La historia de dos bahienses, una búsqueda interior y la realización de una miniserie
Nehuen y Ana se fueron de Bahía para viajar y trabajar. Sin planes y con el dinero mínimo. Hoy crearon junto a un amigo una miniserie para contar qué pasa por dentro de un viajero.
Viajar y conocer. Viajar y trabajar. Viajar y conocerse. Viajar y crecer. Viajar y encontrarse; viajar. Nehuen Gasparini y Ana Viceconte viajan, trabajan, conocen, crecen y ahora, junto a un amigo, hacen una miniserie audiovisual con la que intentan mostrar algo no tan frecuente de los viajes: cómo uno se encuentra con uno mismo y lo que lo rodea. Así nació SERES.
Nehuen y Ana tienen 27 y 26 años y se fueron en mayo de 2016 a Dinamarca.
Trabajaron y viajaron por varios países de Europa y cayeron el 5 de enero a una pequeña granja de Ågskardet, un pueblo noruego que en el censo de 2008 tenía 127 habitantes, en el que durante una buena parte del año no se ve el sol y donde por estos días de invierno a veces deben descongelar hielo en una ollita para tener agua.
Los dos se recibieron en la Universidad Nacional del Sur, él como bioquímico y ella como médica. Pero ni bien llegaron al Viejo Continente él trabajó como houseman (una especie de “alguienquehacedetodo”) en el Skodsborg Spa Hotel y ella como moza en un restaurante que vendía comida latinoamericana gourmet: El Nacional; en Copenhague, a unos 13.000 kilómetros de Bahía.
Crearon su aventura. Fueron de un lado al otro haciendo base en esos lugares. En ratos libres y vacaciones recorrieron ciudades de Inglaterra, Bélgica, Holanda e Italia. Ahora se deleitan con las auroras boreales. Viven lo que llaman un sueño. Y están muy bien con eso.
—Me siento dueña de mi propia vida —dice Ana.
—Habíamos decidido que al terminar los estudios nos íbamos a tomar nuestro tiempo para recorrer el mundo. No sabíamos cómo, ni con qué capital, ni por dónde empezar —cuenta Nehuen.
No tenían nada planeado. Se fueron a descubrir el mundo y a arrancar de cero.
—Los primeros días en Copenhague nos hospedamos en la casa de unos polacos que nos mostraron un poco la ciudad y a los 3 días nos mudamos con unos amigos que conocimos en Dinamarca, entre los que había una pareja de bahienses. La primera semana fue muy extra- ña. La sociedad acá es muy muy muy organizada.
*** Nehuen se recibió en 2013 y trabajó en un laboratorio de Bahía. Ana terminó su carrera en diciembre de 2015.
Buceando en internet descubrieron algo que por estos tiempos va en crecimiento: el tipo de programa Work
and Holiday (Trabajo y Vacaciones). Son convenios que nuestro país tiene con Noruega, Dinamarca, Irlanda, Nueva Zelanda, Australia, Francia y Alemania para que jóvenes argentinos accedan a visas de trabajo temporales. Por lo general son de un año y de fácil accesibilidad en algunos de esos países.
—Hicimos el papeleo, juntamos el mínimo de dinero para viajar y nos fuimos —dice Nehuen.
Estas iniciativas permiten conocer distintas culturas mientras se trabaja y se ahorra dinero para poder seguir viajando. El alojamiento se economiza con Couchsurfing o Airbnb, redes que integran por lo general viajeros que alquilan habitaciones de su casa y que permiten conseguir hospedajes muy baratos.
O también se puede hacer como hacen estos 2 bahienses en su etapa por Noruega:
—Estamos haciendo WorkAway. Venimos a trabajar a cambio de comida y alojamiento. Vamos al súper y nos pagan todo y dormimos en el piso de abajo de la casa del que nos contrató—explica Nehuen.
En WorkAway se crean perfiles y se ofrecen como voluntarios para trabajar en distintos lugares a cambio de eso: el pan y el techo. Muchas de las tareas que hay para hacer están alejadas de las grandes capitales por lo que trabajando se aprende mucho de la esencia de las culturas en los pequeños pueblos.
—Se viven experiencias muy positivas: convivís con compañeros de todos lados y con distintas maneras de pensar. Compartimos trabajos con gente que estaba en lo mismo que nosotros, con gente local, con refugiados; es todo muy enriquecedor y te abre la cabeza —dice Nehuen.
Y el inglés no es una barrera. Los chicos cuentan que tenían un nivel básico intermedio y que aprendieron mucho más en el día a día con los lugareños y con todas las personas que conocieron y que siempre estuvieron dispuestas a ayudarlos.
*** Hay pocas horas de luz: de 10 a 14:30. El sol se empieza a asomar recién en febrero y llueve muy seguido. Hay montañas y, sobre todo, hay hielo. Hay hielo sobre las casas y sobre los pastos. Hay pocos pastos que sobreviven y emergen desde el hielo. Hay hielo en las cañerías. Hay hielo por donde se mire y por donde no, también.
El trabajo de los chicos en el pueblo del norte noruego consiste en hacer lo que va surgiendo: poner aislante en el altillo de la casa, arreglar y rearmar alambrados y pos-
Venimos a trabajar a cambio de comida y alojamiento. Vamos al súper y nos pagan todo y dormimos en la casa del que nos contrata”.
Viajar y cambiar de escenario todo el tiempo te ayuda a descubrir tus puntos débiles y los más fuertes”. SERES se enfoca en los cambios que los viajes provocan en uno mismo y las situaciones que se enfrentan”.
tes, cortar leña, alimentar ovejas y vacas o pintar.
—Te vas descubriendo. El viajar y cambiar de escenario todo el tiempo te ayuda a descubrir tus puntos débiles y los más fuertes, que de otra manera quizás nunca hubiese sabido que existían. No tenés familia a la que recurrir, tenés que buscar tu casa, pagar los impuestos, trabajar y vivir en un lugar con costumbres totalmente distintas — cuenta Ana.
Todo lo que vivieron les despertó una inquietud: cómo contar lo que les pasa a los viajeros más allá de los consejos o tips que abundan en todo internet. Los mensajes por WhatsApp, las fotos por Facebook o Instagram eran insuficientes. Algo faltaba.
En medio de toda su película se encontraron con Gonzalo Papanicolau, un cordobés licenciado en comunicación audiovisual, que se sumó al viaje para crear SERES.
—Decidimos viajar junto a Gonzalo a partir de enero. El viaje puede significar distintas cosas para las personas, ya sea ocio, aventura o descanso. Por eso no es menor viajar con la gente adecuada que comparta tu estilo de viaje y las vivencias de los momentos —explica Nehuen.
Gonzalo les propuso documentar el viaje y el proyecto nació con todo: Virginia Chanampa (diseñadora gráfica) y Rodrigo Ayerbe (difusión y marketing) los ayudan desde Córdoba y Yanina Boschetti (traducción al inglés), desde Bahía. Milpuentes le pone la música bahiense a los capítulos.
Ahora los chicos mandan solicitudes de empleo al resto de los países nórdicos. Esperan que alguien en Finlandia, Suecia o Islandia los contrate.
—Entre cada WorkAway nos tomamos una semana por lo menos para recorrer los lugares que queremos conocer —cuenta Nehuen—. Con SERES vamos a tratar vivencias y situaciones a las que se enfrentan los viajeros, enfocadas en el cambio que provocan los viajes en uno mismo y las situaciones que se enfrentan.