Cayó la banda que había realizado millonarios robos en Mar del Plata
Se entregaron ayer los dos últimos sospechosos, que eran buscados por atracos en los que se llevaron US$1.000.000
MAR DEL PLATA.– Toda excusa servía como parte del plan criminal: ser empleados de la constructora, problemas para abrir la puerta de emergencia y el pedido de ayuda a una vecina mayor para sacarle una foto a la llave. Esas trampas utilizaron para acceder a edificios sin usar la violencia, ingresar en departamentos de víctimas a las que investigaron previamente y a quienes, en cuatro golpes casi calcados, les robaron, en total, US$1.000.000, $42.000.000 y joyas de altísimo valor económico.
Los cuatro integrantes de la banda que planificó y concretó esos golpes el año pasado fueron identificados en los últimos días. Y, finalmente, quedaron tras las rejas.
Dos de los sospechosos, Agustín Suárez y Facundo Carro, se entregaron en la noche del jueves pasado, asistidos por su abogado defensor, y poco después se negaron a declarar frente al fiscal Fernando Berlingeri, que los acusa por delitos de asociación ilícita para dar estos golpes con extrema precisión y mucha logística.
Los dos restantes, el piloto de carreras automovilísticas Mauricio Di Norcia y Ricardo Soteris se entregaron ayer en la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) Mar del Plata acompañados por sus abogado particulares, Martín Bernat y Lautaro Resúa, respectivamente. Resúa también lleva adelante la defensa de los otros detenidos. Trascendió que Di Norcia se declaró inocente durante la indagatoria.
Como resultado de cinco allanamientos, ejecutados por personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Mar del Plata de la policía bonaerense, se ordenaron secuestros de vehículos –autos, motos, bicicletas–, documentación, dinero, objetos de valor y también prendas, estas últimas de relevancia para cotejo con las imágenes que tienen de los sospechosos en los lugares donde cometieron los delitos que se les imputan.
Tres de los robos se cometieron durante noviembre pasado y un cuarto corresponde a fines de julio, incorporado a la misma causa porque abundaban coincidencias en la modalidad de ese golpe con relación a los cometidos cinco meses después.
Imágenes en las redes sociales
Grabaciones de cámaras de seguridad, posteriores escuchas telefónicas y registros de vehículos que se repiten en inmediaciones de los edificios donde cometieron los hechos terminaron por confirmar las identidades, vínculos y en gran medida la operatoria de esta banda, integrada por personas que residen en Mar del Plata.
Las capturas de esas grabaciones permitieron señalar sospechosos. Alguien que vio esas imágenes creyó conocer a uno de ellos y a partir de ese dato se avanzó eslabón por eslabón. “Fuimos a buscar en redes sociales al que se presumía uno de los autores y lo encontramos en fotos con algunos muy parecidos a quienes también teníamos ubicados en escena de los robos”, confirmó Berlingeri.
Las identificaciones ampliaron las posibilidades investigativas y permitieron seguir los pasos de los cuatro supuestos autores, que en buena medida se mostraban con realidades económicas muy venturosas, con gastos importantes en vehículos nuevos y usados e incluso viajes al exterior.
Jugaron un rol importante las cámaras del Centro de ordenamiento y Monitoreo (COM) del municipio, que aportó registros de movimientos de los delincuentes y en especial de los automotores que utilizaban, a partir de la incorporación de sus chapas patente en el software con el que cuenta esta unidad para la búsqueda de vehículos con pedido de secuestro.
También se reconstruyó su modus operandi, que siempre apuntó a no tomar contacto directo con las víctimas y llegar a sus propiedades cuando estaban de viaje. o con la certeza que participaban de una larga cena, como ocurrió en uno de los cuatro casos.
“Aún no tenemos el dato de cómo accedían a la información para saber que tenían sumas de dinero importante en esas viviendas”, reconoció el fiscal Berlingeri, sobre un tema que queda por esclarecer y espera aclarar a medida que se logren las detenciones. Por lo pronto, uno de los imputados, con pedido de captura, ya presentó abogado que lo representa.
Tres de las propiedades a las que ingresaron están ubicada en la zona céntrica de esta ciudad y el último de los hechos ocurrió en Playa Grande.
Para el ingreso a los edificios siempre utilizaron llaves, tradicionales o electromagnéticas. Desde la fiscalía dan por hecho que se hicieron de originales o copias, para lo cual habrían apelado a inhibidores de alarma con el fin de robárselas a las víctimas cuando las dejaban en sus autos. o se las cambiaban por otras, para que notaran el faltante.
Solo en uno de los casos tienen detectado que apelaron a copia de llave metálica mediante fotografía que le hicieron a una original, lograda luego de convencer a una propietaria. Dijeron ser empleados de la constructora del flamante edificio y que tenían que confirmar si esa era la llave que correspondía a esa puerta de servicio.
Berlingeri confirmó que tienen probado que con esa fotografía hicieron una copia en una cerrajería, también ya identificada. Y por eso se advirtió en la cámara de seguridad del edificio que los delincuentes realizaron varios intentos para abrir esa puerta, ya que la llave no terminaba de funcionar.
Dentro de las viviendas no tuvieron reparos en revisar cada rincón en busca del botín que, de alguna forma, habían establecido que se encontraba en las casas. “Dieron vuelta todo, de punta a punta”, confiaron quienes pudieron ver el escenario que dejaron en cada una de las dependencias, donde buscaron cajón por cajón hasta hacerse de efectivo y otros valores.
La investigación judicial alcanza también al cerrajero que realizó las copias solicitadas por los delincuentes y además a responsables de una compra venta de oro que habrían colaborado en la reducción de alhajas que fueron parte del botín logrado en estos robos.ß