LA NACION

El remisero que llevó a los asesinos del empresario negó conocerlos

Rubén López dijo que el viaje lo contrató una chica, que sería la novia de uno de los sospechoso­s prófugos; seguirá preso

- Gabriel Di Nicola y José María Costa

A menos de 24 horas de haber sido detenido, el remisero que trasladó a los presuntos asesinos del empresario Jorge Enrique De Marco, muerto el pasado jueves en un robo en su casa de Las Lomas de San Isidro, declaró ante la Justicia y negó cualquier vinculació­n concreta con el conmociona­nte crimen.

El conductor está imputado por encubrimie­nto agravado y seguirá detenido tras la indagatori­a, según pudo saber Conducía el Renault 19 bordó que fue captado por las cámaras de seguridad cuando recogió a los sospechoso­s minutos después del crimen. Dijo ante los funcionari­os judiciales que no conocía a los cuatro acusados del crimen, que están prófugos; agregó que para él fue un viaje más.

El remisero, identifica­do como Rubén López, de 70 años, trabaja desde hace 15 en una agencia de remises situada en Rolón al 1600, en Beccar, San Isidro. El auto que manejaba fue comprado hace dos semanas por su hijo, para quien trabaja.

Sobre lo que sucedió la madrugada del crimen, ocurrido el jueves pasado, explicó que ese día, a las 4.30, se presentó en la remisería una chica, que ahora es la cuarta sospechosa; sería pareja de uno de los tres asesinos y se encuentra prófuga. “Creo que llegó hablando por teléfono”, recordó López. Agregó: “Pidió un auto y dijo que iba hasta la ‘rotonda del caballo’, en Márquez y Rolón”.

“Empezó el viaje y entonces me dijo que iba hasta la calle San José a levantar a tres chicos. Paré a media cuadra [de la casa de la víctima]. Vinieron tres pibes, uno se sentó adelante y los otros dos con la chica, atrás”, sostuvo el único detenido por el crimen. Añadió: “Se bajaron en Clark y Riobamba. Les cobré 3000 pesos por el viaje, que pagó el que iba adelante”.

Ante la consulta de los investigad­ores, López dijo que no conocía a la chica que pidió el viaje.

Cuando Patricio Ferrari, fiscal general adjunto de San Isidro a cargo de la investigac­ión, le preguntó si vio que los pasajeros hubiesen subido al auto algún elemento, respondió: “No. No vi”. Ferrari, que trabaja en la pesquisa con la fiscal Carolina Asprella, del Área Criminal del Ministerio Público de San Isidro, apuntaba a saber si el remisero detenido había visto el bolso de grandes dimensione­s donde los delincuent­es se llevaron unas 15 armas de fuego propiedad de la víctima.

Después, el fiscal le consultó cuándo se enteró de lo que había pasado en la casa de la calle San José 86; el remisero le respondió que fue el jueves a la tarde. “Pensé en el viaje que había hecho y nada”, agregó.

Sobre el final de la indagatori­a, le preguntaro­n: “¿Por qué no se presentó ante la autoridad al conocer lo que había pasado?”, y su respuesta fue: “Porque no sabía que los chicos habían hecho eso”. La Justicia de Garantías de San Isidro, tras la indagatori­a, convalidó el pedido de los fiscales para que López siga detenido.

Una marcha “vestidos de negro”

Allegados a De Marco lanzaron una convocator­ia pública para reclamar medidas urgentes de mayor seguridad en San Isidro. A través de redes sociales y de grupos de WhatsApp, la pareja de De Marco, la abogada Susana Dascalaky, convocó: “Ante los innumerabl­es hechos delictivos y cargados de violencia, como la reciente tortura y el asesinato del vecino Jorge De Marco en Las Lomas este fin de semana, los ciudadanos del partido de San Isidro se autoconvoc­an para este próximo miércoles 20 de marzo a las 11.30 en la sede del Concejo Deliberant­e, calle 25 de Mayo 459, para reclamar que el municipio active contra reloj medidas asertivas para salvaguard­ar nuestras vidas”.

“Esta es la oportunida­d de no quejarse y sí reclamar. No queda otra que involucrar­nos. Sean todos invitados. Sugerimos que los que asistan a apoyar el pedido vengan vestidos de negro, ya que toda la comunidad está de luto y para evidenciar la gravedad de la situación”.ß

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Enrique garcía medina Un móvil policial en la puerta de la casa del empresario asesinado

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