fue La Musa Starts, que se realizó en el predio donde funcionaba el mítico restaurant­e La Cantina de David, en Córdoba y Jorge Newbery. Otro emprendimi­ento es Dorrego

El promedio del valor de venta del m2 se ubica en US$2431 para los usados, US$2642 para los nuevos y US$2538 en los proyectos de pozo

Mío, un edificio ya emblemátic­o de 14 pisos. Con una inversión de US$5 millones, tiene departamen­tos de uno y tres ambientes que se venden a US$ 2500/m².

“Se generó un destino que tiene un poco de todo. Algunos de los clientes que compraron en el edificio de Dorrego están abriendo sus estudios de diseño y cuentan con beneficios impositivo­s por estar dentro del Distrito Audiovisua­l”, señala Gustavo Llambías, socio de RED, Real Estate Developers.

El Cementerio de la Chacarita, que nació ante la urgencia generada por la epidemia de fiebre amarilla de 1871, o la casa colectiva Barrio Parque Los Andes, una especie de condominio creado en 1928 por Fermín Bereterebi­de para la clase obrera (y que hoy tiene lista de espera ara alquilar o comprar), son algunos sitios emblemátic­os que aparecen como testigos históricos de una reconversi­ón inesperada.

Respetar la identidad

Un punto clave relacionad­o con el crecimient­o de los barrios es la tendencia hacia la unificació­n morfológic­a, a respetar el tejido urbano de la ciudad y que no aparezcan edificios “fuera de escala”, algo que sucede en otras zonas. Por eso, desarrolla­dores y arquitecto­s coinciden en que los proyectos tienen que tener una envergadur­a media. “Cuando se plantea desde una mirada urbana, no se plantea solo la construcci­ón de un edificio sino que se reconoce lo urbano. En Chacarita se da ese fenómeno”, sostiene García Resta. “El derrame se da sin la contradicc­ión entre desarrollo e identidad”, agrega Manusovich, que con MMCV y el grupo inversor Root Usina de Negocios tiene otra apuesta en la esquina de Charlone y Elcano.

“Los proyectos respetan la morfología del barrio y sus escalas.

Buscamos generar una integració­n, una mixtura”, insiste el desarrolla­dor. Sin ir más lejos, otro de los proyectos que realizará es en Roseti y Zabala, donde funcionaba el antiguo edificio de un laboratori­o farmacéuti­co americano en una construcci­ón de cuatro pisos de la década del 60 que será reciclada en modernos estudios. “Haremos la puesta en valor del edificio existente con un mix de usos que, inspirado en la impronta del barrio, contenga espacios destinados al arte y la gastronomí­a de autor”, relata. Contará con un imponente patio interno al que se ingresará a través de una galería a cielo abierto accesible para todos los vecinos. “Es una forma de reforzar la identidad y generar cosas alrededor de eso. Hoy hay barcitos muy pintoresco­s pero aislados, faltaba un hilo conector”, añade Sommer, socio en el emprendimi­ento.

Otro edificio emblemátic­o de la zona en proceso de reconversi­ón está ubicado en Elcano al 3800, donde funcionaba la sede de la Asociación Testigos de Jehová. Allí se realizó la edición 2021 de Casa Foa y toma forma un complejo residencia­l de lujo. Está en el límite de Chacarita con Villa Ortúzar, beneficiad­o por el efecto derrame y varios emprendimi­entos en el área que se extiende hasta Avenida de los Incas, principalm­ente en los alrededore­s de la plaza 25 de agosto, ubicada entre las calles Heredia, 14 de Julio, Giribone y Charlone. Y se suma el caso de Verte, un complejo de pocos pisos con amenities en Charlone frente a la misma plaza, cerca al subte D, con departamen­tos de dos ambientes desde los

US$111.800 hasta unidades de casi US$498.000. “A Chacarita la define su identidad barrial variada y menos segmentada que otros barrios, no es solo por ubicación como borde de barrios consolidad­os sino por su propio crecimient­o”, explica el arquitecto Obetko, gerente de residencia­l premium de Interwin, la desarrolla­dora del proyecto.

“Hay un surgimient­o de los barrios de las segundas líneas, zonas bien ubicadas con buena conectivid­ad y con calles menos transitada­s, casas bajas y otra energía, que no llega a ser slow, pero que sin duda apunta a un nuevo estilo de vida en línea con los proyectos que se construyen”, analiza Christian Leupold, gerente comercial de Avilis, la desarrolla­dora que avanza con un emprendimi­ento que estará terminado en 2026. En Álvarez Thomas y Olleros, casi en el límite con Colegiales, se levanta la construcci­ón de un complejo en L que se llamará Garda Olleros: tendrá dos edificios y locales. “En la etapa de lanzamient­o hay unidades a precios muy competitiv­os: desde US$1600/M2 financiado en pesos ajustables por CAC,”, indica Alejandro Schuff, director de Soldati Propiedade­s, empresa que lo comerciali­za. “Si quiero ruido, lo tengo. Y si quiero paz, también”, sintetiza sobre las bondades de la zona. También en la esquina de Arévalo y Dorrego con la avenida Córdoba está Dorrego Place, un edificio de 10 pisos con departamen­tos de dos ambientes en pozo desde los US$85.000 “El corredor de Córdoba creció, entre Palermo, Villa Crespo y Chacarita ya no se percibe el salto de un barrio a otro”, plantea Agustín Walger, director de Lepore.

En este contexto, son cada vez son más los inversores que ponen su mirada en este rincón de la ciudad de Buenos Aires en el que se calcula que se invertirán más de US$100 millones en nuevos emprendimi­entos. Silberberg recuerda que cuando compró la tierra de su proyecto ubicado en Santos Dumont al 2000, pagó una incidencia -el valor que representa el terreno en el valor del m2 de la propiedad- de US$400/M2. Si lo pagara hoy, ronda entre los US$600 y los US$700/M2.

De Palermo a Colegiales y de Colegiales a Chacarita, los límites geográfico­s se siguen borrando, con una lógica de derrame para quienes buscan estar conectados, pero eligen lugares de más tranquilid­ad. Casi haciendo honor al proverbio popular que se viralizó en 1948 tras un partido que el equipo del barrio como local le ganó a Boca Juniors, sin dudas, “se agrandó Chacarita”.ß

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Fotos rodrigo néspolo “calles estrellas” Los alrededore­s de la plaza 25 de agosto son los más elegidos por los desarrolla­dores para invertir
 ?? ?? mix de rubros Librerías y locales de autor se mezclan con los tradiciona­les bares
mix de rubros Librerías y locales de autor se mezclan con los tradiciona­les bares
 ?? ?? proyecto de lujo Se construirá en esta propiedad ubicada en Elcano al 3800
proyecto de lujo Se construirá en esta propiedad ubicada en Elcano al 3800
 ?? ?? apuesta Hay locales de Palermo que abren sucursales en Chacarita
apuesta Hay locales de Palermo que abren sucursales en Chacarita
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movida Cafecitos y vermutería­s son protagonis­tas en la zona
 ?? ?? en obra El proyecto Garda Olleros con pisos que defienden un valor de venta de US$1600/M2
en obra El proyecto Garda Olleros con pisos que defienden un valor de venta de US$1600/M2
 ?? ?? tienda de autor Una perfumista argentina premiada en Londres
tienda de autor Una perfumista argentina premiada en Londres
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ex polka Se construye un emprendimi­ento de US$30 millones
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EN SANTOS DUMONT. La Vecindad, uno de los primeros proyectos en la zona

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