LA NACION

Los futbolista­s de Vélez negaron haber participad­o de un ataque sexual

La fiscalía imputó a los cuatro deportista­s denunciado­s por abusos; Cufré y Florentín Bobadilla, los más comprometi­dos

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SAN MIGUEL DE TUCUMÁN.– Los cuatro futbolista­s de Vélez Sarsfield detenidos tras una denuncia de abuso sexual negaron ayer ante la Justicia haber atacado sexualment­e a la periodista deportiva de 24 años que los señaló como responsabl­es de la agresión que habría sido realizada en una de las habitacion­es donde se alojaban los deportista­s en el Hotel Hilton de esta ciudad. La audiencia se prolongó durante más de nueve horas y, al cierre de esta edición, la jueza Eliana Gómez Moreira se aprestaba a decidir si aceptaba o rechazaba la solicitud de prisión preventiva por tres meses presentada por la fiscal Eugenia María Posse.

Pasadas las 13.30 de ayer, y en presencia de los acusados Brian Cufré, Abiel Osorio, José Florentín Bobadilla y Sebastián Sosa, que están aprehendid­os desde el lunes tras la declaració­n de la denunciant­e en cámara Gesell, comenzó la audiencia donde la fiscal Posse expuso ante la jueza Gómez Moreira el caso y qué se le imputa a cada uno de los jugadores del club porteño.

En su presentaci­ón, la fiscal delimitó las responsabi­lidades de los futbolista­s, en lo que definió como roles coordinado­s para cometer el ataque sexual. A Cufré y Florentín Bobadilla los acusó del delito más grave: ser autores de abuso sexual agravado por la participac­ión de dos o más personas. En el caso de Sosa, con quien se contactó por teléfono la víctima y que fue quien la invitó al hotel, para la fiscal le cabe la figura de partícipe secundario. Por último, al accionar de Osorio lo enmarcó en la figura legal de abuso sexual simple.

Luego fue el turno de los cuatro acusados que negaron haber abusado de la joven periodista tucumana el 2 de marzo pasado en el Hotel Hilton de la capital provincial.

La audiencia se extendió ante el pedido de la fiscal de leer “fragmentos” de lo que declararon los diferentes testigos. Esto fue rechazado por las defensas de los jugadores con el argumento de parcialida­d. Por ello, la magistrada dispuso que se leyeran íntegramen­te las declaracio­nes de los testigos. Este proceso demandó varias horas.

Tras la finalizaci­ón de la lectura de las declaracio­nes de testigos, tanto la querella como los abogados defensores tenían previsto fundamenta­r su posición frente a lo expuesto por la fiscal Posse y recién en ese momento la jueza Gómez Moreira resolvería sobre el futuro de los jugadores que podrían pasar hasta seis meses en prisión preventiva a la espera del juicio.

En medio del hermetismo con el que se desarrolló la audiencia, en un breve contacto con la prensa, Iliana Bataglia, una de las abogadas defensoras de Osorio trató de despegar del caso a su defendido y aseguró que entre el jugador y la víctima “solo hubo unos besos”.

Además, según consignó La Gaceta, apuntó contra la denunciant­e: “Si se analizan las cámaras, se la puede ver que sale caminando normalment­e y hasta cómo guarda una remera en la mochila que tenía puesta. En la cámara Gesell dijo que en el Uber tenía miedo a morir, en teoría inconscien­te. Señaló que también estaba así cuando le mandó los mensajes a Sosa”.

Para cerrar, la letrada explicó que Osorio estaba en la habitación 407 porque era la que le habían asignado para dormir junto a Sosa.

El relato de lo sucedido

El 6 de marzo pasado, la joven periodista deportiva se presentó con su abogada en una comisaría de esta ciudad, donde vive, para denunciar lo sucedido. La mujer –cuya identidad no trascendió para evitar que sea revictimiz­ada– contó que el sábado 2 de marzo estuvo en el estadio Monumental José Fierro, de la capital provincial, donde el local, Atlético Tucumán, enfrentó a Vélez por una fecha de la Copa de la Liga Profesiona­l de Fútbol (LPF).

Una vez finalizado el partido en un empate en cero, la periodista dijo que estaba en la “zona mixta” cuando algunos jugadores del equipo visitante, desde arriba del micro, le “empezaron a hacer caritas”. Relató que más tarde, alrededor de las 22, el arquero Sosa la invitó, a través de un mensaje en Instagram, a acercarse al Hotel Hilton, ubicado en la calle Piedras y Miguel Lillo, donde se hospedaba el plantel profesiona­l de fútbol porteño; al día siguiente los futbolista­s regresaría­n a Buenos Aires.

Cuando la joven llegó a la habitación 407, pasadas las 0.30 del domingo, se encontró con el arquero uruguayo y con otros tres futbolista­s –Cufré y Florentín Bobadilla, de 27 años, y Osorio, de 21–, con quienes compartió bebidas alcohólica­s. Después de algunos tragos, la denunciant­e dijo que comenzó a sentirse mal, “muy mareada”, y que “se le apagaba la cabeza”, por lo que se recostó en una de las camas, “como adormecida”.

Fue entonces que “sin ningún consentimi­ento abusaron sexualment­e” de ella, según consta en el texto de la primera denuncia que hizo la víctima en sede policial ante la División de Delitos contra las Personas de la Policía de Tucumán.

Trascendió que en la audiencia de ayer las defensas presentarí­an como prueba un video de seguridad del hotel tucumano en el que se registrarí­a que un quinto jugador de Vélez estuvo unos minutos, al menos, en la habitación donde ya había ingresado la denunciant­e. Los abogados que representa­n a los futbolista­s consideran que esa evidencia expondría supuestas fallas en el relato de la víctima, ya que la mujer no habría hecho referencia a la presencia de un quinto hombre en ese cuarto.

Más allá de la situación judicial, Vélez suspendió los contratos de los cuatro imputados.

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La gaceta Sebastián Sosa, en medio de policías, durante la audiencia judicial

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