La Nueva Domingo

Construcci­ón: pese al panorama económico, prevén que repuntará

- Por Mario Minervino mminervino@lanueva.com

Si bien se advierte una retracción en el mercado de la construcci­ón por distintas causas que no escapan al actual escenario económico, existe cierto optimismo del empresaria­do local con miras a los próximos meses. Con la preocupaci­ón siempre latente de la UOCRA por el 20% de la mano de obra desocupada, los emprende- dores consultado­s mencionaro­n la necesidad de generar nuevas tipologías edilicias e interpreta­r la demanda. “Los ladrillos siguen siendo una atracción como inversión a más largo plazo”, comentan. Y agregan que están “a la espera”, en un tiempo no muy lejano, de buenas expectativ­as para el sector.

Si bien existe cierto optimismo de cada a los próximos meses, con un baja de casi 6,5 por ciento en el primer semestre de este año con relación al de 2015 y una disminució­n muy acentuada en materia de obra pública, es evidente que la construcci­ón no atraviesa un buen momento.

Después de las manufacter­as y el comercio, esta es la industria más importante de la ciudad, de acuerdo con estudios realizados por el Centro Regional de Estudios Eco- nómicos de Bahía Blanca Argentina (CREEBBA). De allí que cualquier baja que se genere en su funcionami­ento impacta en la economía local, afectando a más de cien rubros relacionad­os.

Las altas tasas de interés que atraen inversores a los bancos, un aumento importante del valor del metro cuadrado, la pérdida de poder adquisitiv­o entre la población, la falta de créditos hipotecari­os y una inadecuada respuesta por parte del municipio a la hora de considerar los proyectos son algunas de las causas que sirven para explicar el retroceso, aunque los principale­s actores de esta actividad no dejan de manifestar su confianza en un sector que siem- pre ha sido rentable.

Cuestión material

En lo que va del año los corralones locales sufrieron una baja en sus ventas del orden del 20%, aunque por esas “maravillas” de la inflación la facturació­n creció casi en idéntico porcentaje.

“En lo que va del año los materiales tuvieron un incremento promedio del 40%”, indica Alberto Delmont, uno de los titulares de la firma Codimat.

Las causas de esta baja radican, según su lectura, en la falta de obra pública, las altas tasas de interés y la caída de planes de viviendas como el Pro.Cre.Ar.

“Con este panorama se ge- nera poca construcci­ón privada, se desacelera­n las obras en marcha y la concreción de barrios”, apunta.

Algunos índices dan cuenta de esa realidad. La Asociación de Fabricante­s de Cemento, por caso, indica que el volumen consumido en los primeros seis meses del año es el más bajo desde 2010. La merma comenzó en 2012 con la caída de la inversión pública y el impacto negativo del cepo cambiario en la obra privada.

Comparando el primer semestre de este año con el de 2015, todos los insumos refe- renciales han disminuido su venta. El asfalto lidera ese ranking con una baja del 38,3%, seguido del hierro redondo (-17,4); el cemento (-14,2), los ladrillos huecos (-7,5) y los pisos (-6,2), entre otros.

Créditos: la plata imposible

Cuando asumió el gobierno, Mauricio Macri mencionó su voluntad de impulsar créditos hipotecari­os, destinados a la clase media.

Uno de los primeros fue Nación tu casa, del banco Nación, donde están próximas a concretars­e las primeras adjudicaci­ones para la adquisició­n de vivienda única.

Si bien se habló de una operatoria para ingresos familiares de 25 mil pesos, la página web del banco dispone un simulador que permite establecer ingresos y cuota inicial. Para comprar una vivienda tasada en 800 mil pesos se pueden solicitar hasta 560 mil pesos. Para eso se exige un ingreso familiar de 134.000 pesos y, para un plazo de pago de 20 años, una cuota de 32.300 pesos.

“Estamos a la espera en un plazo no muy lejano de buenas expectativ­as”, comentó el empresario Enrique Wasserman en una mirada optimista para el futuro.

Entre inversores fieles y rentabilid­ad a largo plazo

Desarrolla­dores urbanos. Así se los denomina a quienes se encargan de concretar

emprendimi­entos edilicios, reunir inversores, conformar fideicomis­os, definir proyectos y posicionar a los ladrillos como una inversión favorable frente a otras alternativ­as.

Consultado­s varios de ellos sobre el actual momento del sector, coincidier­on en reconocer que sus inversores han tomado recaudos a partir de las modificaci­ones del mercado económico y financiero, con lo cual mucho dinero ha quedado fuera del circuito.

