“No tengo cercanía con Diego porque su vida es muy particular, en otro lugar del mundo. Me quedo con mi compañero en el fútbol, con el que viví momentos muy lindos dentro y fuera de una cancha. Hoy cada uno tiene sus ideas. El defendió un modelo político
“No existen casualidades, sino causalidades. En la AFA durante muchos años tuvimos un gobierno, digamos, centralizado. Donde no crecieron los líderes positivos, de construcción, sino que lo hicieron los líderes que yo llamo 'de la rosca'. Y los liderazgos de la rosca nos llevaron al fracaso. Es lo que hay que cambiar. Necesitamos una AFA que sea prolija, ordenada, que destine fondos para las divisiones formativas, que tenga un programa de educación para los jóvenes, además de un sistema de elección de árbitros transparente. Un día esto iba a explotar. Si el presidente me lo pide, voy a participar en su reordenamiento. Pero mi idea es no participar en los lugares donde no tengo poder de decisión. Por ahora, solo ladré un poquito”. “Lo que sucedió con Messi es una gran oportunidad. Que él renuncie y que la gente haya reaccionado como reaccionó, estuvo bárbaro. El se dio cuenta de lo que genera en el pueblo argentino. Entonces lejos de ver un problema, yo veo una oportunidad. De futbolista siempre decía que en cada crisis veía una oportunidad. Yo soy así. Iba perdiendo y no me escondía. Cada vez metía más. Porque el equipo había entrado en una crisis y yo tenía la oportunidad de demostrar quién era. Poder demostrarle a Messi, que estaba dolido, todo nuestro afecto, resultó muy positivo”.