Estamos a tiempo
Cuando permitimos que la lengua vaya más rápido que la razón, cometemos errores que pueden costarnos muy caro. Si se trata solo de público o bajadas de Spotify (para Lali significaron un menos 20%, recuerdo a Dady Brieva y sus comienzos), vaya y pase. El problema más triste y dañino es cuando por no pensar decimos cosas que lastiman, incluso a nuestros seres más amados. Recordemos que esto comenzó cuando Lali Espósito expresó miedo porque un ciudadano argentino votado por el 56% ganó las elecciones para presidente. Miedo o manifestación política que jamás expresó por la situación de inseguridad que vivimos desde hace años y que mata a niños y niñas cuando van al colegio, abuelos, kiosqueros y laburantes. Tampoco expresó miedo por las situaciones que se viven por falta de infraestructura e inversiones públicas, y nos traen inundaciones, accidentes automovilísticos, potenciales accidentes aéreos en los aeropuertos nacionales, etcétera. Luego viene la segunda tanda de imprudencia/error desde la otra parte, brindándole entidad institucional a la expresión de una joven que canta. Todos nos equivocamos: lo importante es reconocer el exabrupto y reparar el daño, con una disculpa, con un silencio… siempre estamos a tiempo de detener la guerra y encontrar la paz.
Desde mi rol de ciudadano que desea la paz entre todos nosotros quisiera que el Presidente acepte la invitación que le formuló la cantante a asistir a un concierto suyo. Este gesto exhibirá muchísimas cosas buenas de su parte, pero por sobre todo demostrará que la época de los mensajeros del miedo en la Argentina ya no existe, y que si quieren resurgir, los que somos gente de bien, de grandeza y de perdón, estaremos listos para vencerlos. Y de parte de Lali propongo que la invitación sea pública, con fecha, lugar y horario, que aclare que no tiene miedo alguno de tener al señor Presidente entre sus espectadores y que haga respetar la investidura ante la eventualidad de que un espectador desubicado realizara una demostración fuera de lugar.
Fin de la historia. Paz, progreso y unidad. Si logramos eso, a los argentinos nadie nos detendrá, y nuestros logros podrán ser infinitos. Cristian Otero DNI 24.500.830