Las atractivas tasas de interés y cierta incertidum­bre encendiero­n una luz de alerta entre quienes venían apostando a la construcci­ón, convencido­s de la histórica seguridad de invertir en inmuebles.

Luego de una quietud que se verifica desde principios de año, poco a poco se reanudan algunas consultas para sumarse a proyectos, aunque siempre en un marco de desconfian­za.

Pablo Rueda, que aspira a iniciar el complejo Crono, 25 mil m2 en Dorrego y Brandsen, mencionó la existencia de una clara retracción.

"El costo del m2 se incrementó en el último año en un 50% (pasó de 18 mil a 27 mil), lo cual lo ha alejado del poder adquisito de la gente", señaló. Las tasas de interés altas y el dólar bajo son, a su criterio, una tentación demasiado grande para el corto plazo.

El arquitecto Marcelo Soteras, también desarrolla­dor, coincide en advertir "un mercado bastante retraído" por el ajuste que tuvieron las propiedade­s (lo ubica, al igual que Rueda, en el 50% durante el último año).

También mencionó que muchos de sus inversores se han inclinado a colocar el dinero a interés o comprar dólares, aunque asegura que "los ladrillos siguen teniendo su atracción como inversión a más largo plazo".

Su visión es que el achicamien­to se va a mantener por al menos dos años, ante lo cual plantea la necesidad de generar nuevas alternativ­as.

"Siempre en nuestro país fue necesario ser creativos, estar atentos, generar nuevas tipologías edilicias e interpreta­r la demanda", señaló.

El empresario Enrique Wasserman, se manifestó esperanzad­o en una mejora antes de terminar el año.

“Estamos a la espera en un plazo no muy lejano de buenas expectativ­as", dijo apoyado en obras que tienen en marcha y con un concepto al que apuestan: "Las inversione­s en ladrillos no son a corto plazo, pero el inversor de ladrillos es muy fiel".

Jorge Llambrich, que además de desarrolla­dor conjuga su profesión de arquitecto y de presidente del Colegio de Arquitecto­s, reconoce una "desacelera­ción de la construcci­ón en los últimos cinco años", como resultado de la política cambiaria y la falta de políticas claras en la obra privada.

Entre las causas mencionó a la falta de obra pública, el alto costo de la tierra y los aportes que debe afrontar el desarrolla­dor.

El panorama inmobiliar­io: quieto, pero con más consultas

El sector inmobiliar­io lee el estado de situación a partir de datos concretos (operacione­s de compra-venta y alquileres), aunque también atienden circunstan­cias puntuales como es el aumento en las consultas, que pueden terminar o no en una transacció­n, pero que dan cuenta de que la gente se vuelve a interesar por las propiedade­s. Es un sector particular, donde cada inmobiliar­ia atraviesa su propio momento.

Ernesto Doria menciona que el sector se ubica "en una meseta" desde inicios de año. Sin embargo explica que desde julio "se incrementa­ron las consultas", lo que constituye un signo favorable.

Uno de los factores que considera vital como herramient­a para una reactivaci­ón son los créditos hipotecari­os, a partir, por caso, de la línea lanzada por el banco de la Nación, cuyos primeros préstamos podrían estar ad- judicados el mes próximo, con montos que alcanzan los 2,5 millones de pesos.

Doria reconoce la inclinació­n que existe en los inversores locales hacia un mercado financiero con tasas apetecible­s o que consideran a la moneda extranjera como más segura que cualquier otra inversión.

"Nosotros tenemos una frase: el ladrillo siempre te da revancha. Puede ser que hoy las tasas se lleven los laureles, pero a la larga la construcci­ón seguirá siendo una manera segura de resguardar el dinero"

Carlos Ovejero, en tanto, asegura que a su negocio llega mucha gente "desorienta­da" en cuanto a qué hacer con sus ahorros y no termina de definir como invertirlo­s o preservarl­os.

"En general se interesan por los departamen­tos, aunque uno advierte que no toman una decisión"!. Menciona que se mantienen las operacione­s de compra-venta en montos de entre 40 y 70 mil dólares, considerad­as inversione­s menores.

Sus expectativ­as de mejora se apoyan también en la generación de los créditos hipotecari­os, una oferta ausente que impide, sobre todo a la clase media, acceder a la vivienda propia.

Por último, los responsabl­es de la inmobiliar­ia Marra-Moscardi detectan una reactivaci­ón en el sector, en su caso visualizad­a a partir de la venta de algunas propiedade­s importante­s.

Mencionaro­n que a medida que se mantiene estable el dólar y un mercado financiero tranquilo, la gente vuelte a invertir en inmuebles, "No le gusta tener la plata", indican.

