Canapino, de la hazaña a un accidente a falta de ocho vueltas
El arrecifeño y un desenlace doloroso en las 500 Millas de Indianápolis
Una tarea magnífica que terminó de la forma más dolorosa. Un trabajo que excede cualquier clasificador. Noventa años después de que Raúl Riganti se convirtiera en el único piloto argentino en terminar las 500 Millas de Indianápolis, Agustín Canapino quedó a tiro de repetir la hazaña. La estadística señalará que ocupó el puesto 26 y no recibió la bandera a cuadros en la tradicional carrera en el óvalo estadounidense, por la sexta fecha del calendario de IndyCar, pero la actuación del Titán quedará en el recuerdo.
Una labor destacadísima en su primera experiencia en la categoría, que se deformó con el trompo y accidente, a falta de ocho vueltas. En su afán por esquivar el contacto entre el neozelandés Scott MacLaughlin y el francés Simon Pagenaud, el golpe que no deberá socavar el espíritu de quien –con el auto con los colores de la bandera argentina– le devolvió el brillo internacional al automovilismo nacional. “Me da pena no haber terminado la carrera, era un broche hermoso. Ojalá que pueda tener una segunda oportunidad el año que viene”, comentó el arreLa cifeño, después del éxito de Josef Newgarden (Team Penske), que lideró cinco vueltas y celebró por primera vez en las 500 Millas de Indianápolis.
El desenlace del sueño fue abrupto, envuelto por los múltiples accidentes. El del sueco Felix Rosenqvist y el estadounidense Kyle Kirkwood, en el giro 184, provocó un cambio de dirección. La detención con bandera roja –el auto de Kirkwood quedó volcado– modificó las estrategias. Canapino ocupaba el tercer lugar del clasificador, aunque debía repostar combustible. El arrecifeño ensayó la detención –lenta– y fue devuelto a la pista en el puesto 17.
El relanzamiento fue el final para el arrecifeño, que no logró sortear el roce entre MacLaughlin y Pagenaud y después de impactar con el muro se quedó sin dirección para evitar el golpe contra el mexicano Patricio O’Ward, que en su intento por llegar a la cabeza de la carrera se estrelló con fiereza contra el paredón. “Después de 190 y pico de vueltas un resultado así, duele. Pero mala suerte, son cosas de las carreras. Da pena porque veníamos bien: estábamos en el top 15 a falta de 10 vueltas. Relancé bárbaro, pude pasar a tres autos y justo cuando se pega Pato O’Ward ponen bandera amarilla. MacLaughlin lo toca a Pagenaud en la desaceleración y Pagenaud me queda delante, entrando en trompo. Para evitar el golpe con él pierdo el auto y me voy contra el muro… Mucha mala suerte, porque estábamos muy cerca del final, con buenas posibilidades de un top 15 y por qué no pelear por un top 10”, relató Canapino, en diálogo con ESPN.
Para descubrir las dificultades que debió sortear Canapino en las 500 Millas de Indianápolis hay que enfocarse en la jerarquía de los rivales. Cuatro expilotos de Fórmula 1 y diez nombres que ya conocen el dulce sabor de la victoria, es una parte de la historia. La restante, las gigantescas diferencias entre las estructuras: Juncos Hollinger Racing desanda la primera temporada con dos autos –el arrecifeño se sumó al británico Callum Ilott, que finalizó 12do–, mientras que equipos como Chip Ganassi Racing, Arrow-McLaren o Andretti Autosport presentan cuatro. “La idea era aprovechar la estrategia y cada vez que tenía aire limpio girar rápido: eso nos permitió estar 17 y en el final pelear con los pilotos de los equipos grandes. Cada vez que me subo al auto sigo aprendiendo, me siento mejor y más cómodo. Voy evolucionando, nunca dejo de aprender porque recién estoy empezando”, deslizó el arrecifeño.
El tradicional óvalo siempre ofrece un vibrante espectáculo y accidentes. La primera bandera amarilla apareció en el giro 92, con el accidente del rookie Sting Ray Robb. La neutralización promovió un ingreso masivo a los pits y también el descontrol, con el encontronazo entre dos candidatos: Rinus Veekay y el poleman Alex Palou. No fue el único incidente en la calle de boxes: Khaterine Legge a punto estuvo de estrellarse contra el muro; el danés Christian Lundgaard casi atropella a un mecánico; Colton Herta chocó a Romain Grosjean, ambos integrantes del Andretti Autosport... El suizo-francés y ex F.1 tuvo un desenlace de carrera oscuro, al golpearse contra el paredón en el giro 150...
Pasaron 83 años desde la última participación de un piloto argentino en las 500 Millas de Indianápolis, Canapino ondeó nuevamente la bandera y aunque no le alcanzó para reescribir la historia demostró su enorme talento.