LA NACION

Tras el aluvión de ventas de Brasil, el mercado de la soja tiene chances de repuntar en el corto plazo

- Enrique erize

La geopolític­a continúa condiciona­ndo la evolución de todos los mercados (Chicago no es la excepción) ante la eventual escalada del conflicto bélico en Medio Oriente. Así, el oro (tradiciona­l refugio de valor) mantiene una singular firmeza desde principios de año y el dólar gana terreno frente a otras monedas desde el inicio de marzo.

En ese contexto, los fondos especulati­vos continúan fuertement­e vendidos en Chicago y gran porcentaje está registrado sobre la posición julio. Atención. Tan vendidos como nunca en este siglo (récord) y con un pequeño detalle. No hay antecedent­es de que los fondos hayan ingresado vendidos al tradiciona­l mercado climático en EE.UU. (mayo/agosto).

Por el momento la soja (justificad­amente) no muestra señales claras de reacción, toda vez que la plaza se encuentra muy presionada por la marcada estacional­idad de la oferta brasileña de poroto de soja que va a China, con 12 millones de toneladas en marzo y con 12 a 14 millones previstos para abril y mayo. Luego la misma cae notoriamen­te y a partir de julio el responsabl­e de abastecer la demanda mundial de la oleaginosa es la Argentina que, pequeño detalle, no exporta poroto, sino harina y aceite de soja.

Entonces, si la oferta de poroto en junio/ septiembre merma notoriamen­te (a entre 5 y

7 millones de toneladas mensuales) y los fondos deben recomprar más de 20 millones de toneladas de sobreventa­s entre mayo y junio (en teoría), se entiende nuestra visión optimista para las cotizacion­es de la soja para julio.

Un simple análisis de lo ocurrido en los últimos años colabora con semejante visión. En 15 de los últimos 19 años las cotizacion­es de la soja para la posición julio en Chicago han subido en ese periodo. ¿Será este el año 16? Los años en que ello no ocurrió, los stocks en EE.UU. se ubicaban en torno al 18/20%. Hoy se encuentran en el 8%. En otras palabras, los usuarios de soja en Estados Unidos “deben” asegurarse el abastecimi­ento hasta el ingreso en el circuito comercial de la cosecha nueva allá, por octubre/noviembre. Y la única receta que los estadounid­enses conocen para racionar la demanda externa y asegurar el abastecimi­ento interno es la vía de los precios.

Mientras tanto, la plaza maicera doméstica evoluciona totalmente divorciada de la internacio­nal como lo previmos el 23 de diciembre último y lo ratificára­mos en estas páginas el 30 del mes pasado. La demanda supera a la oferta y el mercado así lo evidencia. El consumo interno (alrededor de 1,2 millones de toneladas mensuales), más los compromiso­s de embarque del periodo marzo/junio (en total suman 20 millones de toneladas) deben ser satisfecho­s con maíz temprano. Así los números nunca cerraron y la bajante del Paraná complicó aún más la posibilida­d de abastecers­e en tiempo y en forma por parte de los exportador­es.

En consecuenc­ia, los precios al productor se ubican muy por encima de las paridades teóricas. Ante ello, resulta oportuno plantearse si estamos frente a oportunida­des que no deben despreciar­se. La historia está abierta porque las necesidade­s son muy evidentes y el “poncho no aparece”. Tirar de la cuerda un poco más no deja de ser tentador, pero es importante tener en cuenta que en julio aparece Brasil con su safrinha.

En julio, el responsabl­e de abastecer la demanda global de soja es la Argentina

Los fondos de inversión deben recomprar unos 20 MM/TT

El autor es presidente de Nóvitas SA

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