Un animal
Seguramente después de leer esta crónica agarre el celular, marque mi número y me diga: “Yo la hubiese encabezado distinto, te faltan datos, no tenés confirmadas algunas de las cosas que afirmás... Daleeeee, ponete a laburaaaar. Me va a daaar algo, me va a daaar aalgoooo”.
Las veces que habremos discutido, las veces que le habré puesto mi peor cara, las veces que no nos hemos puesto de acuerdo... Innumerables.
Laburé junto a Abel Escudero Zadrayec 25 años. Hace casi una semana que no está. Decidió que había cumplido su ciclo.
Dejó notas memorables: la de los días del Che Guevara en Bahía Blanca, la de la cobertura de los medios de comunicación en la Guerra de Malvinas, la de Naty Petrosino en el desierto mendocino, la del bahiense que luchó en Vietman... Qué sé yo. Muchas.
En la última década se dedicó a formar. A formar un grupo, a formar un sitio web, a formar periodistas modernos, a conservar la mística. Apasionó a un grupo de chicos en esto del periodismo. Se trabajó en equipo, nos metimos la soberbia en el bolsillo, se entendió que cada uno hacía el todo, se entendió que el de al lado siempre tiene algo que enseñarte.
Todos fuimos mejores. Y también entendimos que si bien éramos mejores no debíamos olvidarnos del “todavía nos falta un montón”.
El animal periodístico descansa. “Quiero liberar la cabeza un tiempo”, dijo desde la puerta después de vaciar sus cajones.
(Yo no le creí nada).