Murió el primer bebé trasplantado
Se trata de Franco Dal Molin, de 12 años, oriundo de Chajarí, Entre Ríos. En septiembre de 2004 se convirtió, a los 8 meses, en el primer bebé de la Argentina en recibir un nuevo corazón.
Franco Dal Molin, quien recibó un trasplante de corazón a los ocho meses, el primero realizado en Argentina a un bebé, murió a los 12 años, y sus restos eran velados ayer en la localidad de Chajarí, en la provincia de Entre Ríos.
Franco pasó las últimas dos semanas internado en el Hospital Garrahan, de la ciudad de Buenos Aires, y falleció el viernes tras desmejorar su salud, con complicaciones en el riñón, hígado y pulmón.
"Franco estaba viviendo en un departamento hace dos meses frente al Hospital Garrahan porque no podía estar internado por ser inmuno supresor, pero las últimas dos semanas lo internaron por sus complicaciones en el riñón, hígado y pulmón", contó Mauricio Gallo, tío de Dal Molin.
El familiar contó que "el Garrahan estaba evaluando un nuevo trasplante porque a su mamá le confirmaron que el trasplante de corazón duraba solo 10 años".
"Franco salió a pasear con su mamá, Lidia Gallo, al jardín Japonés porque se sentía bien pero de un momento a otro se bajó del auto para ir al baño y su mamá lo encontró tirado", relató el tío, quien agregó que "Lidia pidió a los gritos que la ayudaran y lo trasladaron al Hospital Fer- nández, donde durante una hora intentaron reanimarlo sin tener éxito".
Dal Molin concurría a la escuela María Auxiliadora, donde concluyó su sexto año en 2016 e intentaba llevar adelante una vida lo más adecuada a su edad, aunque sujeta a los cuidados que requería su salud.
Fue el primer bebé trasplantado de corazón en Argentina en el 2004 y el país entero conoció su historia porque sus papás la hicieron pública ante la desesperación por contar con un órgano, lo que finalmente ocurrió.
Su trasplante fue exactamente el 10 de septiembre de 2004 en el Hospital Garrahan, después de que algunos médicos le habían avisado a los padres que el final de la vida de Franco –que tenía 8 meses en ese momento– estaba cerca.
Los padres de Franco lo habían soñado once años antes de que naciera. “Queríamos tener un hijo con mi marido y no quedaba embarazada. El tiempo pasaba y nada. Fue una gran angustia porque todo el mundo te pregunta y ves que todos tienen hijos, y te preguntás por qué no llega. Encima, nos decían que por la ansiedad no conseguíamos el embarazo”, decia la madre del niño.
Finalmente el embarazo se produjo y Franco nació en 2003. Pero tras el nacimiento, la madre empezó a notar que el bebé no podía respirar bien y fue cuando le diagnosticaron una cardiopatía congénita que con el tiempo, derivó en el trasplante.
El Hospital Garrahan estaba evaluando la posibilidad de reemplazar el órgano porque a su mamá le confirmaron que el trasplante de corazón duraba solo 10 años.