Al rescate
Internet siempre ofrece soluciones . En la actualidad, están en alza los sitios que brindan servicios cotidianos, tareas simples y rutinarias que, por algún motivo, el cliente no puede o no quiere realizar. Alguien lo tiene que hacer: el boom imparable.
Las páginas amarillas de la guía telefónica y las revistas barriales, cada una a su t urno, f ueron quedando obsoletas. En los últimos años, cedieron terreno a nuevos espacios donde la gente busca profesionales para resolver diferentes tareas en sus hogares. Omnipresente, la “Red de Redes” trajo aquí también soluciones prácticas para la vida cotidiana. En nuestro país, la última novedad en cuanto a búsquedas de servicios llegó de la mano de Helpways, un sitio creado por Marta Monacci. “En mi cabeza, el proyecto nació en 2011, cuando me contacté con la CEO y fundadora de Task Rabbit, que es quien tuvo la idea de este negocio. El primer intento fue armar una extensión de ese sitio en la Argentina, pero luego puse en marcha mi emprendimiento propio”, cuenta Marta. Task Rabbit fue fundado en 2008 por Leah Busque. Su concepción novedosa atrajo de inmediato usuarios e inversores, y, hoy por hoy, mueve decenas de millones de dólares, y está asociada con el gigante Amazon para desarrollar Amazon Home Services. ¿En qué consisten todas estas plataformas? Sencillamente, en ofrecer personas que realicen tareas que los usuarios, por algún u otro motivo, no puedan o no quieran realizar. Estas pueden ir desde los of icios clásicos –plomería, electricidad o repara- ción de dispositivos– hasta cuestiones más íntimas, como llevar a los chicos al colegio o acompañar a la abuela a un trámite en el Banco. También hay algunos servicios “de lujo”, como un chef que cocine para un grupo de amigos, un sommelier que amenice una cena o un bartender que comande una previa. El funcionamiento de Helpways es de lo más sencillo: basta con registrarse en el sitio e iniciar la búsqueda de un “helper”, como se denomina a los proveedores de servicios de la plataforma. Luego, se accederá a un listado de posibles candidatos, con referencias e información básica de cada uno (esto incluye sus honorarios y el acceso a perfiles en redes sociales para conocer más sobre ellos y evitar malos tragos). Pablo Carapezza es profesor de yoga, estudiante de Psicología, masoterapeuta y acompañante terapéutico. Conoció Helpways gracias a un link compartido por uno de sus amigos de Facebook, y la curiosidad lo motivó a indagar en este nuevo canal, con el que consigue clientela. “A mí me sirvió mucho porque realiza una serie de acciones de marketing que yo no estaba en condiciones de encarar por mi cuenta, como publicidad en medios, vouchers promocionales o sorteos”, reconoce Carapezza. Una virtud sustancial que tiene Helpways es que no se constituye solo como espacio de i ntercambio entre cliente y prestador, sino que se asume como garante, estableciendo un f iltro exigente para los aspirantes a “helpers”, que deben sortear una serie de entrevistas y un curso de capacitación antes de quedar habilitados