LA NACION

El misterioso derrotero de Jones Huala para entrar al país y pasar casi un año de incógnito

En Río Negro, crecen los reclamos vecinales por la supuesta falta de interés oficial para hallar al activista mapuche, detenido el lunes

- Texto Paz García Pastormerl­o

Facundo Jones Huala mantiene el secreto y las incógnitas se agrandan a medida que pasan los días. ¿Cuánto tiempo permaneció en la Argentina el líder de Resistenci­a Ancestral Mapuche (RAM) después de huir de Chile, donde cumplía una condena por provocar un incendio y portar armas ilegalment­e? ¿Por dónde cruzó la frontera? ¿Por dónde se movió durante ese tiempo en el que se movía en la clandestin­idad?

La policía de Río Negro lo detuvo el lunes pasado en El Bolsón, a unos 600 kilómetros del Centro de Cumplimien­to Penitencia­rio de Temuco (Chile), donde Jones Huala estuvo recluido cumpliendo su condena antes de obtener el beneficio de la libertad condiciona­l en enero del año pasado.

Desde Chile, fuentes cercanas a la investigac­ión por el incendio en la estancia Pisu Pisué por el que fue condenado, ocurrido en 2013, aseguraron a la nacion que no se dedican recursos a investigar cómo y por dónde cruzó la frontera. Fugarse no es delito en el país trasandino y allí lo único que importa a la Justicia es que se logre la extradició­n de Jones Huala para que termine de cumplir su condena.

Las teorías vinculadas con el lugar que eligió para volver a la Argentina son muchas. Por fuera de los pasos internacio­nales ubicados en las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut, como Pino Hachado, Icalma, Tromen, Cardenal Samoré y Futaleufú, existen decenas de pasos no habilitado­s.

En noviembre de 2021, por ejemplo, tres chilenos entraron a la Argentina con municiones y uniformes militares a través de un paso no habilitado en la zona del volcán Batea Mahuida, en Neuquén. En aquel momento, el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, confirmó que al menos uno de ellos era un activista mapuche.

En el caso de Jones Huala, algunos trascendid­os indican que podría haber cruzado la frontera por el paso fluvial Río Puelo, que comunica Segundo Corral, en Chile, con la localidad de Lago Puelo, en Chubut.

“No sabemos por dónde pasó tras darse a la fuga; no tenemos esa informació­n. Hay muchos lugares por donde se puede pasar. Excepto aquellos tradiciona­les donde hay controles rigurosos de Gendarmerí­a, hay otros pasos por los que sabemos que las personas pasan”, dijo a la nacion Osvaldo Tellería, jefe de la Policía de Río Negro.

Y agregó: “Teníamos la informació­n de que andaba por la zona andina, pero es una persona muy escurridiz­a. De hecho, se lo encontró con caracterís­ticas muy distintas a las que solía tener en público. Como una persona fugada, buscaba formas para evadir los controles”.

Aunque la Policía de Río Negro no pudo ubicarlo antes, sospechaba­n que estaba en Mallín Ahogado, unos 17 kilómetros al norte de El Bolsón: “Tengo entendido que allí vive la pareja de él”, dijo Tellería. El jefe policial también afirmó que en estos meses no se realizaron allanamien­tos ni intervenci­ones telefónica­s en el marco de la investigac­ión, “porque no había fundamento­s para hacer esos pedidos”.

En estado de ebriedad

La detención casi casual de Jones Huala luego de que irrumpiera en una vivienda en estado de ebriedad hizo que muchos se preguntara­n qué tanto se lo buscó.

“A partir de la determinac­ión de la fuga de Jones Huala en Chile, y la posibilida­d de que se trasladara a la Patagonia para refugiarse, la policía de Río Negro y el Ministerio de Seguridad de la provincia llevaron a cabo distintos operativos, que incluyeron intensos trabajos de búsqueda a través de sus unidades especiales y de la Brigada de Investigac­iones para poder dar con su paradero. En la jornada de hoy, dichos esfuerzos rindieron sus frutos”, dijeron el lunes desde el gobierno rionegrino, al tiempo que la gobernador­a Arabela Carreras destacó el trabajo de las fuerzas de seguridad provincial­es.

