Medicina y un resultado distinto
EN NOTA publicada en este diario se dio cuenta de un dato no menor, relacionado con los resultados que ha tenido en sus 11 años de funcionamiento la carrera de Medicina en la Universidad Nacional del Sur, con alrededor de 290 egresados desde 2005, cuando se implementó su dictado.
El alto número de egresados de esa carrera en la Universidad Nacional del Sur se debe a la preparación previa de los alumnos.
ESA CANTIDAD, tomada de manera aislada, puede no decir mucho sobre su relevancia o trascendencia, pero es clara su importancia cuando se conoce que la misma corresponde al 94% de quienes ingresaron en la carrera.
SE TRATA de un porcentaje de egresados que triplica la media registrada en las demás carreras de universidades estatales, en las cuales, de acuerdo a estadísticas realizados por el Centro de Estudios de la Educación Argentina, de cada cien ingresantes, apenas 30 terminan sus estudios.
EL PORCENTAJE es preocupante si se asume que la enseñanza pública es sostenida por el aporte de todos los ciudadanos y que exigiría de los estudiantes un compromiso mayor, para estar a la altura de esa situación y responder con el respeto que merece que otros estén haciendo un esfuerzo a favor de su formación.
NO DEBE ignorarse en este análisis que la UNS tiene un cupo de ingreso a Medicina -60 estudiantes cada año-, en virtud de una modalidad de dictado que tiene lugar en el sistema de salud local. Por otra parte, los alumnos deben primero aprobar un año de una carrera universitaria, rendir luego un examen de comprensión de texto y, de obtener un resultado favorable, completar un módulo de ingreso con materias afines a la carrera.
EL RESULTADO de esta metodología es inédito, pues los alumnos inician el cursado con una gimnasia adecuada para las exigencias de una carrera universitaria, con una necesaria capacidad de entendimiento y dedicación. El resultado es la formación de profesionales de excelencia, reconocidos por los hospitales de todo el país.
LOS ESPECIALISTAS explican la necesidad de que las casas cambien su paradigma tradicional de una enseñanza enciclopédica y poco amigable con los estudiantes por pedagogías focalizadas en los logros de aprendizaje de los estudiantes. Poner además atención en aquellos factores que los ayuden a superar obstáculos durante la carrera. También critican la ley que prohíbe todo examen previo al ingreso, porque, señalan, debilita la dedicación al estudio en el secundario y no ayuda a mejorar la preparación previa al ingreso, siendo claros candidatos a la deserción en el primer año de cursado.