Bomberos, un operario, un padre y su hijo, las víctimas del horror
Los seis hombres tenían entre 27 y 60 años; dos más lograron sobrevivir y ya fueron dados de alta
Ricardo Bottega, tenía 60 años y era oriundo de Florentino Ameghino. La localidad bonaerense que está a 409 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires y a 27 de Blaquier, el pueblo en donde sucedió la tragedia que anteayer se cobró seis vidas.
Hacía más de 30 años que Bottega se dedicaba al mantenimiento de todo tipo de bombas de agua. Desde que se había inaugurado la planta de efluentes cloacales en Blaquier, hace casi cuatro años, trabajaba en el mantenimiento de los pozos. Su primer empleo fue como molinero, oficio que aprendió de su padre. Con el paso del tiempo, empezó a dedicarse al mantenimiento de bombas y cloacas. Según manifestaron funcionarios de Florentino Ameghino, la municipalidad lo contrataba para diferentes trabajos.
“Es muy triste lo que pasó”, dijo a la nacion Hortensia Dechia, sobrina de Bottega. Y completó: “Mi tío era una excelente persona y muy trabajador. Todos vamos a extrañarlo mucho”. Tal como relata, además de ser conocido en la zona por su trabajo, Bottega era popular por su vínculo con la música. “Formó parte de una banda local que se llamó Los duendes. Después, cuando empezó como solista, le decían ‘El duende’. Todos los fines de semana iba a donde lo llamaban para cantar y hacer shows. Cantaba en cumpleaños, centros de jubilados y en todos los eventos de los alrededores. Todos van a extrañarlo”
Además de cantar, Bottega tocaba el teclado y el acordeón. Desde joven solía enseñar a ejecutar ambos instrumentos. Estaba casado con Gladys Sánchez, era padre de Guillermo (34), Claribel y Ana (24) y abuelo de ocho nietos.
En tanto, los otros hombres que acudieron a socorrer a Botte
ga y que murieron en esa empresa fueron: Ramón y Nicolás Sánchez, Mateo Pellegrino, Carlos Renger y Alejandro Centeno.
Los primeros dos eran padre e hijo. Ramón, de 50 años, había nacido en Blaquier. Fue arquero en la Liga de General Villegas y era un apasionado del automovilismo. Su hijo, Nicolás, tenía 28 años y era bombero voluntario. Como su padre también jugaba al fútbol en el Atlético Ameghino y en el Atlético Blaquier. Tenía una hija de un año,
como consignó el medio local Democracia.
Pellegrino, de 27 años, era también bombero voluntario. Se había recibido de médico veterinario en la Universidad Nacional de La Pampa, y jugaba al fútbol en el Atlético Ameghino.
Renger, de acuerdo a la información local, era bombero voluntario como Sánchez y Pellegrino. Tenía 39 años. Centeno, en tanto, tenía 36 años. No trascendieron más datos sobre su identidad.
Según informaron fuentes del municipio de Florentino Ameghino, los dos bomberos que lograron sacar a los seis hombres del pozo de bombeo son Mauricio Guerrero, de 35 años, y Mauricio Héctor Torres. Ambos estuvieron internados en el Hospital Municipal Dr. Felipe A. Peláez, pero en la tarde a ayer fueron dados de alta.
Ayer, Bottega fue velado en Florentino Ameghino y sus restos fueron inhumados en el cementerio municipal. Mientras que Ramón y Nicolás Sánchez, Pellegrino, Renger y Centeno fueron velados en el Club Social y Deportivo Blaquier e inhumados en el cementerio de esa localidad de 700 habitantes que aún estaban en shock.ß