Un poco de historia
gan el mote de “perdidos”?
-Hay muchas causas quedesencadenan estas fugas. Un buen "aporte" se lo debemos a las redes sociales... Bien utilizadas, son una herramienta maravillosa. Por ejemplo, nos favorecen tremendamente en la búsqueda. Nuestra mayor fortaleza pasa por publicar las fotos de los chicos y la expansión que logramos mediante las redes es formidable.
“Pero también está el otro lado, el que nos muestra cómo muchos chicos exponen a través de las redes su intimidad, de manera ingenua, lo que en ocasiones es aprovechado por individuos de la peor calaña. Como le ocurrió lamentablemente a Micaela.
"A partir de la modalidad de grooming surgen casos de abuso de menores por Internet y resulta clave concientizar sobre los riesgos que esta práctica conlleva".
-¿Qué sucede con aquellos chicos con capacidades diferentes que se pierden?
-Nuestro principal objetivo es crear un sistema ágil, eficaz para la búsqueda de chicos perdidos, entendiéndose por tales a los menores de 18 años, pero también a aquellos con incapacidades que sobrepasen esa edad.
-Un tema que eriza la piel es el de la captación de chicos para extraerle órganos, con el objeto de ser comercializados para trasplantes. ¿Hubo casos que lamentar?
-No. Más bien es parte de una especie de mito. Al menos, desde que estamos abocados a esta tarea, no hemos tenido casos que se emparenten con esa práctica.
Ana recuerda, especialmente, el caso de Milagros, una jovencita de 14 años que permaneció desaparecida durante seis meses.
“Fue muy intensa su búsqueda y la inquietud de no saber con quién estaba, si se había alejado voluntaria- mente de su casa, toda esa preocupación que terminó cuando Milagros se presentó en forma espontánea en la casa de su abuela. No sabemos adónde estuvo ni con quién, porque ella no quería hablar del tema. Pero lo importante es que apareció”. La desaparición de bebés, niños y adolescentes es ca- da vez más preocupante en la Argentina. Aunque la angustia y la desesperación de padres o familiares que atraviesan estas circunstancias es la misma, las causas son diversas:
–Chicos que se van de sus casas por crisis de identidad, en especial adolescentes.
–Escapadas temporales de los niños por conflictos familiares y/o violencia.
–Psicopatologías que ha-
Missing Children fue fundada en 1984 en los Estados Unidos con el fin de asistir a los familiares de las personas con paradero desconocido. La creciente demanda de sus servicios hizo que en 1999 se creara el Centro Internacional para Chicos Perdidos y Explotados.
Los comienzos de Missing Children en Argentina están relacionados con los llamados a la Red Solidaria de familiares cuyos chicos estaban perdidos. Ante el primer llamado, se fue a un estadio de fútbol, se mostró la foto de la criatura perdida e inmediatamente apareció. Se recibió la segunda llamada, la tercera y la cuarta. Se hicieron entrevistas con jueces, trabajadores de minoridad, y se vio que no existía en el país ningún organismo que ayudara a las familias en la búsqueda de sus menores. Al percibir esto, la Red Solidaria comenzó a pensar en la posibilidad de crear un grupo de gente que se dedicara pura y exclusivamente a la búsqueda de menores. cen que se pierdan y no se puedan comunicar.
–Corta edad o falta de maduración de niños que se van y no saben regresar.
–Chicos que son arrebatados de sus hogares, o secuestrados (por ejemplo por redes de prostitución infantil o trata de personas).
–Niños que son retenidos por uno de sus progenitores.
Un seguimiento refleja que el 45% desaparece por crisis de identidad, el 32 por conflictos familiares, el 15% son sustraídos por algún familiar u otra persona, el 5% está considerado como "perdido" y el 3% restante son menores con discapacidad mental que se pierden.
Junto a Ana Rosa Llobet, se desempeñan activamente en Missing Children a nivel local Susana Albano, Silvia Larrea y Natalia Giombi.
Párrafo aparte para Laura Meloni, fallecida en 2014, quien fuera la impulsora de esta loable tarea.
Meloni fue, además, profesora de Filosofía y Psicopedagogía y se desempañó en el Patronato de la Infancia, además de ser parte de la Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia.
En 2009, Meloni fue reconocida como una de las mujeres bahienses destacadas por sus distintas tareas en defensa de los derechos del niño.
“Su legado sigue vigente”, sostiene Llobet, con inocultable admiración.