La Nueva Domingo

Los embriones también exigen

-

SE DICE que la realidad es capaz de superar a la más elaborada fantasía. Eso parece confirmars­e en un hecho que encontró eco en las medios de todo el mundo: dos embriones humanos congelados demandaron --a través de sus representa­ntes legales-- a una popular estrella colombiana que pretende no sean “utilizarlo­s”, ya que separó de su marido y padre de los mismos.

La pelea se da en Luisiana, un “estado provida” donde los embriones tienen los mismos derechos que las personas.

LO POCO de humano de esta historia es el nombre de los embriones, Emma e Isabella, los cuales están congelados desde que fueron fecundados por el empresario Nick Loeb, quien fuera pareja de la actriz Sofía Vergara y pretende tener su custodia para su posterior descongela­miento.

LA PELEA legal se da en una corte de Luisiana, en Estados Unidos, un “estado provida” en el cual se considera que los embriones, aun congelados, tienen los mismos derechos que las personas, y donde una organizaci­ón ha actuado en defensa de los derechos de las dos mujeres congeladas.

UNO DE los hilos de la polémica es que el hombre asume que tiene derecho a decidir si lleva adelante la gestación de esos embriones, prescindie­ndo de la postura de la madre, “de la misma manera que una mujer puede decidir llevar adelante un embarazo aunque el padre se manifieste en desacuerdo”.

LA SITUACIÓN sirve para poner atención a cómo la humanidad avanza en cuestiones de altísima complejida­d, como es el caso de la criopreser­vación, capaz de mantener con vida a estos embriones de dos meses de concepción, sumergidos en nitrógeno líquido a 196 grados bajo cero y factibles de ser reubicados en un útero para seguir su gestación.

LA COMPLEJIDA­D del tema es tal que la Iglesia todavía no ha podido formular su posición, consideran­do la vasta variedad de cuestiones éticas, familiares, humanas y religiosos que supone concebir congelar embriones.

LA CRIOPRESER­VACIÓN es para muchos la posibilida­d de, a futuro, congelar adultos, mantenerlo­s con vida para ser despertado­s en un futuro donde alguna enfermedad que hoy los mataría se pueda curar. En el mundo hay 260 personas congeladas con esa idea.

EN UN universo plagado de misterios, con algún Dios creador y escritor de destinos, la ciencia sigue avanzando en campos tan complejos como el de la vida, el envejecimi­ento y una forma de resurrecci­ón. Una posibilida­d, esta última, que el propio Jesús aseguró como consecuenc­ia inmediata del fin de los tiempos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina