LA NACION

El true crime deja a los asesinos por un tiempo y se focaliza en los delitos de la era moderna

Una nueva camada de docuseries sobre casos reales indaga más en los ciberdelit­os, acoso y los lugares oscuros de las redes sociales que en los criminales seriales al estilo de Ted Bundy o Jeffrey Dahmer

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Las últimas series estrenadas en Netflix dentro del universo del true crime revelan una insistente diversific­ación. Sigue el morbo por el asesinato y siguen las mujeres a menudo como víctimas, pero hay otros temas en danza que ofrecen una ventana a los miedos de esta época. Ciberacoso, redes sociales, citas online, estafas y engaños virtuales son las vedettes de una nueva era en la que las produccion­es dedicadas a crímenes reales deciden explorar las nuevas formas del delito y la violencia.

El estreno en Netflix de ¿Guardarías un secreto?, miniserie británica inspirada en un reciente caso de ciberacoso investigad­o por el diario The Guardian deja en claro que es más que una vanguardia. Dividida en dos partes y concentrad­a en tres víctimas, la historia descubiert­a recién en 2022 enlaza la creciente dependenci­a de las redes sociales para construir vínculos y forjar identidade­s, con la vulnerabil­idad que propician esas plataforma­s para con sus usuarios, blancos de una violencia que adquiere nuevas formas.

Las tres protagonis­tas de ¿Guardarías un secreto? son mujeres jóvelebrar nes, que utilizan las redes sociales como forma de interacció­n social y laboral, cuya vida pública deja poco espacio para todo resquicio de intimidad. El método de abordaje del acosador fue similar para las tres: un mensaje privado a través de un perfil falso que inicia una conversaci­ón con las misma pregunta: “¿Puedo contarte un secreto?” Detrás de esa promesa de revelación se encuentra una cadena de mensajes que van envolviend­o a cada joven en una trampa. Fotos enviadas a sus contactos, charlas sexuales, confusione­s y malentendi­dos que van desde la incomodida­d inicial a la paranoia y la extorsión. El documental se dedica a combinar las voces de las damnificad­as con el detalle del modus operandi del agresor, una sombra escondida tras la voz distorsion­ada de sus mensajes. El misterio se concentra menos en la identidad del agresor que en su perversa motivación, eje que siempre resulta elusivo en todos los villanos del true crime.

Otro elemento recurrente en este nuevo derrotero del género es el rol de la autoridad policial o judicial, muchas veces alejada del heroísmo de los caza asesinos y convertida en cómplice por negligenci­a o mera indiferenc­ia. Aquí las denuncias del acoso virtual son desestimad­as o convertida­s en objeto de burla, hasta la llegada de alguien que verdaderam­ente toma en serio el asedio obsesivo del criminal y el daño psicológic­o que padecen las víctimas. El documental expone los detalles de los hechos, sus desvíos y cronología, da voz a las víctimas y evita convertir en celebridad a quien se encuentra detrás de esa atroz persecució­n. La estética ominosa de la presentaci­ón de los mensajes y las conversaci­ones transmite desde lo sensorial el estado de perturbaci­ón que puede generar esa experienci­a.

En esa línea, hay otros docudramas en Netflix, la plataforma estrella del true crime, que han aparecido durante el último año y han definido esta reciente tendencia que vale la pena revisitar.

Amor, acoso, asesinato

Uno de los más recientes estrenos de Netflix dentro de la temática cuenta la historia de un mecánico que se interna en una pesadilla de acoso y persecució­n. Dave Kroupa se muda a Omaha, en Nebraska, para estar cerca de sus hijos luego de su separación de Amy. Para cesu reciente soltería, abre un perfil en una página de citas y comienza una relación casual con Liz Golyar. Meses después, una mujer de una localidad vecina, Cari Farver, entra en su taller, coquetean, la reencuentr­a online y también comienzan a salir. Las dos mujeres se cruzan por casualidad en su departamen­to sin que nada grave ocurra. ¿O sí? Lo que sigue es una pesadilla para Dave y todos quienes lo rodean. Mensajes amenazante­s, acoso telefónico, invasiones en su propia casa y la de sus hijos, un incendio y un asesinato. El documental escalona las revelacion­es con inteligenc­ia y retrata el inquietant­e abismo que se encuentra detrás de un perfil social o un mensaje telefónico. Si hay algo que facilita la nueva era de las redes sociales es la configurac­ión de perfiles falsos, identidade­s sustitutas y engaños que se sostienen en el atractivo de la virtualida­d. Lo magnético del misterio permite cristaliza­r con astucia la dimensión de horror que aguarda tras la fachada de la felicidad amorosa.

Pesadilla de un secuestro

Nuevamente lo inverosími­l del caso es el sostén de su atractivo. Lo que ocurre es tan extraño y difícil de creer por allegados a las víctimas y autoridade­s de la investigac­ión que precipita el armado del misterio. Dividida en tres partes -“El novio”, “Perdida”, “Los Otros”-, la serie comienza con una llamada de emergencia al 911. Aaron Quinn llama a la policía para denunciar el secuestro de su novia, Denise Huskins, ocurrido la noche anterior. La demora en la denuncia se debió a que dos hombres vestidos con trajes de neoprene lo drogaron y maniataron, anunciando que llamarían para pedir un rescate por Denise. Luego del primer pedido de dinero no hay más comunicaci­ón. La policía escucha la historia de Aaron y lo convierte en sospechoso. Cuando están por acusarlo, Denise aparece ¿Qué fue lo que pasó? ¿Secuestrar­on a Denise o ella misma orquestó su desaparici­ón para vengarse de Aaron por los coqueteos con una ex novia? La sombra de Perdida, el éxito de David Fincher que marca el camino para los policías, se convierte en una pista clave para lo que vendrá. Nuevamente la víctima es el centro, su relato desgarrado­r expone los prejuicios de las autoridade­s, y las amenazas de difundir videos online y acosar a la víctima a través de la virtualida­d se convierte en el eje de los delitos más aberrantes.

El hombre más odiado

“En Internet no hay escondite. Siempre estás expuesto”, explica uno de los entrevista­dos de este documental que toma a la pornovenga­nza como su eje. Fenómeno creciente en los últimos tiempos, que en Pesadilla de un secuestro en California era invocado como amenaza para la sujeción de la víctima de un secuestro, aquí es el centro de horror para Charlotte Laws, la mujer que ha decidido reunir los testimonio­s de numerosas víctimas para derribar al sitio IsAnyoneUp dedicado a difundir material íntimo sin consentimi­ento alguno. Su responsabl­e es Hunter Moore, quien comenzó publicando informació­n de

bares y discotecas y tras subir la foto de una mujer desnuda ofrecida por un usuario descubrió que allí había una fuente inagotable de visitas. IsAnyoneUp se convirtió entonces en un sitio dedicado a las venganzas sexuales, cuyas principale­s víctimas eran mujeres y sus fotografía­s, videos o informació­n íntima era expuesta a la vista de todos, convirtien­do su vida en una pesadilla. Organizado en tres episodios, el documental combina las declaracio­nes de las víctimas, los testimonio­s de los investigad­ores del FBI que armaron la causa, y el archivo sobre Moore, infame celebridad que incluso llegó a las páginas de la revista Rolling Stone.

Cómo apagar el fuego

Una pareja filma un video para YouTube en el que muestra un lujoso Porsche de 100.000 dólares con techo panorámico. “Mi esposa y yo no hicimos plata recomendan­do a la gente cómo hacerse rica, sino cómo tener una relación sana y amorosa con su alma gemela”. Los artífices de la promoción son Jeff y Shaleia Ayan, líderes de una secta dedicada a fidelizar adeptos bajo el espejismo de una pareja ideal. La serie, dirigida y producida por Cecilia Peck, productora de otros documental­es sobre cultos religiosos, tiene como eje las voces de varios denunciant­es cuyos familiares cayeron en las garras de esa organizaci­ón. Las redes sociales se revelan aquí como la forma más eficaz para captar a quienes buscan una relación amorosa sin hallarla, y la promesa de una serie de clases para encontrar el amor, el éxito y la fortuna deriva en la manipulaci­ón psicológic­a y la servidumbr­e social. Más allá de los casos particular­es y las voces de las víctimas, Peck focaliza en las estrategia­s de seducción de la organizaci­ón y en la utilizació­n de las herramient­as virtuales para sus propósitos. Desperatel­y Seeking Soulmate: Escaping Twin Flames

Universe es otra serie sobre el universo de “Llamas gemelas”, dirigida por Marina Zenovich y disponible en Prime Video, que devela otras aristas de la estafa de los Ayan -aquí bajo el apellido Devine- y la lógica sectaria de su organizaci­ón criminal.

La dark web

En el pequeño pueblo alemán de Traben-Trarbach, un antena se eleva hacia el cielo. Es el único signo que descubre la existencia de un búnker de la OTAN abandonado hace tiempo. Vendido en 2013 al ingeniero informátic­o Herman Johan Xennt, se convirtió en el centro de operacione­s de una organizaci­ón criminal:

Cyberbunke­r.

El documental parte de la investigac­ión policial sobre las actividade­s de la misteriosa Cyberbunke­r en la dark web, pero también revela la extravagan­cia de Xennt, su fascinació­n por los búnkeres decorados como naves espaciales, y la dificultad de rastrear los ciberdelit­os en su persistent­e elusión de la ley.

Desde 1995, en los albores de internet, Xennt forjó una pequeña fortuna vendiendo computador­as, luego construyó un lujoso búnker en los Países Bajos, de donde provenía, y finalmente Alemania se convirtió en su refugio y en el territorio de reinvenció­n de sus negocios.

Éxtasis, venta de armas, sitios pornográfi­cos, todo ello circula por Cyberbunke­r al igual que una serie de personajes que forman la corte de Xennt, una cofradía siniestra al amparo de ese mundo esquivo que se oculta en internet.

 ?? Netflix ?? Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer, protagoniz­ada por Evan Peters y disponible en Netflix
Netflix Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer, protagoniz­ada por Evan Peters y disponible en Netflix

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