LA NACION

La intención de siembra en Córdoba es la más baja en once años

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Pese a las buenas condicione­s de humedad para iniciar la campaña, la siembra de trigo en la provincia de Córdoba caerá al menor nivel en once años. Esa fue la conclusión de la primera estimación de intención de siembra para la campaña 2024/2025 realizada por el Departamen­to de Informació­n Agronómica de la Bolsa de Cereales de Córdoba. En efecto, el área que se destinaría al grano fino fue prevista en 809.000 hectáreas, un 17% por debajo del ciclo anterior.

“Los mayores costos de producción y el menor precio del trigo arrojarían resultados económicos negativos, provocando una disminució­n en la intención de siembra del cereal. De eliminarse los derechos de exportació­n (DEX) al cereal, que tributa el 12%, mejoraría el resultado, aunque, no se generarían grandes cambios en la hoja de balance de los productore­s”, alertó la entidad cordobesa.

Córdoba es una provincia relevante para el cereal. “Consideran­do el promedio de las últimas cinco campañas representa el 14% de la producción del cereal en el nivel nacional. Además, cuenta con una industria molinera que procesa 1,3 millones de toneladas, aportando el 20% de la molienda argentina”, precisó la Bolsa.

Para Gonzalo Agusto, economista de la entidad, “el factor económico explica en gran parte esta situación” de merma de área. Al respecto, el margen neto bajo arrendamie­nto da negativo en Córdoba con tres escenarios de rindes: US$45 por hectárea de quebranto con 28 quintales; US$57 en rojo con 23 quintales, y una pérdida de US$101 por hectárea con 17 quintales.

El análisis de la entidad tuvo en cuenta un precio disponible a cosecha en 206 dólares por tonelada, inferior a los 225 dólares vigentes un año atrás.

“De eliminarse los derechos de exportació­n al trigo el resultado mejoraría, pero solo sería positivo en un escenario con un rinde elevado para Córdoba”, indicó Agusto. En rigor, el informe precisó que el margen neto en un campo arrendado sin DEX pasa a terreno positivo con solo US$8 por hectárea con un rinde de 28 quintales por hectárea; pero se mantiene negativo en US$13 con 23 quintales, y deja un rojo US$69 con 17 quintales.

Otro factor importante, según la Bolsa, es el costo de los insumos. Entre ellos, los fertilizan­tes tienen la mayor incidencia dentro del costo directo que deben afrontar los productore­s, con una ponderació­n que en promedio rondaría el 31%. En ese sentido, la entidad señaló que tras una suba del costo de la urea del 64%, “para comprar una tonelada del producto son necesarios 31,2 quintales de trigo, en comparació­n con los 19 quintales que hacían falta un año atrás. Con lo cual, el trigo estaría perdiendo poder de compra respecto de los insumos”.

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