Realidad, prudencia y señales de alerta
Muchos de los cientos de profesionales encuestados por Reuters en todo el mundo dicen que la ralentización del comercio global, durante la tibia recuperación de la economía mundial de la crisis financiera que comenzó casi una década atrás, podría empeorar.
Las economías emergentes seguirán siendo vulnerables. La persistente y profunda recesión de Brasil no coincide con su mercado accionario alcista y gran parte de Asia crecerá por debajo del potencial, con lo que la previsión más reciente de crecimiento global para el próximo año es de un 3,2 por ciento, menos optimista que un año atrás.
Los estrategas prevén un dólar más fuerte, ya en máximos de 14 años, y rendimientos de bonos estadounidense al alza a medida que la Fed lleve a cabo aumentos de tasas el próximo año.
Un dólar en alza podría afectar el desempeño futuro de compañías estadounidenses, ya que muchas dependen de negocios internacionales para sus ingresos.
La fortaleza del dólar, que debilita a otras monedas, también influirá en cómo los mercados emergentes manejen la inflación. Pero pese a las barreras comerciales, impuestos y recorte de gastos planeados por Estados Unidos, la perspectiva de inflación global no ha cambiado mucho.