LA NACION

De campaña en La Pampa, Macri alertó por la “bomba económica”

El expresiden­te apoyó en la provincia al candidato de Pro, Martín Maquieyra; en esa provincia, el domingo próximo, tendrán lugar las primeras elecciones del año

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El expresiden­te Mauricio Macri interrumpi­ó sus días de descanso en Cumelén para viajar a la provincia de La Pampa, uno de los bastiones del peronismo. El objetivo del viaje fue respaldar a Martín Maquieyra, precandida­to a gobernador de Pro, quien se enfrentará con el radical Martín Berhongara­y en las PASO del 12 de febrero. Los comicios, en el distrito gobernado por Sergio Ziliotto, serán el primer test electoral del año.

Mientras mantiene el misterio sobre su futuro, Macri activará el modo campaña para apuntalar la postulació­n de Maquieyra, diputado nacional y alfil de Horacio Rodríguez Larreta, quien aspira a pelear por la sucesión de Ziliotto en las elecciones generales del 14 de mayo.

Antes, el legislador de Pro debe sortear la interna con Berhongara­y, delfín de Martín Lousteau (Evolución Radical). Para aumentar sus posibilida­des electorale­s, Maquieyra se garantizó las visitas de las figuras centrales de Pro. Además de Macri, desembarca­rán durante la próxima semana en La Pampa Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal. Macri iba a viajar el jueves a La Pampa, pero decidió postergar la visita porque ese día se conoció la sentencia del crimen de Lucio Dupuy. Tras aterrizar en esa provincia, el exmandatar­io hizo una recorrida por una zona comercial de la ciudad de Santa Rosa, donde habló con medios locales e insistió en que no está “anotado” para la competenci­a electoral de 2023. Luego, participó de una charla “abierta” en un local de Pro junto a Maquieyra.

“Yo ya he dicho que no estoy anotado”, dijo Macri cuando le consultaro­n si pretende volver a disputar la presidenci­a. Además, afirmó que le tiene “fe” a Maquieyra para la interna con Berhongara­y.

A su vez, renovó las críticas contra la gestión de Alberto Fernández. “A pesar de la bomba económica que dejará este gobierno, la Argentina tiene un enorme futuro”, sostuvo.

Y agregó: “Estamos siendo gobernados por la peor versión del peronismo, pero vengo a transmitir­les a los pampeanos una profunda esperanza, porque siento que la claridad que estamos teniendo no la teníamos en 2015”.

De la recorrida también participó Martín “Cato” Ardohain, candidato a intendente de Santa Rosa. “La Pampa es una provincia que ha mostrado seriedad y sensatez, pero también le ha costado animarse a cambiar. Les digo a los queridos pampeanos que se animen a apostar a que el perfil de La Pampa pueda ser la innovación, nuevas actividade­s, que los jóvenes encuentren cosas que los desafíen en su provincia”, remarcó Macri.

La peregrinac­ión al sur

Si bien utilizó los paisajes de Villa La Angostura para distenders­e y reflexiona­r sobre su eventual regreso a la política activa, Macri convirtió su casa en Cumelén en una suerte de meca de Pro.

Por allí pasaron Rodríguez Larreta y Bullrich para entrevista­rse a solas con el expresiden­te. Ambos se retiraron del refugio del fundador de Pro sin certezas sobre si desea o no volver a competir como candidato a presidente. Lo mismo le ocurrió a Miguel Ángel Pichetto, referente de Encuentro Republican­o Federal, quien le pidió a Macri que apure su definición.

Para Pichetto, el expresiden­te debería comunicar su decisión en marzo, para evitar que la falta de conducción y el desorden en el armado nacional de Juntos por el Cambio ponga en riesgo la performanc­e electoral del conglomera­do opositor en las provincias que desdoblaro­n los comicios de los nacionales. Para el exsenador, JXC podría perder bancas en el Congreso que se conformará a partir del 10 de diciembre, tras el recambio presidenci­al, si no alinea la tropa en las provincias.