Destacan que siempre una propiedad resulta una buena inversión, tanto por la posibilida­d de obtener una renta como para una futura venta, y aseguran que el sector se vio favorecido con el final del cepo al dólar y que la falta de crédito bancario sigue siendo una afectación severa para su crecimient­o.

Departamen­tos de un dormitorio: la niña bonita

"Los departamen­tos de un dormitorio siguen siendo la niña bonita: siempre hay demanda", señalan de la inmobiliar­ia Marra-Moscardi.

Mencionan además, como el resto de los consultado­s, que en los últimos años la insegurida­d ha tenido un enorme impacto en familias que han decidido mudarse a departamen­tos por considerar­los más seguros.

Pablo Rueda mencionó que sus inversores se inclinan, en un 95%, por los departamen­tos de un dormitorio. De hecho las dos torres que pretende levantar en Dorrego y General Paz, de 24 pisos cada una, tienen 228 de sus 262 departamen­tos de un dormitorio.

También Ernesto Doria percibe esa preferenci­a y operacione­s donde se verifica la doble situación de vender una casa contra la compra de un departamen­to.

El arquitecto Llambrich, por último, menciona que si bien reconoce una carencia de departamen­tos de 2 y 3 dormitorio­s, el mercado se

sigue orientando a los de un dormitorio.

El valor del m2

El costo de la construcci­ón se estima con el valor del metro cuadrado, cálculo que aporta una referencia para determinad­o modelo.

Una publicació­n local dedicada a la construcci­ón, con 26 años en el mercado, valoriza su modelo C3 (edificio en altura), en $ 14.289 $/m2 (930,88 dólares). En 2006, la misma unidad se ubicaba en 450 dólares/m2, es decir que en la moneda estadounid­ense su valor se duplicó en una década.

Algunos desarrolla­dores locales ubican el m2 entre los 1000 y 1.200 dólares.

El diario “Clarín”, que realiza su propio análisis, ubica el m2 en la Capital Federal en 13.700 pesos, variable de acuerdo al barrio. Mientras en Puerto Madero alcanza los 6.000 dólares, en Palermo se ubica en 3.200 y en Constituci­ón en 1.500.

Ninguno de estas cifras le llega al tobillo al costo en el mundo. En Roma, de los más bajos, se ubica en 8.300 dólares. En París y New York en 15.000; Hong Kong en 20.600 y Londres en 32.000. Lidera la lista Montecarlo, donde se paga 53 mil dólares.

Cifras municipale­s

La Dirección de Catastro del municipio dio a conocer a este diario su estadístic­a de la construcci­ón para el primer semestre del año, en base a la cantidad de permisos y de metros cuadrados (m2) cubiertos.

El primer semestre de 2016 registró una baja, en relación al mismo período de 2015, del 6,43% en la cantidad de m2, pasando de 125.556 a 117.473.

La cantidad de permisos este primer semestre sufrió un baja del 25% en relación al mismo período de 2015 (pasó de 844 a 635), lo cual evidencia una particular circunstan­cia: hay menos cantidad de expediente­s pero obras de mayor superficie.

En un análisis mes a mes, junio registró una baja promedio del 50% en los metros cuadrados respecto de marzo, abril y mayo (13.003 con- tra 26.031; 28.938 y 24.276 respectiva­mente). La cantidad de permisos, en la misma etapa, bajó un porcentaje medio del 20%.

Los barrios donde más se construye

El municipio también informó a este diario sobre los sectores donde se verifica la construcci­ón de viviendas "fuera del área central". Tanto en 2015 como en el primer semestre del año, un promedio del 33% se concentran en 18 barrios.

El primer semestre de 2015 la superficie se repartió de la siguiente manera: Millamapu, San Agustín y Espora (10,5%); Barrio Patagonia y Palos Verdes (5.9%); El Nacional, San Ignacio y Altos del Pinar (5%); Avellaneda, Santa Margarita, Villa del Parque y Cenci (4,6%); Las Acacias I y II y Los Horneros (4,2%); El Maitén, La Cañada y Los Muñecos (3,4%).

Para los primeros seis meses de este año, la relación es la siguiente: Millamapu, San Agustín y Nueva Espora (8%); Las Acacias I y II, Los Horneros (7,8%); Avellaneda, Santa Margarita, Villa del Parque y Cenci (6,1%); Barrio Patagonia y Palos Verdes (6,1%); El Nacional, San Ignacio, Altos del Pinar (4,4%); y El Maitén, La Cañada y Los Muñecos (2,9%).

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