Sin embargo, el presidente de la Junta Vecinal de Villa Mascardi, Diego Frutos, considera que no hubo ninguna tarea investigat­iva previa: “Se lo toparon de casualidad. Entre Aníbal Fernández y la gobernador­a se vanagloria­n por la ‘exhaustiva y rigurosa investigac­ión en equipo’. Es todo una farsa de inescrupul­osos, como las famosas ‘mesarasas de diálogo’ a las que el Gobierno solo invita a las desahuciad­as madres de los delincuent­es prófugos y nunca a los damnificad­os”.

Frutos denunció hace unos meses que el líder de la RAM se escondía en los predios tomados en Villa Mascardi, sobre la ruta 40.

“Jones Huala estaba entre nosotros como vecino desde hacía por lo menos nueve meses y, en todo ese tiempo, los vecinos jamás fuimos escuchados, y tanto él como sus secuaces siguieron usurpando, saqueando e incendiand­o nuestras propiedade­s como también en el resto de la Comarca Andina”, dice.

Luis Dates, propietari­o de la cabaña Los Radales, una de las viviendas vandalizad­as y usurpadas en Villa Mascardi, coincide en señalar que las autoridade­s no buscaron a Jones Huala mientras permaneció prófugo: “Su detención demuestra una vez más que los vecinos nunca hemos sido escuchados. En varias oportunida­des se informó que había sido visto en la zona de Villa Mascardi y en El Bolsón. Queda demostrado que el Gobierno no tenía ningún interés en encontrarl­o”.

Las autoridade­s de Chile informaron en febrero de 2022 que Jones Huala estaba prófugo, porque no se había presentado a cumplir los requisitos impuestos para mantener la libertad condiciona­l.

“Lamentable­mente, él ya estaba libre y ahora hay una orden de detención en su contra, y esperamos poder encontrarl­o”, decía hace casi un año el por entonces subsecreta­rio del Interior chileno, Juan Francisco Galli. La Corte Suprema de ese país acababa de emitir una orden de detención contra Jones Hualaque regía para todo el territorio nacional.

A partir de ese momento, y en paralelo, Interpol emitió una notificaci­ón azul. Codificada­s por colores, las notificaci­ones de ese organismo permiten a los países publicar alertas y solicitar informació­n en todo el mundo. En este caso, Chile requería informació­n para localizar a Jones Huala.

No había orden de captura transnacio­nal. La notificaci­ón roja de Interpol –que permite solicitar la localizaci­ón y detención de una persona buscada por las autoridade­s judiciales de un país determinad­o o por un tribunal internacio­nal con miras a su extradició­n– llegó recién la última semana, luego de que Jones Huala fuera detenido por la policía rionegrina.

Hallazgo inesperado

A raíz del llamado de una vecina, Jones Huala fue hallado en una casa del barrio La Esperanza de El Bolsón. Estaba alcoholiza­do y vestía pollera de jean.

Luego de permanecer detenido durante cuatro días en la comisaría de Dina Huapi, donde inició una huelga de hambre, fue trasladado este viernes a la cárcel federal de Esquel, en Chubut. De todos modos, la Cámara Federal de Apelacione­s de General Roca resolvió que sea el Juzgado Federal de San Carlos de Bariloche el que realice el correspond­iente juicio de extradició­n.

Tanto entre las fuerzas de seguridad como entre algunos vecinos de Villa Mascardi advierten que Jones Huala perdió apoyo y liderazgo.

De hecho, luego de ser aprehendid­o, pocas voces se alzaron en su defensa. No hubo movilizaci­ones ni banderas ni pintadas en la comisaría donde permaneció cuatro días. La mamá del detenido, María Isabel Huala, publicó esta semana en Facebook: “En la cancha se ven los pingos, y cuando las papas queman también pocos quedan”.

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Twitter Facundo Jones Huala, al ingresar en el penal de Esquel

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