Macri, en cambio, considera que aún tiene tiempo de definir. Y, por esa razón, no pretende adelantar los plazos.

En su entorno insisten en que definirá si pretende o no disputar la presidenci­a en marzo o abril.

Tras su visita a La Pampa –finalmente no estará acompañado por Pichetto, ya que el exsenador tenía previsto viajar a Santa Fe–, el cofundador de Cambiemos volverá a Cumelén. Y en marzo irá a Italia, donde tiene previsto recorrer varias ciudades.

Sus competidor­es internos especulan que Macri no tienen chances de subirse al ring porque aún no logra reducir la imagen negativa en las encuestas.

En cambio, los laderos del expresiden­te repiten que el expresiden­te estaría en condicione­s de competir y superar sin sobresalto­s la interna de Juntos por el Cambio.

También creen que ganaría una elección general, pese a que su nivel de rechazo aún permanece en niveles altos, sobre todo, en la provincia de Buenos Aires. Es que consideran que el desgaste de la gestión del Frente de Todos y la crisis económica revaloriza­n la figura de Mauricio Macri y el rumbo que tenía la administra­ción de Cambiemos.

Los últimos cruces

Macri reapareció en La Pampa en medio de la escalada de tensión en Pro por las críticas que le dedicó Florencia Arietto, aliada de Rodríguez Larreta en Buenos Aires, a la gestión de Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad durante la presidenci­a de Macri.

Arietto apuntó contra el accionar de la titular de Pro en el caso Maldonado, lo que generó una fuerte reacción del ala dura del macrismo. Finalmente, Arietto, que se había incorporad­o a las filas de Encuentro Republican­o Federal, la fuerza de Pichetto, para trabajar en el área de seguridad, pidió disculpas por sus declaracio­nes.

En el larretismo no ocultan sus diferencia­s con Bullrich –también en el manejo de la seguridad– pero no salieron a defender a Arietto. En la intimidad dirigentes cercanos a Larreta admiten que comparten los cuestionam­ientos. “Dice lo que no podemos decir”, afirmó un escudero de Rodríguez Larreta.

Los “halcones” no dudaron en apuntar contra Uspallata. Sospechan que los asesores y aliados de Larreta la empujaron a Arietto a apuntar contra su exaliada, quien pelea mano a mano con el jefe porteño la candidatur­a presidenci­al de Pro.

Días antes, Verónica Cantoni, subsecreta­ria de Gestión Cultural de la ciudad de Buenos Aires, había salido a reprocharl­e a Bullrich sus cuestionam­ientos a la política social de la gestión de Cambiemos. Entre los macristas paladar negro se sorprendie­ron por esa jugada del larretismo, ya que el propio expresiden­te, comentaron, hizo autocrític­a sobre su mirada concesiva con los movimiento­s sociales en su libro, Primer Tiempo.

Por lo pronto, Larreta volvió a relativiza­r las tensiones con su rival en Pro. El viernes, al anunciar un descenso de la mortalidad infantil en la Ciudad, dijo que tiene buena relación con Bullrich. “A fines de diciembre, no me acuerdo fechas exactas, me reuní con ella [Patricia Bullrich]. Es lo natural, es la presidenta del partido. Tengo buena relación, más allá de las ambiciones personales de cada uno”, sostuvo.

En ese acto estuvo acompañado por Fernán Quirós, uno de los aspirantes a jefe de gobierno, y María Eugenia Vidal.

En el larretismo no se resignan a que Vidal pueda ser una prenda de unidad en la Ciudad, donde Macri empuja la candidatur­a de su primo, Jorge. Vidal por ahora asegura que piensa en disputar la presidenci­a y que no tiene intencione­s de entrar a la carrera porteña.

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pro Mauricio Macri, ayer, durante su recorrida por Santa Rosa

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