Se viene ahora la pulseada principal por la gobernación
El 25 de junio, Córdoba definirá al sucesor de Schiaretti, entre Luis Juez y Martín Llaryora
CÓRDOBA.– Ya calienta motores la provincia de Córdoba, segundo distrito electoral del país, con 8,69% del padrón nacional. La campaña de los dos principales candidatos, Martín Llaryora (Hacemos Unidos por Córdoba) y Luis Juez (Juntos por el Cambio) empieza a tomar fuerza de cara a la votación del 25 de junio. El peronismo local, que está distanciado del kirchnerismo desde hace años, pone en juego la jurisdicción que gobierna desde hace 24 años y JxC esta vez va unido.
Los dos candidatos tienen en común que nacieron en el peronismo, pero fueron diseñando carreras políticas diferentes. Para Juez, según admite, es su última posibilidad de convertirse en gobernador de Córdoba; a los 59 años, es su tercera postulación. Para Llaryora, de 50 años, ser elegido le abriría las puertas a convertirse en el nuevo líder del peronismo cordobés.
Llaryora, actual intendente de la ciudad de Córdoba, fue elegido como postulante por Juan Schiaretti, gobernador y precandidato a presidente, quien lidera el peronismo cordobés desde la muerte de José Manuel de la Sota. La estrategia de arranque fue sumar a referentes de otros partidos; el mayor impacto lo logró con la radical Myrian Prunotto (intendenta de Juárez Celman), quien es la candidata a vicegobernadora, y el expresidente de Pro Javier Pretto, quien integrará la fórmula para la intendencia capitalina con Daniel Passerini.
Tampoco hubo internas en Juntos por el Cambio, el diputado nacional de la UCR Evolución, Rodrigo de Loredo, dio un paso al costado después de que la encuesta con que dirimirían la candidatura con Juez dio empate.
Pese a que todos los precandidatos a presidente de JxC vinieron a acompañarlo -Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y Gerardo Morales-, el cierre de listas fue caótico; hubo discusiones fuertes y amagues de retirarse. Ya se vislumbra que los tironeos seguirán de cara a las postulaciones para legisladores nacionales.
Mauricio Macri, quien fuera una figura determinante en el Juntos por el Cambio cordobés, bajó el perfil. Después de críticas cruzadas con Juez, gracias a la intervención de un empresario local se aquietaron las aguas y hubo una foto de ambos en Buenos Aires.
Arranque de la campaña
El oficialismo busca consolidarse con una triple campaña en marcha, Schiaretti a nivel nacional, Llaryora para la provincia y Passerini para la ciudad.
El aspirante a gobernador viene repitiendo la idea de que se está “construyendo el partido cordobés”, una remake del “cordobesismo” que hace casi una década lanzó De la Sota. Insiste en que el de la provincia es “un modelo distinto”, donde predominan el diálogo con los privados y la apertura a quienes “piensan distinto”.
Hasta ahora opta por no nombrar a su rival; prefiere las indirectas al estilo de “algunos atrasan” o “hay que ver qué se hizo cuando les tocó gobernar”.
La referencia es a la gestión de Juez cuando fue intendente de la ciudad de Córdoba, entre 2003 y 2007.
En su lanzamiento, después de que Bullrich hiciera referencia al “robo” de la elección de 2007 cuando Juez era candidato a gobernador, el postulante retomó ese discurso en el acto. Y, desde entonces, se concentra en la inseguridad, un tema dominante en la preocupación de los cordobeses, que viven una realidad de mayor violencia en los robos y asaltos.
Adelantó que él mismo será el “ministro de Seguridad”; que declarará la emergencia en seguridad por 180 días y que aumentará 50% el presupuesto del área. Planteó que para luchar contra el narcotráfico apostará a la presencia de fuerzas federales y construirá una cárcel de alta seguridad para narcotraficantes.
También sumó el de la corrupción, con el que se hizo fuerte cuando ganó la elección a senador nacional. “Es hora de Juez” es el concepto clave, muy similar al de “Un Juez para Cristina”, con el que llegó al Senado en 2021. Muestra que “cambió” respecto de 2007, que ya es un referente de la oposición y que “maduró”.