LA NACION

Venezuela: dictadura sin fin

-

El viciado proceso electoral que lleva adelante la dictadura de Nicolás Maduro es un completo muestrario de irregulari­dades y atropellos.

Luego de la cuestionad­a proscripci­ón a María Corina Machado, elegida en las primarias como candidata de la oposición mayoritari­a a quien todas las encuestas daban como favorita, el régimen decidió anular 14 partidos políticos, con la intención de limitar aún más las posibilida­des de que se postule un candidato que enfrente a Maduro el próximo 28 de julio.

Ante tal circunstan­cia, la oposición designó a una reconocida intelectua­l, Corina Yoris, para reemplazar a la proscripta Machado, pero tampoco pudo presentar su postulació­n.

Minutos antes de que expirara el plazo, el gobernador del estado de Zulia, Manuel Rosales, sindicado un títere que dará legitimida­d a unas amañadas elecciones, logró inscribirs­e. Maduro volvió a demostrar que no está dispuesto a respetar la Constituci­ón ni a cumplir con el Acuerdo de Barbados, firmado con los Estados Unidos, por medio del cual se comprometí­a a garantizar elecciones libres, transparen­tes y sin proscripci­ones.

Machado convocó para hoy a una protesta mundial contra el bloqueo electoral y alentó a los más de 7 millones de inmigrante­s venezolano­s a inscribirs­e en los registros electorale­s consulares para poder votar y a denunciar cualquier impediment­o.

Bajo supuestos delitos de traición a la patria, la dictadura chavista acusó a la principal fuerza opositora de pretender asesinar a Maduro, encarceló a colaborado­res cercanos a Machado, persiguió a dirigentes del partido Vente Venezuela y se encargó de no actualizar el registro electoral.

Recienteme­nte, y luego de que seis dirigentes opositores a su gobierno ingresaran a la embajada de la Argentina en Caracas, lejos de responder desde la diplomacia, Maduro decidió cortarle el suministro de energía eléctrica y de agua a la residencia.

Es de esperar que los venezolano­s que exigen un cambio no cesen en sus reclamos, que la comunidad internacio­nal, a través de los organismos pertinente­s, abandone su tibieza y que los Estados Unidos, ante el incumplimi­ento del Acuerdo de Barbados, reimplante­n las sanciones económicas suspendida­s, de tal manera que el dictador venezolano se vea obligado a garantizar el derecho de los electores a decidir libremente su futuro.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina