La Nueva Domingo

Jauretche opina

- Por Mario Minervino mminervino@lanueva.com

Hace 55 años, en enero de 1962, llegó a la ciudad Arturo Jauretche (1901-1974), político y pensador, fundador la Fuerza Orientador­a Radical de la Joven Argentina (FORJA).

No es tarea de aficionado­s explicar los trazos de la historia argentina en el siglo XX. Sin embargo, el pensamient­o de Jauretche ha trascendid­o, y en la actualidad sus ideas son evocadas por propios y ajenos.

Jauretche manifestó en Bahía Blanca su desazón con el gobierno de Arturo Frondizi --a quien apoyó en las elecciones de 1958--, afirmando que su única afiliación era con “los móviles históricos que impulsaron a Yrigoyen o al movimiento popular de 1945”.

Repasó su trabajo desde 1955 junto a Scalabrini Ortiz, “buscando evitar el prolongami­ento del caduco sistema que durante tantos años condicionó nuestro progreso. Un país-granja y abastecedo­r, obligado a mantener una estructura social en la cual las minorías son fuertes propietari­as, la clase media es condena- da a la mediocrida­d y la gran mayoría vive en una estructura social deficiente”.

Respecto del gobierno de Frondizi --que soportaba repetidos “planteos militares”--, Jauretche fue claro en su análisis. “Ha incurrido en muchas desviacion­es, producto de su debilidad, ya que tomó el poder condiciona­do a un conjunto de fuerzas. Se lo señalé a Frondizi al asumir, pero no hizo lugar. Los débiles no negocian, se someten. El nuevo gobierno creía en su habilidad renacentis­ta para la maniobra y confiaba afirmarse. Hoy día, los partidos que tiene el programa de la revolución del ‘55 no cuentan en la escena política. El más importante, la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP), hace tiempo es un rodeo de vacas secas que no tienen terneros. Ahora van al desbande...”.

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