Una huella dactilar sirvió para condenarlo por el robo a una mujer
El rastro fue encontrado en un vaso por la Policía Científica. El hecho se produjo en julio de 2015.
Un vaso que habría tocado durante un asalto ocurrido a mediados del año pasado en el barrio Kilómetro 5, en el cual una mujer de 78 años fue asaltada por tres personas que intentaron asfixiarla y la ataron, resultó una prueba fundamental para que un joven fuera detenido y condenado por el hecho.
Peritos de la Policía Científica que realizaron el levantamiento de rastros en la vivienda de la víctima lograron hallar una huella dactilar en el objeto de vidrio, lo que permitió identificar y detener al imputado.
En las últimas horas, el juez del Tribunal en lo Criminal Nº 3, Guillermo López Camelo, en trámite de juicio abreviado, condenó a cuatro años y tres meses de prisión a Juan Rodrigo Menna (24).
El magistrado halló culpable al individuo como coautor del delito de “robo agravado por su comisión en poblado y en banda”.
Previamente, la fiscalía y el abogado defensor del procesado habían acordado la calificación legal y el monto de la pena a imponer.
El hecho se produjo el 29 de julio de 2015, alrededor de las 16, cuando los delincuentes ingresaron en el domicilio de 9 de Julio al 1300, propiedad de Dora Delgado.
Se determinó que uno de los individuos accedió a través del patio y luego le facilitó la entrada a los otros dos por la puerta principal.
Los ladrones amenazaron a la víctima, la ataron con pañuelos y telas, para apoderarse de un LCD de 32 pulga- das, alhajas de oro y plata, y tres mil pesos en efectivo.
“La ataron de pies y manos y la quisieron asfixiar. Menos mal que mi papá estaba durmiendo, porque los hubiese matado. No forzaron ninguna puerta o ventana, porque entraron por el garaje. Los que lo hicieron ya sabían que acá vive sola una mujer de avanzada edad”, dijo en ese momento Yesica Goycochea, nieta de la damnificada.
En tanto, una vecina de la zona advirtió que las personas escaparon en un automóvil de color oscuro.
"No les presté demasiada atención, porque supuse que estarían en la casa de Dora. Ella (por la víctima) estaba descompuesta, porque la ataron", señaló la mujer.
Entre los elementos de prueba valorados por el juez se encuentra el acta certificada realizada por un perito de la Policía Científica, en la que se indica la obtención de rastros de origen papilar en un vaso que había sido manipulado por uno de los autores del hecho.
A partir de allí, y mediante la utilización del Sistema Automatizado de Identificación Dactilar, se logró establecer la identidad de la persona cuya huella fue obtenida y cotejada.
"Por todo lo dicho, tengo por debidamente probada la intervención atribuida al imputado en el hecho", señaló López Camelo en el fallo.