Hay 180 mil vehículos, una cantidad de primer mundo
Sergio Prieta
Lo complicado que resulta estacionar y circular por el centro, la espera interminable en los semáforos en horarios pico y las cada vez más congestionadas calles, avenidas y accesos a la ciudad como Cabrera, 14 de Julio o el eje Drago-Brown, indican que la ciudad está “plagada” de vehículos.
Según datos del Registro Nacional de la Propiedad del Automotor, ubicado en Villarino al 200, Bahía tiene un parque automotor de 180.000 vehículos. Y aunque parezca increíble, el índice por habitante --contando a 300.000 bahienses-- es similar a países industrializados como Australia y superior a Canadá, Italia y Alemania.
Además, el parque automotor bahiense duplica al resto del país. Un estudio anual realizado por la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes(AFAC) detectó que en el orden nacional hay unos 12 millones de vehículos, lo que equivale a 1 cada 3,3 habitantes si se considera una población de 40 millones de argentinos.
Sin embargo, lejos de ser una muestra de poder eco- nómico o progreso, es un problema. “No tenemos las autopistas alemanas, el sistema de transporte de Australia ni las reservas de energía de Estados Unidos”, afirmó Horacio Varela, titular de la cátedra “Proyecto Final” de la carrera de Ingeniería Civil de la UTN Facultad Bahía Blanca.
Según una estadística brindada por Varela, Bahía cuenta con 616 vehículos cada 1.000 habitantes y ese número la pone en el quinto puesto del ránking mundial, que lidera ampliamente Estados Unidos con 965 vehículos. Lo siguen de lejos Luxemburgo con 686, Islandia con 658 y Australia con 619.
“Bahía tiene un índice de un vehículo cada 1,6 habi- tantes, con el agravante de tener el promedio de calles pavimentadas más bajo de la región y un sistema de transporte público que resulta, al menos, cuestionable”, sentenció.
Varela explicó que todos esos datos surgieron por un trabajo con alumnos del último año de la carrera de Ingeniería Civil, quienes realiza- ron tiempo atrás un amplio estudio para presentar una alternativa al sistema de transporte de colectivos que funciona en la actualidad.
“Además de la cantidad de autos contabilizamos 12.500 calles, de las cuales apenas 4.600 se encuentran pavimentadas. Las restantes son de tierra”, dijo.
A esas deficiencias de infraestructura se le sumaron los inconvenientes que genera el anillo ferroviario que rodea a una parte de la ciudad, “que a esta altura necesita nuevos pasos a nivel para comunicar barrios”.
“Más allá del crecimiento del parque automotor, los problemas de tránsito se generan porque la ciudad se extendió hacia la zona alta circundante al barrio Patagonia y alrededores, y muchísimas de esas personas se deben mover hacia la zona industrial o del puerto para ir a trabajar”, comentó.
Al mismo tiempo dijo que como el sistema de transporte y otros servicios públicos no acompañaron esa expansión, la gente debe moverse inevitablemente en auto y se ve obligada a cruzar gran parte de la ciudad para, incluso, hacer trámites sencillos.
El profesional explicó que el daño que provocan tantos autos circulando por las ca-
Se registra uno cada 1,6 bahienses, cifra similar a los países industrializados. Pero la infraestructura vial y el transporte público generan importantes diferencias.