Tom Hanks, los 60 años del actor emblema de Hollywood
Con una imagen pública impecable, el protagonista de “Náufrago” se ha ido convirtiendo en un artista sólido y apto para cualquier rol, aunque siempre dentro de un estilo clásico y elegante.
Alicia García de Francisco Ha sido un niño grande, un enfermo terminal, un náufrago, un capitán, un astronauta, un espía forzoso y hasta un asesino, pero además de una buena interpretación, Tom Hanks ha puesto en cada uno de esos papeles un grado de bondad que le ha coronado a sus 60 años como la cara amable de Hollywood.
Con dos Oscar de cinco nominaciones y una imagen pública impecable, Hanks es considerado por muchos el heredero de James Stewart y también fue calificado como "el mejor actor del mundo" por Robert Zemeckis, quien lo dirigió en "Forrest Gump" (1994) y "Náufrago" (2000).
Nacido el 9 de julio de 1956 en Concord (California), Hanks fue un niño y adolescente tímido pero con una gran vertiente cómica que volcó en la interpretación al llegar a la universidad, empezando en el teatro en Sacramento antes de mudarse a Nueva York para debutar en el cine.
Su primer papel fue en una película de terror, "He knows You're Alone" (1980), sin dejar de lado el teatro y apariciones en diversas series de televisión, como "Bosom Buddies" o" Family Ties".
En la televisión fue donde empezó a explotar una vis cómica y una personalidad entre torpe y tierna que fue lo que le hizo destacar en sus primeros títulos en el cine, como "Splash" (1984), "Despedida de soltero" (1984) o "The Money Pit" (1986).
Tom Hanks volvió a ganar el Oscar por "Forrest Gump", donde da vida a un hombre que sufre un leve retraso mental y motor.
Pero su primer gran éxito llegó de la mano de Josh, un niño que se transformaba en adulto de la noche a la mañana por medio de la intervención de un busto de mago de feria en "Quisiera ser grande".
Hanks demostró con ese papel que era capaz de mucho más que de interpretar papeles cómicos en películas menores y consiguió su primera nominación al Oscar y, sobre todo, una inmensa popularidad por la dulzura con la que interpretó al personaje.
Tras ese gran éxito, encadenó una serie de películas fallidas, como "Joe contra el volcán" (1990), "La hoguera de las vanidades" (1990) o "Un equipo muy especial" (1992).
Con "Sintonía de amor" (1993), junto a Meg Ryan, volvió al cine amable y romántico que le funcionaba bien, pero no quería limitarse a esos papeles, como demostró con "Filadelfia" (1993), en la que es para muchos la mejor interpretación de su carrera.
Era un abogado homosexual y enfermo de sida que denuncia a su bufete por despedirlo a causa de su enfermedad.
Se llevó un Oscar que estaba cantado, dio un giro radical a su carrera e hizo más por la concienciación sobre el virus que la mayoría de las campañas de sanidad anteriores. Una enorme lista de grandes películas hacen de Hanks uno de los actores más respetados de la cinematografía actual y uno de los más rentables de Hollywood.
A lo que se une una perfecta imagen pública por su amabilidad y por la ausencia total de escándalos, algo poco habitual entre las estrellas del cine. Tom Hanks es lo más parecido a una estrella del cine clásico que existe en el cine de hoy.